XIII.- Alfas

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Stuart miraba a su hermano de manera seria, Stiles había estado entrenando sin descanso, Dean, Sam y los demonios se mantuvieron lejos pero ellos eran los más tranquilos con el brutal entrenamiento que les estaban enseñando Deucalion, Rick, Carl y Stiles. Los lobos habían tomado su forma completa desde que supieron la verdad Deucalion es un lobo color miel, Rick es un lobo castaño con algunas motas color miel, mientras que Carl es un lobo castaño oscuro completamente.

— Esto es demasiado. — dijo Thalia, ella jamás entrenaría a los demás de esa manera, era brutal, sangrienta y aterradora. Los lobos atacaban con fiereza como si fuera una pelear real, Stiles sufría heridas y la sangre se esparcía sin temor.

— No podemos interferir además Mitch se los dijo.

La manada miró a Dean a excepción de Stuart seguía sin desviar la mirada de su hermano.

— Esto es demasiado, es sangriento, ni siquiera puedo considerarlo un entrenamiento. — dijo Noah con terror.

— Esto es un entrenamiento para enfrentar a la muerte. — les dijo Lucifer viendo a los demás de manera seria.

— En conclusión, solo podemos ver y no interferir. — dijo Stuart hablando por primera vez.

— Si. — dijo esta vez Castiel.

Todos giraron al ver como Rick mordió con fuerza el brazo del chico, pero Stiles no se detuvo y le dio un golpe en el estómago haciendo retroceder al lobo.

— Mierda, Rick. — gruñó Stiles sacando una navaja y enterrándoselas, los lobos tardaron en curarse pero al final volvieron a atacar al castaño.

— Mieczyslaw tomen un descanso, mañana llegan los alfas debes recuperar sus fuerzas. — le dijo Stuart de manera seria.

— De acuerdo.

Los lobos caminaron detrás del castaño, quien se acercó a su hermano quien colocó su mano sobre el brazo del otro y detuvo el sangrado.

— Ven, tengo que vendarte y luego debes de comer.

— Si si.

Los hermanos se sentaron en la habitación del brujo, quien vendaba de manera concentrada.

— ¿Por qué no han vuelto a ver a su forma humana?

— Están dejándose llevar por su instinto animal, lo necesitan así que solo están entrenando a su manera. No han perdido su humanidad pero están dejándose llevar un por su lado salvaje.

— ¿No tendrán problemas para regresar?

— No, tienen experiencia y saben como hacer las cosas. — suspiró — Aprendimos muchas cosas con esos alfas, no fueron buenas pero nos ayudaron a sobrevivir.

— ¿Te hicieron daño?

— Si.

— ¿Las cicatrices?

— Algunas ellos, otras no.

— ¿Vas a matarlos?

— Si.

— Esta bien.

Derek vio esa escena con cierta tristeza y felicidad, aún podía ver a su castaño ahí pero tenía miedo y solo trata de protegerse. Espera que algún día Stiles les diga que tanto le sucedió en ese tiempo.

— No deberías de espiarnos. — le dijo Stuart dejando brillar sus ojos.

Derek levantó las manos.

— Esta bien, lo siento. Me voy.

— Es un idiota.

Stiles no dijo nada solo miró su interacción.

— El pasado ahora solo es un recuerdo. — susurró.

*

La manada junto con los cazadores y demonios estaba dentro de la mansión, Stuart y había puesto protecciones y los alfas no podrían entrar pero ellos podían ver todo lo que sucedía fuera.

La lluvia caía de manera rápida, tres lobos esperaban al lado del castaño, los sonidos de pisadas inundaron el lugar, gruñidos, garras chocando contra el suelo, las hojas rompiéndose y como si fuera una película diez lobos de ojos anaranjados apagados se acercaron a ellos, sus dientes chocaban. Tenían a su presa en la mira.

— ¿Van a estar bien? — preguntó Allyson con temor.

— Lo estarán, ellos son mucho más fuertes de lo que podemos imaginarnos. — le dijo Dean de manera seria, el hombre no había dejado de moverse desde antes de que los lobos llegaran.

El alfa y sus betas fueron los primeros en correr hacia los alfas, Stiles se mantuvo en su lugar, observando cada movimiento.

Después de que cayeran dos alfas muertos, Stiles sonrió y corrió hacia el frente, el ruido de huesos tronando, convirtiéndose en un lobo azabache de ojos violetas, a su alrededor emanaba una energía verde, violeta y carmesí.

— ¿Qué? — dijeron todos viendo al lobo tan imponente frente a ellos, todos sentían la necesidad de inclinar sus cabeza ante él.

— No tengo idea de lo que esta pasando. — dijo Dean con sorpresa, no podía creer lo que veía, sabía que su hermanito tenía secretos pero jamás imagino que uno de ellos fuera convertirse en lobo y no uno cualquiera ya que parecía estar rodeado por su propia magia. Ahí frente a ellos podía ver como peleaba con fiereza pero su magia también acaba con los alfas.

El último aullido se dio y ellos solo pudieron ver al hermoso lobo cubierto de sangre y en su hocico yacía la cabeza del último lobo que había asesinado. Deucalion, Rick y Carl estaban en el mismo estado solo que ellos habían dejado los miembros de sus enemigos.

Stiles soltó la cabeza, se sentó, inclinó su cabeza hacia el cielo y soltó un aullido. Los Hale no tardaron en reconocer lo que estaba detrás de esa canción, era una cargada de felicidad, tristeza, orgullo y encantadora. El lobo mostraba más sentimientos con su canción de los que alguna vez mostró frente a ellos desde que había vuelto. En ese momento la manada sintió un dolor de cabeza y después solo fueron imágenes, una tras otra: los recuerdos los inundaron por completo y cuando salieron de ese trance solo pudieron ver al hermoso lobo con lágrimas corriendo por sus mejillas.

Mieczyslaw, al fin estaba en casa.  

El Otro StilinskiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora