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Gabriel despertó, tenía mucho mal humor, había conseguido dormir únicamente dos horas, estaba tan enojado por tener que aguantar a esa mujer, que el sueño se purgo enteró de su cuerpo, por otro lado, Nathalie estaba radiante, su venganza hizo que pudiera dormir como una bebé, algo que no podía hacer desde que se enteró el horrible pronóstico qué tanto la atormenta.             

—Buenos días señor Agreste.

Saludo Nathalie, con una hermosa sonrisa apenas vio que el platinado ingreso a la cocina, este contesto de la manera más cordial que puedo, ella se giró, tomó un plato y una taza y le acerco el desayuno al millonario más excéntrico e importante de la ciudad.

—Gracias.

Musito este y se puso a comer, luego empezó a masticar lento, Nathalie había abierto la heladera y el olor del pescado qué ella guardaba en su interior, inundó el espacio, revolviendo automáticamente el estómago del hombre.

—Aquí tienes cariño, miel, para tu pancake— sonríe ampliamente 

Gabriel se levantó y como pudo corrió al baño, finalmente vomito, de fondo, la ejecutiva reía en silencio, tapando su boca con la mano para que nadie pueda ver su expresión, estaba extasiada, años de malos tratos, exigencias e insultos, estaban lentamente siendo saldados con esta pequeña y lenta tortura que ella le estaba haciendo.

—¿Estas bien cariño?— se acerca al baño y ve al diseñador lavar sus dientes —¿Que es lo que te tiene tan mal?

—Estoy bien, no te preocupes.

—¿Seguro?, sino debo decirle al vice director Fathom que cancele la entrevista.

—Estoy perfecto, vamonos de una vez.

Nathalie asintió, se levantó y tomó las llaves del auto de una repisa, luego salió de la habitación y en un santiamen regreso con dos muletas, se las entrego al hombre y luego ambos salieron del lugar

Rápidamente abordaron el automóvil y la mujer condujo tranquilamente hasta la empresa, el ambiente era tan silencioso que prácticamente se podía escuchar el latido del corazón de ambos.

—No entiendo que sucedido, me preocupa que te hayas sentido tan mal de repente— comento para romper el hielo —Pero no te preocupes, te traje el almuerzo, creo que tu problema es hambre, cuando degustes el filete de pescado con arroz qué te traje vas a estar mejor— sonríe con malicia, él tiene una arcada 
—Bueno, final del viaje

Nathalie estaciona, el personal de seguridad se acerca para llevar el vehículo a la cochera, la mujer rodea el auto y ayuda a Gabriel a bajar de él. Ambos entran, el edificio era enorme, lleno de trabajadores, prendas, fotógrafos, periodistas y demás, parecía ser un pequeño mundo, pero a la vez gigante.

Gabriel comenzó a caminar, todo el mundo paraba su actividad y lo saludaba, él acostumbraba a pasar sin mirar a los demás, pero esta mañana decidió hacer lo contrario y responder a todos y cada uno de los saludos, los demás quedaban atónitos, y no entendían que sucedía, Nathalie por su parte quería matarlo, Colt había sido claro, nadie debía darse cuenta que Gabriel tenía falta de memoria.

Después del extenso camino a la oficina del platinado, ambos ya se encontraban dentro, Gabriel se sentó en su escritorio y suspiro aliviado.

—¿Recuerdas algo?— pregunto ella con duda, para su seguridad él debía seguir en blanco por mucho tiempo o la furia del Agreste la haría pagar mucho antes que su cáncer 

—Nada. . .¿segura que esta es mi oficina?.

Nathalie estaba por responder pero en ese instante el vicepresidente Fathom entro interrumpiendo el momento que estos tenían.

—Señor Agreste, gran día el de hoy, todos esperaban su regreso, no se habla de otra cosa.

—¿Por que me hablas así?— replicó cortándolo en seco, los contrarios se miran —¿Acaso no somos buenos amigos?

—Si— sonríe nervioso —Pero tu prefieres que nos tratemos así en el trabajo, más profesionalismo según tu 

—Entiendo. . .

—¿Algún recuerdo?— Gabriel niega —Bueno tu entrevista para comentar sobre el accidente y tu recuperación será al medio día en nuestra terraza, así no estas tan nervioso 

—No lo estoy— replicó  

—Me alegro. . .ten, te compre un nuevo teléfono.

Gabriel lo toma, y en ese instante la puerta de la oficina se abre con estruendo.

—¡Señor Agreste!— grito un hombre, se trababa del diseñador adjunto Bourgeois, trabaja desde el inicio de la marca y le tiene un gran aprecio a Gabriel, aunque no sea mutuo —El alma se me salio del cuerpo, estuve sin respirar— se arrodilla a su lado —¿Como es posible que me hayan hecho esto, está usted bien, le hicieron algún daño? 

—Andrè Bourgeois, diseñador adjunto, cuarenta años, una hija , su esposa es más joven y lo dejo por otro hombre , actualmente es reside en Nueva York, es uno de mis más leales trabajadores. . .¿tu madre falleció hace poco tiempo cierto?— Nathalie y Colt se miran anonadado, Bourgeois llora

—Mi querido señor Agreste, no creí que me tenia tan presente, estoy emocionado, perdón, conmovido.

—Es algo que memorice, nada por que asombrarse— sonríe 

—¿Andrè. . .no tenias trabajo qué hacer?. . .vamos te acompaño—  lo toma del brazo 

—Antes de que te vayas. . .¿pudieron restaurar la información que tenía en mi viejo celular?.

—Me temo que no, se destruyó en el accidente, por eso te di ese. ¿Hay algo que necesites?.

—Si, en el celular debo tener la foto del día en el que me comprometí con mi novia— comenta con desilusión 

—¿Novia?— pregunto Andrè —¿Tiene novia?— el asiente —Señor espero ser algún día tan afortunado como para conocer a la mujer con la que decide pasar sus días 

—Pero ya la conoces— Nathalie tiembla, Colt intenta frenarlo pero no lo logra a tiempo ─Aquí esta— señala a la pelinegra, esta sonríe muerta de nervios, Andrè parpadea y se friega los ojos 

—Mejor nos vamos— Colt lo toma de un brazo y se lo lleva 

Afuera los dos hombres se quedan hablando unos segundos antes de salir del piso exclusivo para la oficina de Gabriel, el cual está libre de empleados.

—Ahora todo tiene sentido, las demás secretarias no aguantaban más de tres meses, pero Nathalie duro un año porque es su novia, yo sabía que había algo que no cuadraba.

—Ahora que lo sabes quiero tu discreción, no pretendo que haya rumores mal intencionados del presidente de la marca saliendo con su asistente, dejemos que ellos revelen su relación cuando lo crean conveniente.

—Soy una tumba— hace una seña sobre su boca como si cerrará una cremallera 

—Espero así sea.

Los dos se alejan caminando y dejan el piso para ir cada uno a su actividad, por su parte Nathalie dejo solo a Gabriel y se retiro para hacer unos encargos y preparar todo para la entrevista que iba a ser dentro de unas horas, todo debía salir bien para que así nadie sospeche de la condición médica del diseñador.

Miraculous: ¿Novia O Secretaria?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora