Miraculous: ¿Novia O Secretaria?

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La entrevista se había llevado a cabo, todo marchaba bien, hasta que el reportero hizo una pregunta que no debía, Gabriel, demostrando sus dotes actorales, fingió descompensarse, preocupando a todos en el lugar, incluso a Nathalie, quien corrió despavorida a ayudarlo.

Con la entrevista cancelada y Gabriel en la sala de descanso, lejos de los demás empleados, Colt y Nathalie tuvieron un tiempo a solas para poder conversar.

—Debemos hablar seriamente— comentó el, ambos estaban en su oficina, Colt tenía un semblante serio y distante

—¿De que quiere hablar?.

—Seré directo señorita Sancoeur. . .

El hace una leve pausa, que para ella fue una eternidad, los nervios en ese segundo se la comieron viva, estaba tan nerviosa que ya comenzaba a sudar.

—Encontré esto— enseña la carta de renuncia —La policía habló conmigo, hicieron preguntas, creo que queda más que obvio que usted no es la prometida del señor Agreste

—Vicepresidente. . .yo

—No quiero explicaciones, entiendo a la perfección que Gabriel es alguien difícil de tolerar. . .¿pero no le parece que arrollarlo con un auto y luego engañarlo fingiendo ser su novia, no es demasiado?

—¡No hice eso!— grito —Le juro por mi vida que no lo atropelle, el señor Agreste hablaba conmigo cuando sucedió el accidente, pero solo me estaba diciendo lo mucho que se iba a vengar de mi por haber ido y asustarlo. . .estaba demasiado lejos de él, jamás pude haberlo accidentado

Colt ríe, y rompe la carta, Nathalie lo observa sin comprender absolutamente nada, creía que el iba a llamar a la policía y entregarla.

—Mire. . .vi como lo estuvo cuidando estos días. . .le tiene un enorme cariño a pesar de las cosas horribles que escribió en su carta de renuncia, además no la veo capaz de asesinar a alguien— Nathalie suspira —Continúe cuidando de Gabriel mientras investigo y encuentro al verdadero culpable, no puedo hacer ambas cosas

—No debe preocuparse vicepresidente, haré todo lo que este a mi alcance para cuidarlo bien.

—Continúe así señora Agreste— la contraria se ruboriza —Por el momento, las cosas deben seguir como estan

Dicho esto la ejecutiva salio de la oficina, camino lentamente hasta la sala de descanso, entró, reviso a Gabriel, este seguía dormido o eso fingía, al verlo así decidió dejarlo tranquilo e irse, al salir, su teléfono sonó, nuevamente la llamaban del hospital, insistiendo para que vaya a consulta para tratar de empezar un tratamiento con la esperanza muy baja de que pueda curarse. Sin ánimos, ni esperanzas, salió de la empresa a caminar, para aclarar su mente.

Mientras tanto, a unas cuantas manzanas cerca de la sede de la marca Gabriel, en un pequeño restaurante, se estaba llevando a cabo una reunión ultra secreta, el club de secretarias despedidas entraba en sesión.

Seguro ustedes se preguntan de que trata este club, bueno, sencillamente, de las ex secretarias de Gabriel, las cuales no aguantaron la presión de sus exigencias, renunciaron a pocos meses de trabajar, y ahora tenían empleos mediocres, con un sueldo bajo y una alta carga horaria.

—¿Donde se metió Claudine?— bufo una de las presentes mientras miraba su reloj

—Tranquila Anarka, debió llevar a su hijo a la escuela por eso esta retrasada— respondió una mujer con tranquilidad

—Lo se Caline, pero Audrey esta por llegar, quiero que nos cuente todo a las tres juntas, sino después Claudine no nos va a creer.

—Es demasiado bueno para ser real, quien habrá sido el justiciero que se animo a pasarle por encima a ese mal nacido

—¡Ya llegue!— grito Claudine desde la entrada, estaba agitada y con el rostro sudado, parecía que vino corriendo —Tuve reunión de padres, fue un lío, pero ya llegue, ¿Audrey se fue?

—Aun no llego tonta— la empuja dentro —Siempre es lo mismo contigo, por eso a partir de ahora siempre voy a llegar tarde

Las dos ingresan y toman asiento, las tres ex secretarias miran con atención a la aclamada diseñadora.

—Todo lo que dicen las noticias es cierto, alguien quiso matar a Gabriel. . .al principio creí que uno de sus planes al fin había salido bien, pero lo pensé bien, y era demasiado bueno para ser verdad, la policía investiga, aún no se sabe nada, pero Gabriel no está como siempre, es extraño y su sucretaria esta aun más rara.

—Una pena que no tuvo suerte— mencionó Claudine

—¿Y si nosotras terminamos el trabajo?— acotó Anarka

—No sean idiotas— se sumo Caline —Ya le dieron su merecido, casi lo matan, debe ser por eso que esta raro, vivir algo así no debe ser fácil, creo que nosotras deberíamos olvidar todo y seguir adelante— Audrey se ríe

—¡Ni loca!— replicó Anarka —Ese mal nacido me hizo demasiado como para dejarlo ir así nomas, tiene mucho porque pagar

—Un último susto— acotó Claudine

—Hoy Gabriel va a dar una conferencia de prensa presentando su nueva colección, tal vez sea su oportunidad— se levanta —Pero yo creo que van a fracasar como siempre, por algo perdieron su empleo— ríe y se va

—Esa tonta, vamos a demostrarle de lo que somos capaces— Bufo Anarka

—¿Y que podemos hacer?— pregunto Caline con inquietud —Esos eventos están siempre llenos de gente y ni hablar de la prensa, quedaremos expuestas

—Algo se nos va a ocurrir, pero me encantaría dejarlo en ridículo frente a todos

Las tres amigas ríen pensando en todo lo que podían hacer para que Gabriel quede como el asme reír frente a todo el mundo, el único obstáculo era no exponerse para que después el diseñador no descargue toda su ira contra ellas.

A todo esto, Nathalie visitaba el hospital, no tenía mucho ánimo para hacerlo, pero no tenía más opciones, debía afrontar su situación de una vez aunque ya estuviera todo dicho.

Después de hablar con el doctor y conversar sobre un esquema de tratamiento preventivo, Nathalie se encerró en su habitación, lloro todo el tiempo que estuvo ahí, cuando se re compuso, tomó un pequeño cuaderno qué hay ahí y comenzó a escribir, ella no se animaba a hablar con su familia y amigos sobre su condición, pero quería dejar una explicación pasa cuando su sorpresivo deceso los golpeara.