𝐄𝐕𝐄𝐑𝐘𝐓𝐇𝐈𝐍𝐆 𝐈𝐒 𝐒𝐀𝐓𝐎𝐑𝐔 𝐆𝐎𝐉𝐎 [𝐒𝐚𝐭𝐨𝐒𝐮𝐠𝐮]

CAPITULO XVI (FINAL)

Fueron pocos los minutos que pasaron antes de que el albino abriera los ojos.
Tanteo la cama encontrando el gélido lugar donde se supone Suguru debería dormir haciendo notar que se había levantado hace ya tiempo.

-Suguru... _ se levantó tallando sus ojos para esclarecer su vista.
Lo primero que noto fue la claridad del cielo debido a la ausencia del velo.

En ese momento supo que algo andaba mal.
Aun adormilado comenzó a llamar al azabache por su nombre, pero solo recibía respuesta del eco en la habitación.

Cuando la desesperación comenzaba a invadirlo sus orbes notaron la carta que minutos antes las jóvenes habían colocado ahí.

Como si su vida dependiera de ello, tomó el pequeño sobre y lo abrió para sacar su contenido.
Tenía un mal presentimiento, no quería leer esa carta, sin embargo jalo una gran bocanada de aire y tomó el valor para comenzar a leer.

"Satoru...gracias a estos días me he dado cuenta que nuestros planes aún difieren, evitaré detalles; Ya que no es como si hubiésemos tenido algo serio.
Me divertí mucho contigo, también te agradezco por la ayuda, pero ya no me eres necesario, fuiste una excelente herramienta, pero ya tengo lo que deseo.

-Suguru

_¿una herramienta...? _ el albino arrugó la carta contra su pecho, sentía ira, decepción, tristeza.
Satoru Gojo que no solía sentir ni expresar emociones, ahora estaba inundado de ellas.
Entonces la sintió, era cálida, se deslizó desde su ojo derecho, pasando por su mejilla hasta llegar a su mentón, después de esa una tras otra.

Era extraño, intentaba limpiarlas con desesperación, pero seguian saliendo sin detenerse.
No había que ser un experto para saber que esa goteo imparable proveniente de sus ojos tenía algo que ver con el vacío que sentía en el pecho.

-¡Señor Gojo! _ la joven rubia llegó casi derrapandose, sosteniéndose del marco de la puerta para tomar un respiro.

-Maki-San, ¿Tu de verdad crees lo que se dice del profesor Gojo? _ El joven pelinegro llevaba escasas semanas con el albino como maestro antes de que el ojiazul desapareciera, pero al ser este quien evito su ejecución le guardaba gran estima