Capítulo 49

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Capítulo 49

— ¿Estás bromeando, cierto? —le había dicho aquella mañana cuando ambos estaban acostados al borde de la playa y yacía el sol al frente de ellos, destellándoles la vista.

—No estoy bromeando, Row. Es en serio. Quisiera estar contigo por el resto de la vida, pero nuestra situación es complicada y quisiera que cada uno emprendiera un viaje mas allá de los sentimientos encontrados. Quiero decir que eres mi hermana y te amo más que mi propia vida, pero es difícil.

—Yo también te amo, Vinz. Para mi es suficiente que me lo digas. Ahora queda de parte de ambos superar esta etapa y emprender una nueva. ¿Crees que deba salir con alguien?

—Claro. Sería feliz que tuvieses la oportunidad de vivir una nueva experiencia, ahora que el drama ya no forma parte de nuestras vidas. Puedes ser esposa de alguien, novia, amante, enemigo, pero nadie me va a quitar el puesto en tu corazón como hermano y eso se lo agradezco al idiota de Black.

—Te has vuelto romántico, ¿no? Eso del romance te va bien.

— ¿No estás molesta, verdad?

—No. Soy feliz porque tengo una familia. Nada mejor que esto.

—Me alegra. Ahora vamos, que nos perderemos la diversión.

Caminaron hasta el otro extremo de la playa donde había la celebración de compromiso de su hermano. Nadie podía creerlo, incluso era imposible que estuviese sucediendo, pero era la realidad y formaba parte de una magia inexplicable. Row y Vinz se mezclaron entre los invitados y llegaron hasta donde Sam estaba, tenía la cabeza baja y sostenía el celular como si fuera su único amigo.

— ¿Qué hubo? —dijo Vinz sonriente—. Es el día más importante de tu vida y estás triste.

—Quisiera que mi familia estuviera aquí, pero es lamentable que su orgullo sea muy grande. Ahora que mi hermano ya no está, todo es diferente. Me siento alejado.

—Son unos imbéciles —opinó Row frunciendo el ceño—. Ni siquiera son capaces de aparecerse aunque sea por hipocresía.

—Hablando de imbéciles, ¿dónde carajos estará mi gemelo? —preguntó Vinz y su respuesta apareció inmediatamente. Black llevaba puesto unos lentes oscuros, una camisa de rayas y un pantalón ajustado a su cuerpo. Hablaba con soltura con Celia y sonreía demasiado. Vinz encarnó una ceja y después se echó a reír como si aquello fuera gracioso—. Se lo pone porque no quiere que le tomen foto. Mi madre anda demasiado fastidiosa con eso y no deja de hacerlo, además con los lentes se siente más seguro de sí mismo. Me pregunto si la chica quiere conversar conmigo.

—Adelante. Eres hombre libre —comentó Row riéndose a carcajadas—. Ella me cae bien. Tienes mi aprobación.

—Eres imbécil, Row. Te quiero.

Vinz se alejo para saludar a su hermano y a la chica. Tenía la intención de ser amable e invitarla a bailar o algo por el estilo. Black se alejó de allí para irse con su prometido y hermana.

—El mundo cada vez es más loco. ¿Estás bien, Row?

—Perfectamente. Gracias por formar parte de mi vida y darme la oportunidad de ser feliz.

—La felicidad está en cada persona y creo que siempre la has tenido, solo que nunca tuviste la oportunidad de ser libre y compartir tus sentimientos con la gente.

Row sonrió y se fue hacia la mesa en donde estaban sus padres dejando a su hermano con su novio.

Black le acaricio el cabello a Sam, quien tenía la mirada en otra parte. Él comprendía como se sentía en ese momento y no quiso preguntarle nada. En un momento Sam empezó a llorar fuertemente y abrazo a su compañero para que nadie lo viese de esa forma. Las lágrimas corrían por todo su rostro y habían caído unas cuantas en la camisa de Black. Luego de unos cuantos minutos se limpió la cara y volvió a sonreír.

—Lo siento, no quise arruinarte la vestimenta —se disculpó.

—No me interesa para nada. He estado en peores condiciones y la verdad es que no vale la pena preocuparse por eso. Lo más importante para mi es que estás conmigo y serás mío hasta la eternidad. Prometo que buscaré la forma, la manera de que tus lágrimas sean solo risas y recuerdos de todo los que nos ha pasado en todos estos años llenos de locura y agonía. Quiero despertar y que tu rostro esté allí sin importar en donde estemos. Quiero recorrer el mundo rendido a tus pies y no me importa lo que diga la gente, siempre estarás conmigo, Sam. También prometo buscar la felicidad que hace falta en tu corazón debido a tu familia. Te amo inmensamente, Sam. Eres lo más bello de este mundo y no quiero que sufras por nadie, quiero que encuentres todo lo que desees y que puedas hacer lo que te plazca. No solo somos dos, Sam. Somos tres. Nanami forma parte de mi vida y quiero que ella comprenda que no hay límites.

El beso más largo duro ese día, estaba sumergidos en el encanto, la paz, las lagrimas, para ellos solo existían en el mundo y aunque les faltaba un camino por recorrer, podían disfrutar de ese momento y llenar sus ojos de brillos intensos.

No era de esos besos que lo haces y ya, sino que penetras en el alma de la otra persona ocasionando una reacción más profunda que la respiración, el palpitar de sus corazones estaba acelerado y por un segundo habían dejado todos los malos momentos para convertirlo en la bendición más grande de sus vidas.

Él tenía ojos para Black. Él tenía ojos para Samuel. No se podían separar por más que la gente los llamaba y les gritaba, la gracia del beso fue tan ideal y poco común que los demás dejaron de insistir. 

Black & Sam © (BORRADOR)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora