EL EMPRESARIO Y LA PRINCESA

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Capítulo 8

En casa de los tíos de Vegeta, su tía Ana estaba muy nerviosa, su marido no conseguía tranquilizarla, sabían que su sobrino había ido a casa de Bulma decidido a contarle lo que habían visto y tenía miedo de que... su querido niño perdiera definitivamente... a la mujer de la estaba profundamente enamorado.

Tío Peter: Ana, por favor, debes calmarte, Vegeta ya no es un niño, sabrá resolver la situación
Tía Ana: oh!, Peter... tengo mucho miedo de que ella aún viendo las imágenes... decida apartarlo de ella, no creo que Vegeta soporte una pérdida como esa
Tío Peter: no te preocupes mujer, nuestro hijo es fuerte, a pasado por cosas peores y ha sobrevivido
Tía Ana: lo sé mi amor, pero esto es diferente, ella hace que su corazón lata de un modo que no lo hacía desde que sus padres murieron, mi hijo... mi niño... (rompe a llorar, no puede pronunciar ni una sola palabra más mientras su esposo la abraza contra su pecho)

Pero de pronto escucharon el timbre de su casa sonar, estaban en el salón esperando ver quien sería, quién había llegado a su casa, deseaban que fuera su sobrino, necesitaban verlo, ver como estaba...

Entonces vieron como Vegeta entraba en el salón con una sonrisa en su cara, fue lo primero que vieron, no se dieron cuenta hasta unos segundos después... de que una figura femenina iba agarrada de su brazo, al verlos sus tíos suspiraron de alegría y su tía Ana se dirigió hacia él con los brazos abiertos y con los ojos luchando por no volver a llorar.

Tía Ana: mi niño... (y se abraza a Vegeta)
Vegeta: hola tía, hola tío, os quiero presentar a alguien

Entonces la tía Ana se separa de Vegeta y el tío Peter se acerca a ella sosteniendola con un brazo agarrando su cintura desde detrás de ella.

Tía Ana: oh!, tú debes de ser Bulma, o me equivoco
Bulma: no se equivoca señora
Tía Ana: no me llames señora, llámame Ana o tía Ana como mi sobrino, mi hijo, mi niño... (respondió poniendo una mano sobre la mejilla de Vegeta)
Vegeta: no hagas esas cosa tía, me haces... sonrojar...
Tía Ana: esta bien, pero sólo he dicho la verdad
Bulma: estaré encantada de llamarla tía Ana

Entonces los cuatro tomaron asiento en los sillones del salón, sus tíos necesitaban escuchar lo que había pasado así que Vegeta relató todo lo que había pasado antes de que Yamcha apareciera.

Tía Ana: oh!, mi amor... has escuchado eso... Bulma también ama a nuestro Vegeta...
Bulma: sí que lo amo, y lamento mucho no haberme dado cuenta hasta que no vino a decirme... la verdad sobre quien yo creía que me amaba, por suerte... (mira a Vegeta), por suerte sabía que él nunca me mentiría, no lo ha hecho en todo este tiempo, así que porqué... iba a dudar de él, gracias a eso me di cuenta... de cuanto lo amaba y de qué no tenia nada que ver con lo que yo creía que era amor antes de conocerlo
Tía Ana: me alegro mucho de saber todo eso...
Vegeta: sí tía, ahora todo es como debía ser desde el principio
Tío Peter (se acerca a Vegeta y pone su mano en el hombro de su sobrino): estoy muy feliz por ti, por los dos, ojalá seáis tan felices como nosotros

Pero mientras su tío le decía eso... Vegeta se quejo del hombro.

Tía Ana (con preocupación en su voz): qué te ocurre, mi niño... qué te ha pasado, porqué te duele el hombro?
Bulma: eso es algo que yo les responderé...

Entonces Bulma les contó como Yamcha había aparecido en el momento en el que se besaban reclamandole a ella el ser infiel, como la separó de Vegeta y la tiró al suelo, y cómo cuando recobró la conciencia... vio como Yamcha golpeaba a Vegeta al interponerse entre ella y él, y también cómo al final fue el único golpe que recibió, ya que Vegeta la defendió como el caballero que siempre fue y es, e hizo que el que se denominaba novio suyo se fuera de su casa con un montón de golpes que le habían destrozado su preciado rostro y medio arrastrando por el golpe que Vegeta le había dado en el estómago.

Tío Peter: por suerte... todo a acabado bien, pero hijo ven conmigo, deja que te vea el golpe, vamos a ponerle hielo, dejémoslas a solas para que hablen
Vegeta: esta bien tío Peter, vamos (pero antes de irse le da un tierno beso a Bulma en los labios, ya podía demostrar sus sentimientos y no pensaba ocultarlos más)

Después de marcharse con su tío, su tía Ana y Bulma se quedaron hablando durante bastante tiempo, estaba tranquilo dejándolas juntas, eran las dos mujeres más importantes de su vida, su tia/hermana/madre, porqué todo eso era para Vegeta su tía, y su futuro esposa, porque en ese momento estaba más seguro que nunca... qué su deseo de casarse con ella y... por amor... estaba más cerca.

Cuando volvieron al salón su tío Peter y él, vieron como las dos mujeres se reían mientras conversaban, se las veía a ambas radiantes, felices, el tío Peter se acercó a su esposa y le dio un beso en la frente antes de sentarse junto a ella, por su parte Vegeta dio otro beso igual a su tía para luego volver a darle un tierno beso a Bulma en los labios, antes de anunciar que debían marcharse, ellos aún debían hablar entre ellos de todo lo sucedido y de lo que iba a pasar entre ellos a partir de ahora...

Y eso hicieron, Vegeta puso rumbo a su casa como le había pedido Bulma antes de querer que la llevara a conocer a sus tíos.

Sabían que debían hablar, debían dejar claro lo que ambos sentían y como actuarían a partir de ese momento, así que cuando llegaron primero fueron al salón...

Bulma: Vegeta...
Vegeta: sí...
Bulma: creo que te debo una disculpa
Vegeta: a mí?, porqué?
Bulma: por asegurarte que jamás conseguirías que me enamorara de ti
Vegeta: uhm...
Bulma: dijiste que lo conseguirías... y... lo has hecho, otra cosa en la que no me has mentido
Vegeta: otra cosa? (la mira sorprendido)
Bulma: sí, otra cosa, porque antes de eso también dijiste que me amabas... y tampoco mentías...
Vegeta: yo... nunca miento
Bulma: eso ya me ha quedado lo suficientemente claro

Vegeta acerca a ella y la rodea con sus brazos por la cintura...

Vegeta: y otra cosa en la que no miento ni mentiré jamás... es que te amo y siempre lo haré, aún cuando mi corazón ya haya dejado de latir

Al escuchar eso, Bulma lo rodea con sus brazos a la altura de su cuello y lo atrae hacia ella para ponerse un poco de puntillas y hacer que Vegeta la bese, la besé apasionadamente, sin interrupciones, con todo su ser, y después le dice...

Bulma: yo también te amo y te amaré por toda la eternidad, yo tampoco miento...

Entonces Vegeta la coge entre sus brazos cargandola de forma nupcial sin dejar de besarla, no estaba muy seguro de si ambos querían lo mismo en ese momento hasta que dejó de besarla para mirarla a los ojos y vio... un brillo especial en ellos mientras le decía... adelante.

Así que con ella entre sus brazos subió la escalera que lo separaba de su habitación... y cuando entró... la depositó con sumo cuidado sobre la cama quedando sobre ella esperando unos segundos hasta estar seguro de que eso era lo que ella quería en ese momento.

Bulma (le susurra al oído): te amo, soy tuya y de nadie más
Vegeta (le susurra a ella al oído): te amo, soy tuyo y de nadie más

Y entonces vuelven a comenzar a besarse mientras iban quitándose la ropa el uno al otro, acariciando un cuerpo que llevaban mucho tiempo deseando, acariciando cada centímetro de piel del otro, aún sabiendo que el otro lo amaba y que estaba ahí en ese instante... necesitaban comprobar que ninguno estaba soñando, que era absolutamente real, sus respiraciones eran agitadas, sus manos temblaban al contacto con el cuerpo del otro, sus cuerpos se estremecían al unísono, hasta que ambos fueron uno haciendo que ambos pudieran comprobar... qué era total y absolutamente real, que se amaban, que se deseaban y que por fin... estaban juntos.

Ambos estaban seguros de que estaban hechos el uno para el otro y que no estaban dispuestos a volver a ser dos, querían seguir siendo uno y lo serían por siempre, por toda la eternidad, hasta más allá del fin de sus días, más allá del fin de su existencia, su amor sería el más grande... jamás visto.

Continuará...

Escrito por Mer Lois

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