Capítulo 9
Las semanas pasaron rápidamente, el verano comenzaba a irse, su amor seguía creciendo y Vegeta tenía algo en mente que no quería dejar de hacer por más tiempo, le dijo a Bulma que porqué no hacían un viaje juntos y disfrutar de su compañía mutua antes de que comenzarán sus clases... mientras estaban acostados sobre una manta en esa pradera tan especial en la que habían tenido su primera cita...
Vegeta: Bulma...
Bulma: sí mi amor..., ocurre algo, llevas todo el día... raro, estás nervioso por algo?
Vegeta: la verdad es que no, es sólo... qué quería pedirte algo
Bulma (lo besa suavemente en el pecho y luego le dice): y qué es?, acabas de intrigarme
Vegeta (le devuelve el beso en su frente): me gustaría que hiciéramos un viaje juntos, querría... llevarte a ver el atardecer en un lugar precioso de las montañas de Alaska...
Bulma: Alaska?, pero allí debe de hacer bastante frío
Vegeta: en esta época sí, pero aún es un frío soportable, qué me dices... nos vamos de viaje?
Bulma: claro que sí, me apetece mucho estar a solas contigo en cualquier otra parte del mundo donde no nos escondamos nadie
Vegeta: nos escondemos porqué tú no quieres que nadie sepa de nuestra relación
Bulma: no es que no quiera que nadie lo sepa... sólo mis padres..., con el dinero que les diste después de nuestra primera cita... ya tuvieron suficiente para reflotar su empresa, así que ahora es cosa suya si vuelven a ponerse en bancarrota, por eso prefiero que no lo sepan aún, por si quieren algo más...
Vegeta: a mí no me importa, pero si tú no quieres que lo sepan aún... pues así seráUn para de días más tarde Vegeta recogió a Bulma para poner rumbo a ese viaje que había estado planeando mucho antes de proponérselo a Bulma, de hecho había alquilado un Jet privado y en el aeropuerto le darían las llaves de un coche de alquiler con el que la llevaría a una preciosa cabaña junto a un lago semi helado por las temperaturas actuales, ambos llevaban ropa de abrigo, guantes (Bulma llevaba puestos los preciosos guantes que Vegeta le había traído de Hong Kong), bufandas, gorros... aunque... pensaba pasar la mayor parte del tiempo posible con ella dentro de la cabaña junto a la chimenea.
Cuando por fin llegaron allí, faltaba una media hora para que comenzara el atardecer, así que Vegeta bajó las maletas y las acomodó dentro de la cabaña junto a la habitación que compartirían, una habitación en la que por primera vez... dormirian juntos toda la noche, algo que hasta ese momento no habían hecho.
Mientras Bulma estaba fuera contemplando el lago, las montañas, esas preciosas vistas en general de las que Vegeta le había hablado, era un lugar más maravilloso de lo que ella se había imaginado, además ya comenzaba a atardecer y los colores del cielo y la luz que caía sobre el paisaje... le daba una sensación de mayor... colorido y...
Bulma: Vegeta... este lugar es precioso, me encanta, gracias por convencerme para venir aquí (le dijo de espaldas a él al escuchar que se acercaba, para después girarse hacía él al ver que no le respondía)
Entonces observa a Vegeta arrodillado sosteniendo una pequeña cajita abierta con un precioso anillo con un zafiro azul en su interior.
Vegeta: Bulma, han pasado ya los tres meses que me diste para demostrarte que te amaba y durante todo este tiempo mi amor por ti solo ha hecho que crecer, te amo cada día más y ya no puedo esperar más para pedirte... Bulma Brief, querrías hacerme el hombre más feliz del mundo concediendome tu mano y casándote conmigo?
Bulma estaba en shock, amaba tanto a ese hombre que había olvidado por completo aquel trato que habían hecho en aquella cena organizada por sus padres en la que la obligaban a casarse sin amor con un hombre mayor que ella simplemente... por dinero, realmente deseaba casarse con él, incluso deseaba tener hijos con él, algo que aún no había hablado con él y no sabía si ese sería también su deseo, pero no esperaba que se lo pidiera tan pronto, aún así...
Bulma: sí quiero, si quiero Vegeta, te amo mi amor, seré tu esposa...
Entonces Vegeta pone ese precioso anillo en el blanco y delicado dedo de Bulma para después levantarse y besarla, fundiendose en un apasionado beso mientras todo el esplendor del atardecer caía sobre ellos.
Después de ese beso tan especial...
Vegeta: te amo Bulma, estoy deseando que seamos esposos...
Bulma: yo también, pero...
Vegeta: uhm...
Bulma: Vegeta, mi amor... puedo pedirte algo?
Vegeta: por supuesto, sabes que puedes pedirme lo que sea...
Bulma: Vegeta, yo... quisiera... esperar un poco para la boda
Vegeta: esperar?, porqué...?, pero si es lo que quieres...
Bulma: es lo que quiero, sólo te pido un poco de tiempo, quisiera terminar mis estudios y...
Vegeta: y cumplir tu sueño, aunque... eso puedes seguir haciéndolo aunque estemos casados
Bulma: de verdad?
Vegeta: sí, por supuesto, te propongo algo, anunciaremos nuestro compromiso cuando quieras, pero nos casaremos el verano que viene, el día que tú quieras y así poder irnos de luna de miel antes de tú último curso, qué me dices?
Bulma: acepto, pero con una condición
Vegeta: uhm... cuál...
Bulma: que no se lo digamos todavía a mis padres que nos casaremos, quiero decidir yo cuál será el mejor momento para hacerlo, de hecho guardaras este anillo para que mi madre no pueda descubrirlo antes de tiempo..., así que tampoco puedes anunciarlo aún oficialmente, tan solo se lo diremos a tus tíos, si me entero de que incumples lo que te pido...
Vegeta: qué pasaría si incumplo esa condición...
Bulma (pone la mano que lleva el anillo sobre el corazón de Vegeta): qué será la última vez que me veas
Vegeta: qué te vea!?
Bulma: sí mi amor, no quiero volver a tener cerca de mi a un hombre que... me engañe, aunque no sea de la misma manera, lo entiendes...?
Vegeta: lo entiendo, haré lo que me pides, te amo y sabes que siempre cumplo mis promesas
Bulma: lo sé y por eso te amo y confío tanto en que harás lo que te pido, que lo harás por mí
Vegeta: exactoTanto Bulma como Vegeta sabían que harían cualquier cosa el uno por el otro, y esperar un poco más era... un sacrificio pequeño para obtener esa tan ansiada felicidad juntos.
Así que Vegeta volvió a apretar a Bulma contra si y comenzó a besarla, besarla con la desesperación de no poder contener la emoción que sentía al saber que la mujer de la que se enamoró en su cumpleaños tras verla sólo unos segundos... sería suya y sólo suya... por siempre.
Su beso comenzó a ser tan apasionado que estaban olvidando que la noche había caído y ya comenzaba a hacer más frío, no eran conscientes de ello pero tampoco les hizo falta, ya que Vegeta cogió a Bulma al estilo nupcial al dejar de besarla para introducirse ambos en la cabaña.
Entraron dentro y Vegeta la dejó de pie frente a la chimenea encendida, se miraron un instante a los ojos y pudieron observar el brillo en sus ojos en los ojos del otro, ese brillo de amor del que tantas veces habían hablado, un brillo que se había intensificado al infinito al saber que ya nunca serían dos, serían para siempre uno, al igual que en ese momento en el que desnudaban sus cuerpos, blanco y delicado el de ella, tostado y musculoso el de él, obteniendo una perfecta combinación bicolor difícil de identificar donde comenzaba uno y terminaba el otro.
Ambos se perdían en los ojos oceánicos de ella y en los negros como la noche de él, recorrían cada rincón con la misma pasión de su primera vez, porque ese era su ahelo, su deseo, sentir siempre lo mismo que la primera vez que se entregaron el uno al otro, algo que conseguían siempre y seguirían haciendo hasta el fin de sus vidas.
Continuará...
Escrito por Mer Lois
NOTA INFORMATIVA: este capítulo está inspirado en la maravillosa portada que realizó mi amiga Giuliana Salazar Cordts y por tanto se lo dedico a ella, además de ilustrar el capítulo con ella
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EL EMPRESARIO Y LA PRINCESA
RomanceTercera parte de tres: El gran empresario Esta princesa atrapada soy yo El empresario y la princesa