EL EMPRESARIO Y LA PRINCESA

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Capítulo 5

Durante las siguientes dos semanas, siguieron quedando para verse y divertirse juntos conversando, nadando en la piscina de la casa de Vegeta o viendo películas en la sala de cine que también tenía en su casa, y la verdad que a Bulma eso le parecía genial, ya que así no tenían que soportar las miradas de la gente si ella sentía miedo cuando veían la película, ya que le encantaban las películas de terror aunque gritara asustada.

Pero ese día habían quedado para ir a ese lugar especial de su primera cita, Bulma le había pedido volver y... Vegeta fue incapaz de negarse, le gustaba consentirla constantemente, sentía como su amor por ella crecía y crecía conforme pasaban los días, estar sin ella... le dolía bastante.

Bulma: me encanta este sitio, se respira una paz... increíble, gracias por enseñarmelo, no creo que pueda vivir sin venir aquí de vez en cuando
Vegeta: yo llevo sintiendo eso toda mi vida, por eso... cuando mis padres murieron...

Bulma se dio cuenta de que Vegeta se había entristecido al recordarlos, así que se acercó a él y lo abrazó lo más fuerte que pudo, al notar su cuerpo Vegeta no pudo más que querdase mirándola mientras ella apoyaba la cabeza sobre su pecho mientras el reaccionaba a la vez abrazandola contra él.

Bulma: lo siento... no quería ponerte triste, espero que me perdones
Vegeta: no te disculpes, es sólo... qué este lugar me emociona más de la cuenta..., sabes algo...
Bulma: el qué...!?
Vegeta: mis tíos compraron este lugar cuando ellos murieron para que nadie pudiera edificar en estos terrenos y poder tener este lugar donde poder recordarlos
Bulma: eso no me lo habías contado..., pero es... un detalle muy bonito por su parte

Mientras estaban así, abrazados y hablando, el cielo comenzó a oscurecerse, parecía que fuera a llover pronto, así que se subieron al coche para volver rápido a la ciudad.

A mitad de camino comenzó a llover con fuerza mientras Vegeta iba conduciendo, no era una tormenta muy fuerte, era una simple tormenta de verano, pero aún así... paró su coche a un lado de la carretera poniéndose a temblar..., sus manos temblaban, todo su cuerpo temblaba, era incapaz de parar.

Al ver aquello...

Bulma: Vegeta!, qué te ocurre?

Lo observaba temblar, observaba como temblaban sus manos, como no reaccionaba a su pregunta, no le respondía...

Bulma: Vegeta... qué te ocurre?, porqué te detuviste?, estás bien?, respondeme por favor?, me estoy asustando!, por favor... respondeme

Por fin... reaccionó a las palabras de Bulma...

Vegeta: prométeme Bulma... qué jamás conduciras o cogerás el coche... si hay tormenta...
Bulma (lo mira sin comprender porqué le decía aquello): pero... porqué?, qué te ocurre..., porqué me pides eso?
Vegeta: sólo... prométemelo...
Bulma (asiente): te lo prometo, pero ahora dime porqué me has pedido algo así....
Vegeta: porqué... porqué...
Bulma (coge las manos a Vegeta): puedes contarme lo qué pasa, por favor?, tranquilizate estoy aquí a tu lado y me estás preocupando... estás temblando... y tú no sueles temblar ante nada...
Vegeta (levantó la cabeza y miró a Bulma con lágrimas en sus ojos): porqué... mis padres... murieron en un horrible accidente una noche de tormenta... cuando yo tenía 14 años
Bulma (comienza a llorar): oh!, Vegeta!, eso no lo sabía... lo siento mucho...
Vegeta: no podías saberlo, cuando pasó tu apenas eras una niña pequeña...
Bulma: lo sé, pero aún así... lo siento mucho, y te vuelvo a prometer que haré lo que me has pedido, y es más... te prometo que haré lo que vamos a hacer ahora
Vegeta: ahora?, el qué...!
Bulma: vamos a bajar del coche y vamos a ir a esa cafetería de ahí hasta que pase la tormenta

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