Capítulo 13
Mientras Vegeta se preparaba para su deseada boda con Bulma en casa de sus tíos, Bulma hacia lo propio en su habitación en casa de sus padres.
Con ella estaban la modista de la tía Ana que le había ayudado con el vestido, una peluquera y una maquilladora, ya que sabía que sería incapaz de templar sus nervios, de estar serena para que sus manos no temblasen.
Al mismo tiempo que ella se preparaba para la boda con el hombre de su vida, sus padres estaban en el despacho hablando sobre el futuro que esperaban tener tras ella.
Sra. Brief: por fin querido, llegó el gran día, ahora sí que nuestros problemas estarán resueltos para siempre
Sr. Brief: sí querida, tuviste muy buen ojo para ver el interés de Vegeta por nuestra hija, aunque realmente con el dinero que nos dio por tener la primera cita con ella solucionó todos nuestros problemas, nos transfirió más de lo que acordamos
Sra. Brief: eso fue porque nuestra hija valía más de lo que dijo, ahora sólo habrá que esperar a que termine el día de hoy para que nos transfiera el resto de lo acordado
Sr. Brief: así es...Mientras se llevaba acabo esa conversación entre sus padres, la maquilladora ya había hecho su trabajo, la había maquillado de forma suave para favorecer más su belleza natural, Bulma tenía una preciosa piel blanca que realzaba unos preciosos ojos azules.
Después fue el turno de la peluquera, que le recogió el pelo en un moño bajo en el que colocó distintas flores naturales en diversos tonos azulados, Bulma quería que fueran así para homenajear a la madre de Vegeta, ya que era su color favorito, y además combinaban perfectamente con su anillo de pedida pero también con la pulsera que hacía tantos años le regaló aquel chico que sin saberlo... se iba a convertir ese día... en su esposo.
Pero también llevaba unos preciosos pendientes y una delicada gargantilla con los mismos zafiros azules regalo de la tía Ana por su boda y que formaban un conjunto perfecto con las otras dos piezas que llevaba.
Cuando llegó el turno de ponerse el vestido sobre la delicada combinación que llevaba puesta... sus manos eran incapaces de sujetarlo, por suerte la modista estaba con ella desde que comenzó a prepararse.
Modista: tranquila Bulma, no te pongas nerviosa, mete una pierna y luego la otra dentro de la falda, igual... qué cuando hicimos la última prueba hace tres días...
Bulma: lo sé, pero es que... no lo puedo evitarLa modista entonces la abrazó y le dijo:
Modista: no te preocupes todo va a ir bien, Vegeta te ama y tú a él, nada saldrá mal, te lo prometo
Al escuchar esas palabras Bulma sonrió y se relajó un poco, aunque esas palabras deberían de haber salido de una madre ayudando a su hija en el día más importante de su vida, pero... su madre no era de esa clase de madres.
Cuando se separaron, probó otra vez a meterse dentro del vestido y lo consiguió, estaba preciosa, podía verse en el espejo mientras la modista terminaba de cerrarle la cremallera de atrás.
Era un vestido blanco con unos sutiles bordados de flores azules a lo largo de toda la parte baja de la falda y en toda la larga cola que arrastraba, la falda era corte princesa voluminosa que se ceñia a su cintura y la estilizada aún más, mientras que el cuerpo del traje se ceñia al suyo como un guante, con un escote en forma de corazón del que caían unos suaves lazos de gasa azul que formaban después un hermoso lazo tras su espalda.
También había diseñado un velo que iba enganchado a su moño bajo con las florecitas naturales que llevaba y que estaba rematado por las mismas sutiles flores azules del vestido, el velo era de organza y algo más largo que la cola del vestido.
Las tres mujeres que habían estado con ella todo ese tiempo asistiendola se quedaron maravilladas al ver el excelente trabajo que ella misma había realizado y que realzaba su fabulosa figura.
Realmente estaba preciosa, ella misma lo estaba comprobando al verse en el amplio espejo de su habitación y esperaba que Vegeta pensara lo mismo al verla.
Modista: Bulma... ha quedado espectacular, estas definitivamente preciosa, Vegeta no va ni a poder hablar cuando te vea y ya sabes que él... es un gran orador... (se empieza a reír al imaginarlo allí plantado sin poder decir ni una sola palabra)
Las otras dos mujeres también le dieron su enhorabuena por ese diseño tan magnífico y por su boda antes de marcharse.
Unos minutos después Bulma bajaba ayudada por la modista aquella gran escalera que el día que apareció Vegeta... no quería bajar, y si echaba la vista atrás... sólo se arrepentía de una sola cosa, de haber confundido esa soledad que ella tenía con amor por alguien que se acercó a ella antes... qué su gran amor, ese era su único lamento, que Vegeta no hubiera sido el primero... en su vida, pero aún así el destino los había unido varias veces y los había separado otras tantas hasta... unirlos definitivamente de una de las formas más extrañas que alguien podría imaginarse.
Por una vez en su vida, su padre junto a su madre estaba donde debía estar, al pie de esa escalera para llevarla a esa boda en la casa de los tíos de Vegeta, antes... de formar un hogar con él... en la antigua casa de sus padres.
Todas sus cosas ya habían sido llevadas a su nuevo hogar, hasta Tama estaba allí con Vegeta desde hacía un par de días, así que en la habitación de la cual había salido... ya no quedaba rastro... de su existencia, no tenía intención de volver... nunca a ella...
En la puerta de la entrada había una limusina para llevarla a ella y a sus padres al lugar de la ceremonia, después de ayudarla a entrar en el coche, la modista se dispuso a sentarse delante con el chófer, además de ayudar a Bulma, había sido invitada formalmente a la boda, era una de las invitadas.
Mientras Bulma recorría el camino hasta la casa de los tíos tíos Vegeta, él y sus tíos salían al jardín, los invitados ya estaban allí, además de un sin fin de fotógrafos y periodistas, Vegeta saludó a unos cuantos mientras se dirigía a tomar su sitio en el altar creado para la ocasión en el jardín, era un diseño creado a partir de los altares que aparecían en las fotografías de la boda de su madre y de su tía.
Unos segundos después de colocarse en su sitio cobró consciencia de que todo terminaba y comenzaba, terminaba su soledad y comenzaba su felicidad al escuchar... la música que anunciaba... la entrada de la novia.
Una novia tan espectacular y tan hermosa que Vegeta quedó en shock, tardó en poder reaccionar, su corazón se detuvo, su respiración se detuvo, todo durante unos segundos, la imagen de esa figura femenina que iba hacia a él era...más de lo que él pensaba.
Bulma recorrió el pasillo formado por los invitados del brazo de su padre y aunque sonreía, no era porqué su padre por fin hiciera lo que le correspondía hacer, no, ella sonreía porque Vegeta estaba al final del camino y al principio del siguiente, el camino que ambos recorrerian hasta el final de sus días.
Vegeta sólo reaccionó cuando ella ya estaba a su lado y el Sr. Brief le decía...
Sr. Brief: aquí te entrego a mi hija, cuidala por mí
Vegeta: eso no le quepa la menor duda (y le da un tierno beso a Bulma en la mejilla)Ahora sí... ya estaba todo listo para comenzar...
Continuará...
Escrito por Mer Lois
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EL EMPRESARIO Y LA PRINCESA
RomanceTercera parte de tres: El gran empresario Esta princesa atrapada soy yo El empresario y la princesa