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Nathalie llegó al hospital, en donde realizo una fila enorme en la recepción, tras anunciarse, tuvo que esperar nuevamente en un pequeño pasillo, frente a una diminuta puerta.

Los nervios se la comían viva, y parecía que su médico se estaba tomando todo el tiempo del mundo para atenderla; transcurridos unos diez minutos de espera finalmente la puerta se abrió, y la voz gruesa pero tranquila del profesional, dijo su nombre.

A la velocidad del rayo entro y se sentó frente al escritorio, el de bata blanca la miro, estaba callado, luego giro la computadora que tenía en el escritorio y mostró lo que parecía ser una tomografía cerebral.

─Señorita Nathalie, la mayoría de los estudios de rutina que se realizó salieron en los valores óptimos de buena salud─ hace una corta pausa ─Pero en su tomografía descubrimos algo desalentador

─¿Que, doctor?─ lo interrumpió, el guardo silencio y trago saliva

─Tiene glioblastoma terminal.

─¿Perdón doctor?─ pregunto desconcertada

─Es un tipo de cáncer que afecta el cerebro y el sistema nervioso, me temo que en la etapa que está no hay nada por hacer, solo podemos darle tratamiento para terminar sus últimos días en tranquilidad.

─Voy a morir─ mencionó frustrada

─Sera mejor que para la próxima consulta venga acompañada.

─¿Cómo es posible que tenga este tumor sin haberme dado cuenta?.

─Generalmente se manifiesta con fuerte dolores de cabeza, sensación de cansancio y pesadez de las extremidades.

Nathalie en ese medio segundo conecto todo, siempre creyó que su mal estar se debía a los pedidos alocados de Gabriel, a su maltrato y cansancio mental, pero en realidad estaba muriendo, y todo era su culpa, de no estar bajo tanta presión, ella se habría dado cuenta antes y tal vez y solo tal vez podría haber tenido una oportunidad de seguir viviendo.

─Le repito, la proxima vez venga acompañada─ menciono al verla distraída

─Entendido doctor.

Cuál condenado se levantó del asiento y salió de ahí, sus pies le pesaban, cada paso era una tortura, sentía como si cargará una mochila llena de ladrillos

Al llegar a una esquina y al estar esperando que el semáforo cambie a verde, la ejecutiva largó un enorme grito, en su cabeza se reflejaba Gabriel y sus exigencias, sus gritos, sus insultos; el era su verdugo y lo peor era que pasaría sin pena ni gloria, el la reemplazaría con la siguiente idiota que fallara la prueba y la esclavizaria tal y como hace con ella.

─Si voy a morir. . .ese bastardo merece que alguien lo ponga en su lugar.

Nathalie sonrió, estando el semáforo en verde cruzo la calle y se fue hasta su casa con rapidez, allí pensó todo, escribió su carta de renuncia y luego empezó a buscar un par de cosas en su departamento.

Primero: busco su ropa,su atuendo consistía en una calza negra, unas botas estilo militar también negras, un suéter de cuello de tortuga, obviamente negro y una campera por supuesto, negra. Para cerrar su look y evitar ser reconocida, se colocó una gorra, por si no adivinaron, la gorra también es negra.

Segundo:Fue hasta la sala del encargado del edificio, y le pidió prestado un martillo, ella tenía planeado amenazar a Gabriel con el y asustarlo hasta que esté pida clemencia.

Tercero: fue hasta el supermercado a comprar arándanos, Gabriel los odiaba, ella los amaba, asique su gran venganza era hacer que este los coma mientras le suplicaba por su perdón.

Finalmente se hizo de noche, la ejecutiva tomo una pequeña mochila negra en donde puso el martillo, las bolsas con arándanos, y salió de su hogar, en la puerta de su casa había un auto estacionado, el cual rento para poder conducir hasta la casa de verano en la cual Gabriel se encontraba en este momento.

En el caminó recibió una llamada del vice director Fathom, este la llamo para felicitarla por haber permanecido un año al lado de Gabriel y le comento que este le extendía un paquete de vacaciones comenzando desde ahora, y que duraban hasta que Gabriel se reincorporara en el trabajo.

La ejecutiva agradeció y siendo cordial con Fathom colgó la llamada. Lo que duró está fue lo que tardo en llegar hasta la casa de verano de Gabriel, en donde esté estaba de vacaciones.

La mujer rápidamente estacionó en la entrada y brincando el portón de la entrada, para asi ingresar en la residencia. En el interior Gabriel tenía todo apagado, el justamente terminaba de bañarse.
Con tranquilidad camino por la sala de estar, mientras secaba su cabello, pero su tranquila noche fue interrumpida por un ruido inesperado.

─¿Hola?.

Pregunto atónito mientras miraba hacia la puerta de entrada, el estaba solo, pero el ruido venía de ahí, era como si algo pesado tratara de ser sigiloso.

De repente la puerta se abrió, mostrando la figura encubierta de Nathalie, quien hasta ahora era una desconocida. La mujer camino con rapidez, se paró frente al diseñador y mostró el martillo. Gabriel no lo pensó dos veces y ante el ataque grito como una niña pequeña.

Tras escuchar el alarido, Nathalie se bloqueó, ella no era una mala persona, se quedó ahí estática mirando como Gabriel temblaba y pedía clemencia, su venganza había sido más rápida de lo que creía, pero dicho retraso hizo que el hombre levanta la vista y descubra quien era su atacante.

─¿Sancoeur?─ grito, ella regreso a la realidad y retrocedió ─¿Estás loca?─ pregunto anonadado

─No─ suelta el martillo ─¡Voy a morir!─ grito y saco la carta de renuncia de su bolsillo, estampandola contá su pecho

─¿Y eso a mí que me importa?─ se cae, ella toma los arándanos y se los lanza ─¿Estás demente?─ ve los arándanos y siente asco ─¡Yo me voy a encargar de matarte!─ se levanta

Nathalie se asusta e intenta escapar pero el la toma del brazo haciendo que no pueda huir.

─Como te atreves a lanzarme esa porquería.

─La porquería eres tu─ lo empuja ─Maldito bastardo, todo es tu culpa, te odio─ llora ─Inhumano, idiota, ¿que acaso no tienes sentimientos?

─El mundo no se mueve a razón de sentimientos, y ahora tu vas a pagar está impertinencia.

Nathalie ve odio puro reflejado en los ojos de Gabriel, eso la atemoriza, haciendo que escape de la casa. El diseñador la sigue y quiere intentar atraparla, pero la mujer es más rápida, ella se sube al auto y se aleja con rapidez.

El diseñador se queda ahí parado viendo como el auto se aleja, estaba muy enojado, tanto que ingreso en el interior y toma su teléfono para llamar a su asistente.

─Maldita loca, no creas que con despedirte me voy a conformar, te voy a enviar a prisión, voy a hacer que te pudras ahi─ sale nuevamente a la calle y mira en la dirección en la que ella había escapado ─Llamare a mis contactos en tránsito, voy a averiguar dónde vives y cuando menos te lo esperes voy a hacer tu vida un infierno

─¡Ya es un infierno gracias a ti, maldito!─ grito mientras sus ojos se llenaban de lágrimas

─Ya verás, lo que es el verdadero infierno, te lo. . .

La voz de Gabriel deja de oírse, Nathalie frena de golpe, intenta hablar con el pero no recibe respuesta, en eso se siente un ruido que la ensordece, parecía como un auto frenando. La comunicación termina, la mujer se preocupa y da la vuelta, sin entender porque volvía a ver si la persona que más odia en toda su vida, se encuentra bien.

Miraculous: ¿Novia O Secretaria?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora