𝐄𝐕𝐄𝐑𝐘𝐓𝐇𝐈𝐍𝐆 𝐈𝐒 𝐒𝐀𝐓𝐎𝐑𝐔 𝐆𝐎𝐉𝐎 [𝐒𝐚𝐭𝐨𝐒𝐮𝐠𝐮]

ESPECIAL "EL SECUESTRO DE SATORU GOJO"

[Este capítulo estará basado únicamente en las dos semanas que Geto retuvo a Gojo]

El azabache correspondía al deseoso beso creado por el albino.

Sus labios se devoraban sin vergüenza, podían sentir la respiración del otro, cosa que excitaba en demasía al ojidorado. Este mismo sujeto al albino de la chaqueta y lo levanto.

-Suguru... _ Satoru deseaba más, pero no iba admitir que se había encendido con un beso.
Suguru tomó eso como un reto y empujó al ojiazul contra la pared para volver a besarlo.

-Mhm~... _ El albino cambio de lugares dejando al azabache acorralado contra la pared.

El de oscuros cabellos se sorprendió aún más cuando sintió las manos del ojiazul bajar hasta sus piernas donde lo sujeto firmemente para cargarlo.

El ojidorado se vio obligado a romper el beso.

-Sato... _ sus labios eran aprezados sin piedad por los del albino _ ¡Hmm!~ _ por más que intentaba separarse del beso le era imposible no perderse en los labios del contrario.
Se sujeto pasando sus brazos por el cuello del chico mientras lo guiaba hacia el escritorio.

-¿Aquí?~ _ cuestionó el ojiazul mientras tiraba al suelo todo lo que se encontraba sobre el escritorio, el azabache asintió y con desesperación comenzó a despojarlo de sus prendas.

-Quitátelo...¡de prisa! _ Era notorio el deseo de Suguru, ya que comenzó a desabrochar el pantalón del albino mientras que este otro ya había dejado al azabache desnudo de la cintura hacia abajo.

El calor inundaba la habitación mientras que el ojidorado rodeaba la cintura del ojiazul con sus piernas para juntar sus intimidades.

_ Rápido...hazlo _ la voz del de oscuros cabellos era una orden firme; Lo cual hizo que el albino obedeciera y sujeto muy bien las caderas del contrario para introducirse de una sola embestida _ ¡Ahhh!~ _ el azabache arqueo la espalda de placer e inclino su cabeza hacia atrás mientras se aferraba con fuerza clavando sus uñas en la espalda del albino

-Ngh~ Suguru~ _ El ojiazul no quiso esperar más para comenzar a embestir al ojidorado.

Las pálidas manos de Satoru subieron lentamente por las piernas del azabache, las acariciaba y apretaba sin descaro mientras se introducía una y otra vez en el interior del chico

-¡Mhm! _ Suguru llevo una de sus manos al mentón del ojiazul y lo sostuvo con firmeza para hacer que el chico lo mirara a los ojos _ Más, Satoru~...más~ _ sin soltar su mentón comenzó a crear roces entre sus labios, jugando y tentando al albino quien estaba desesperado por comerse la linda boca del azabache