Capítulo 12
Los meses pasaron rápidamente con los preparativos de la boda, a la madre de Bulma le hacía feliz no tener que encargarse ella de nada, ya que los tíos de Vegeta le habían informado de que ellos se encargarían absolutamente de todo.
Ella y su marido simplemente se habían limitado a felicitarlos como todos los demás presentes en la gala el día del anuncio del compromiso después de recomponerse tras la impresión inicial y nada más, y eso tanto a Vegeta como a Bulma les da a igual, lo único que ellos sentían que debían agradecerles era el hecho de haber invitado aquella noche a Vegeta porque si no... probablemente Bulma... jamás le hubiera dado la oportunidad de convertirse en el gran amor que era en esos momentos.
Y es por eso que Vegeta cumplió después de su primera cita el acuerdo de darles una parte del dinero pero nada más, no tenía intención... de darles más.
Gracias a la tía Ana y a su modista, Bulma ya tenía listo su vestido, era francamente hermoso y estaba deseando que Vegeta la viera entrar con él en el lugar de la ceremonia, faltaba tan solo una semana y estaba tan nerviosa que casi no podía concentrarse en sus estudios.
Vegeta esta tan nervioso o más que ella, pero no podía perder la calma, veía los nervios en ella y sabía lo importante que eran sus estudios para ella, así que durante esos días lo dejo todo en manos de su tío, después de todo era el vicepresidente y se haría cargo de la empresa mientras él estuviera fuera así que... qué más daba unos días antes, necesitaba poder tranquilizar a Bulma para que pudiera aprobar sus exámenes, así que estaba a su lado mientras lo hacía, apoyándola y deseándole suerte mientras esperaba fuera a que ella saliera de su examen a las puertas del aula donde los realizaba.
Ambos estaban tan felices que no podían contenerse, en cuanto estaban el uno frente al otro no tenían que mediar palabra para saber como estaba el otro, así que cada vez que Bulma salía de un examen... Vegeta la abrazaba y la besaba sin importarle quien los estuviera mirando, él le daba lo que ella necesitaba en ese instante.
Por suerte dos días antes de la boda Bulma ya sabía que había aprobado todos sus exámenes, así que ambos respiraron tranquilos, el sueño de Bulma cada día... estaba más cerca.
Esa noche celebraban una cena sólo para la familia, la tía Ana, el tío Peter y el hermano de su padre, y nadie más, Vegeta le había preguntado a Bulma si quería que invitará a sus padres aún sabiendo la respuesta que ella le daría.
Vegeta: mi amor...
Bulma (le da un beso en los labios antes de contestarle): dime
Vegeta: entonces invitamos a tus padres a la cena familiar...?
Bulma: no amor, por supuesto que no, mi familia eres tú y tus tíos, ellos son ahora los míos, mis padres son mis padres pero... tú sabes mejor que nadie como se han comportado siempre conmigo
Vegeta (la abraza y la vuelve a besar): lo sé mi amor
Bulma: por eso entenderás que después de la boda...
Vegeta: uhm... después qué...
Bulma: después de la boda quiero verlos lo menos posible, me comprendes
Vegeta: por supuesto, será lo que tú quieras
Bulma: gracias mi amor..., sabes que sólo estarán en la boda porque no quiero que la gente esté comentando en la boda el porqué no están
Vegeta: lo sé, sé que lo hablamos y te entiendo perfectamente
Bulma: sí por mi fuera... mi padre no me llevaría al altar, sería alguno de tus tíos, él no se lo merece, pero... si lo hiciéramos... mi madre sería capaz de armar un escándalo en la ceremonia y yo...
Vegeta: y tú... quieres que sea una boda tranquila
Bulma: exacto, prefiero que estén a que nos amargan nuestro momento de felicidad, ninguno merece estar, a ellos... sólo les interesa que vea todo el mundo con quien emparentaron, así que... tan solo tengo que evitarlos después en el banquete
Vegeta: te comprendo muy bien, tu padre no se merece hacer esto, no sé merece llevarte al altar después de todos los desplantes que te ha hecho durante toda tu vida
Bulma: exacto, tuve que esperar a que llegarás tú para tener... mi baile de quinceañera... con el único chico que se presentó aquel día... aunque 5 años después... y me hizo este precioso regalo (miraba su pulsera mientras hablaba)En cuanto Bulma terminó de hablar... Vegeta la atrajo más contra él, la abrazó con fuerza y la besó apasionadamente mientras sentía en su cara las lágrimas que Bulma estaba derramando al darse cuenta de que realmente no sentía nada más que rencor... por sus padres.
Por fin llegó el día que tanto ansiaba Vegeta desde que vio a Bulma por primera vez fugazmente el día de su 30 cumpleaños, estaba sumamente nervioso, tanto que sus manos temblaban mientras intentaba ponerse el traje que con tanto cariño había diseñado Bulma exclusivamente para él y que su sastre había confeccionado.
Pero... mientras se lo ponía se dio cuenta de que faltaba algo, estaba seguro de que Bulma no olvidaría algo tan importante...
En ese instante su tía tocaba a la puerta de su habitación...
Tía Ana: mi niño... podemos pasar?
Vegeta: sí tía pasa, estoy casi listo
Tía Ana: oh!, que guapo (le saltaban las lágrimas al verlo así vestido)
Tío Peter: realmente te ves muy bien hijo
Vegeta: muchas gracias tío, pero...
Tío Peter: pero... qué te ocurre, dime
Vegeta: no encuentro la corbata, es extraño que el sastre no pusiera la corbata que diseñó Bulma para mí traje... y ahora... no hay tiempo de ir a buscarla
Tía Ana: eso no será necesario
Tío Peter: exacto hijo, fui yo quien le pidió a Bulma que no te pusiera corbata
Vegeta: y... eso porqué?
Tío Peter: por esto, espero que no te moleste mi atrevimientoMientras le decía esas palabras, su tío Peter le ofrecía una caja alargada, no entendía que tenía que ver esa caja con... hasta que la abrió, sus ojos se llevaron de emoción al ver su contenido, así que abrazó fuertemente a su tío Peter.
Vegeta: oh!, gracias, es perfecta, gracias, aún recuerdo el día que llevabas esta corbata...
Tío Peter: como no la vas a recordar, ese día fuiste un padrino perfecto, y aunque... sé que yo... (se queda callado para contener la emoción)
Vegeta: qué ocurre tío... tú... qué...
Tío Peter: aunque sé... qué yo no soy... tú padre... quería que llevarás algo mío (ya no pudo contener la emoción y comenzó a derramar unas cuantas lágrimas mientras Vegeta le decía...)
Vegeta (vuelve a abrazar a su tío): para mí es un honor que seas mi tío, yo te quiero... como un segundo padreAl escuchar esas palabras salir de la boca de su sobrino, la tía Ana se une a ese abrazo abrazandolos a los dos a la vez.
Una vez todos se recompusieron y dejaron de llorar, su tío Peter le colocó a Vegeta la corbata que él mismo llevó en su boda, con todo el amor que tenía por él.
Después de aquello, su tía Ana aún tenía otra sorpresa para él...
Tía Ana: yo también tengo algo para ti
Vegeta: para mí... y qué es?
Tía Ana: esto (y le ofrece una pequeña cajita a su niño del alma)
Vegeta: oh!, pero estos son... (la emoción volvió a envolverlo al ver el contenido)
Tía Ana: exacto, son los anillos de boda de tus padres, ya sé que los anillos los debe comprar el padrino, y tú elegiste unos preciosos para Peter y para mi (mientras había cogido la mano de su marido), pero yo le dije al padre de Bulma que me encargaría yo de ello
Vegeta: gracias tía, ha sido una idea perfecta
Tía Ana: pensé en ello cuando me pediste el anillo de compromiso de tu madre para Bulma
Vegeta: uhm...
Tía Ana: el anillo de compromiso... de tu abuela, tu madre llevaba el anillo de pedida de la madre de tu padre, por eso pensé... qué te gustaría llevar el anillo de boda de tu padre y Bulma el de tu madre, los de dos personas que se amaban tan profundamente como veo que os amáis vosotrosLa emoción había conseguido que Vegeta volviera a llorar, realmente los tres lloraban, ese día estaba siendo más especial... por todas esas pequeñas cosas, sus tíos habían conseguido que Vegeta llorara tanto de alegría como de tristeza al recordar a sus padres, pero... la alegría estaba superando con creces... ese momento.
Vegeta: tía este es el mejor regalo posible que la madrina de mi boda y mi segunda madre podrían hacerme, gracias
Después de eso, volvieron a darse un último abrazo antes de recomponerse y salir en dirección al jardín, al jardín de la casa de sus segundos padres, donde se celebraria la ceremonia y el banquete, y donde Vegeta había pasado su última noche de soltero para prepararse y poder recibir en unos instantes... a la mujer... de su vida.
Continuará...
Escrito por Mer Lois
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EL EMPRESARIO Y LA PRINCESA
RomanceTercera parte de tres: El gran empresario Esta princesa atrapada soy yo El empresario y la princesa