Capítulo 32

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Capítulo 32

— ¡Samuel Edward Johnson! —gritó su madre y el chico apareció a los minutos sin camisa y todo sudado.

— ¿Qué sucede? —preguntó.

—Te estoy llamando desde hace rato. Tienes que ir a buscar a tu hermano —contestó su madre con los brazos cruzados. Sam se había olvidado de eso, Basf venia de vacaciones y tenía que buscarlo al aeropuerto porque este no quería irse en taxi.

— ¿Y Penélope? —preguntó Sam.

—Esta embarazada y por eso te dije que lo buscaras.

— ¡Vaya! —exclamó con emoción y salió corriendo hacia su dormitorio a ponerse una camisa. Luego de bajar las escaleras, su madre le regaño y le dijo que se fuera a bañar y vestir bien.

Sam se baño súper rápido y cogió lo primero que encontró en su armario. Salió disparado hacia el garaje y fue a buscar a su hermano con la música a todo volumen. Estaba cantando y casi la policía lo para antes de llegar al semáforo, afortunadamente se fueron y agarraron a otro chico que tumbo a una anciana.

Su hermano estaba en la entrada con su esposa y tenía una barriga decente, lucia muy bien y estaba feliz de verlos al fin, luego de dos años. Se montaron en el auto y fueron hacia la casa directos. Esta vez Sam no coloco canciones ni tampoco canto en voz alta, quería respetar el estado de su cuñada y en vez de eso estaba callado y pensando en Black.

Llegó a la casa, dejando el auto estacionado al frente, pues no sabía si su madre lo mandaba a comprar algo y después le seria difícil salir abriendo nuevamente el garaje.

**

— ¿Cuántos meses tienes? —preguntó Sam cuando ya estaba más tranquilo y sentado en el puff.

—5 meses y medio. Tendremos un niño —contestó la chica con voz dulce—. Le pondremos Samuel.

— ¿Y por qué se tardaron en decirnos?

—Queríamos que fuera una sorpresa —Penélope le pasó el eco a Samuel y lo contempló por un rato largo.

Le parecía asombrosa la tecnología, era un eco demasiado real y muy interesante. Había visto el de su hija y también opinaba lo mismo, era como si el bebe supiese que lo estaban viendo.

— ¿Cómo te va, Sam? —preguntó Penélope mientras bebía un vaso de agua.

—Pues, bien. Ando practicando para una obra de teatro y también para un baile.

— ¿Cuándo terminas la universidad?

—El año entrante. Estoy finalizando el penúltimo semestre, por eso ando con la obra y el baile, aunque la obra es un complemento, me gusta aprender cosas nuevas.

— ¡Estupendo! —exclamó Penélope con una sonrisa muy tierna—. ¿Y ese amigo tuyo? Tengo mucho tiempo que no lo veo por acá, es muy agradable.

Primera vez que alguien dice algo positivo sobre Black, pensó Sam tratando de reírse, pero nadie iba a comprender que estaba pensando y si lo decía en voz alta, no sabían que pudiese tratarse.

—Está bien. En su casa, supongo —respondió el chico.

Se acordó por un instante, que tenía más de dos semanas que no veía a Black por asuntos universitarios y necesitaba los besos de su novio para calmar el estrés.

Black descansaba en la sala de su casa, mientras escuchaba a su familia reírse y contarse cualquier cosa sin importancia. El chico estaba muy cansado y entre rato se quedaba dormido sin darse cuenta. La universidad lo tenía loco, eran los últimos semestres y andaba haciendo muchas cosas, además sus dibujos serian expuestos en la feria del dibujo de dicha ciudad y por otro lado ocuparse de su hermana Row junto a Vinz, pues la chica iba a dar a luz dentro de poco.

Black & Sam © (BORRADOR)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora