1

31 2 1
                                    

Todo el mundo posee un talento especial y Kim Dahyun fue bendecida con diversos dones que no hacían más que estimular su pequeña mente infantil a los 7 años. A los 5 años sabía tocar el piano con una destreza y pasión únicas que le concedieron la admiración de gran parte del pequeño pueblo en el que vivía. 

Era por ello por lo cual Dahyun se sentía tan orgullosa y especial, y su familia no podía hacer mas que apoyarla es su camino en la música.  A partir de aquel ameno descubrimiento fue incluida en los talleres musicales de la iglesia e invitada a todas las ocasiones importantes que se daban en aquella remota ciudad; misas, fiestas infantiles, convites de la alta sociedad, matrimonios, inauguraciones municipales y así seguía la lista de eventos que ocupaban su agenda, la cual revisaba gustosamente sintiéndose incluida en la sociedad que amaba. Y no era de menos, aquel poblado era su hogar y decenas de generaciones se habían desarrollado bajo el mismo techo en el que vivía. 

Conocía las calles como la palma de su mano y se movilizaba a través de estas con una seguridad que no se podría ver en la grandes urbes, donde la vida agitada y violenta trastornaba las acciones mas comunes. El olor a madera se colaba entre sus fosas nasales y la hacían sentir en casa, y con  solo ese aroma tan característico era capaz de enumerar en su memoria un largo listado de las actividades o los lugares que le recordaban aquella zona, de la cual los mapas se habían olvidado y los viajeros eran incapaces de evocar. Nunca creyó necesitar nada más, puesto que su pequeño mundo se desarrollaba ahí mismo y solo ahí, en ningún otro lugar. Simplemente imaginarse lejos de su tierra se le hacía una labor muy difícil e incomprensible, ¿Qué tenían las grandes ciudades que no tuviera aquel poblado? ¿Por qué todos se veían tan emocionados cuando hablaban de viajar a la capital? No lo entendía y tampoco trataba de hacerlo, formularse esas preguntas eran un desperdicio para ella. 

Resulto irónico que una mañana de un 17 de julio se encontrara despidiéndose del que pasaría a ser su antiguo hogar. Lograba recordar aquella mudanza con tal exactitud que a muchos le resultaba inaudito, a través de los objetos, sonidos, sucesos y más puso sus recuerdos en orden y consiguió una replica exacta de esa fecha en su memoria. Recordaba haberse visto bajo el insoportable sol del verano, extendiendo la mano a lo alto para despedirse de lejos de todos sus familiares, sentía la cara roja e hinchada de tanto llorar hasta que llego a la camioneta de sus padres y hecho rienda suelta a todo el llanto contenido. 

Se acurruco en los brazos de su hermano mayor sintiendo como lo iba dejando todo atrás, era doloroso y nostálgico tener que decirle adiós a todo aquello que conocía.  Aún así encontró comprensión de parte de su hermano y se apretujó aún más contra el, hasta que finalmente cayó dormida. 

Al menos así era como la misma Dahyun percibió las cosas, y más tarde, todo aquel sentimentalismo le pareció algo gracioso. Sobre todo lo sintió así cuando conoció a la primera amiga de confianza que tendría en su nuevo colegio, la misma Chou Tzuyu. 

El asunto de la manera de como entablaron conversación fue un poco... raro. El primer día en su nueva escuela significo otra pequeña crisis de llanto para Kim, llego por tercera vez del baño  con los ojos hinchados y rojos a su salón, llamando la atención de todos sus demás compañeros, se sintió pequeña y patética en ese mismo instante, busco desesperadamente un salida pero claramente no la encontró. Regreso a su lugar lamentándose internamente de su condición de aquel momento, miro a su costado y encontró la mirada de otra niña,  quien la miraba con más curiosidad que compasión. 

Apenas la hubo saludado tímidamente, la chica lanzo una extraña pregunta 

-¿Que se siente ser tan blanca?

Dahyun se sintió enrojecer de vergüenza en ese momento, la chica no había hecho esa pregunta con malas intenciones supuso en ese momento, solo lo había dicho por que si. Después de unos segundos decidió continuar con la conversación.

-No se, supongo que normal excepto cuando te quemas demasiado por el sol.. no se

-Me llamo Tzuyu y tú? 

A partir de esa conversación tan incoherente se forjó una amistad que se mantendría en los 7 años siguientes e incluso más, tanto Dahyun como su nueva amiga Tzuyu eran nuevas y no tardaron en comprender que haciéndose mutua compañía lograrían evadir la soledad que las amenazaba, era un simple principio básico para lograr ocupar un lugar en la sociedad escolar y no quedar renegadas de la vida en aquella instalación. 

Chou Tzuyu se veía demasiado tímida, bonita y recatada como para poder inferir la verdadera naturaleza de su carácter. En realidad sus reacciones eran demasiado rápidas y certeras,  era poseedora de un comportamiento gentil y relajado pero alocado cuando entrabas en confianza. Era la más joven del aula y aún así era una de las que tenían el comportamiento más intrépido y firme de todos. A su lado Dahyun nunca tenia mañanas aburridas, y también fue gracias a ella que conoció al que próximamente seria su grupo.

 De la noche a la mañana conocieron a otras chicas de su grado con las cuales llegaron a desarrollar una gran cercanía. En ese mismo segundo año de de primaria conocieron Hirai Momo, dueña de una personalidad risueña y extrovertida, Im Nayeon la más tierna y maliciosa (en el buen sentido) del grupo y Son Chaeyoung las mas reflexiva y artística de las 5.  

En todos esos años de convivencia nunca seria capaz de imaginar la vulnerabilidad de sus propio actuar. La misma Dahyun se encontraba siempre dispuesta a darlo todo por las demás sin esperar nada a cambio, en una desesperada búsqueda de cariño y aprobación ajenas, siempre colocando su bienestar al ultimo y teniendo las necesidades de los demás encima suyo, como si se tratase de una misión hacer feliz a todos.  Era algo tan arraigado a su carácter que ni siquiera se lo pensaba demasiado cuando se veía envuelta en un problema, que en muchos casos era ajeno. 

Las chicas aún recordaban la vez que le decomisaron la guitarra a Chaeyoung por usarla en horas indebidas, y Dahyun se ofreció a sacarla a hurtadillas de la sala de profesores. Ninguna de las 5 se inmuto ante la arriesgada decisión, y contrario a lo esperado hasta incluso se sintieron aliviadas de contar con alguien que se ofreciera a completar tan peligrosa misión.  

Quizás en esos años no se dio cuenta de su vulnerabilidad pero mediante fuese creciendo se adentraría a un camino sin retorno, pero por supuesto sin darse cuenta en lo más mínimo. 

Ojitos Lindos | SaiDaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora