Un día como cualquier otro en Tokio, la gente caminaba hacia sus respectivos trabajos y otros a sus escuelas. Como siempre Tokio un lugar concurrido.Bonten no era la excepción, tenían a su gente moviéndose de un lado a otro porque hoy tenían una reunión con uno de sus socios para hablar sobre la mercancía que iba a llevar en esa semana.
Y como había un pequeño con ellos, uno tenía que quedarse para cuidarlo ¿quién sería el afortunado?.
Estaban entre Kakucho o sanzu para que lo cuidarán, y aunque el pequeño quería que sanzu lo cuidará, los demás dudaban de él así que termino cuidándolo Kakucho.
— bien Chisāi ¿qué quieres hacer? —pregunto con una sonrisa.
— ¡juguemos al chefs! —sonrió con emoción.
— vale.
\ ♪ ♩
*: (=*:*) :* ♫ ♪
•.. (,(”)(”)¤°.¸¸.•´¯'»
((((|̲̅̅●̲̅̅|̲̅̅=̲̅̅|̲̅̅●̲̅̅|)))) ...........Cuando el pequeño dijo al chefs el pensó que era de mentiras, no literalmente ir a la cocina y cocinar.
— Chisāi tienes que ponerte el delantal —regaño.
— ¿¡porque!? —chilló inflando sus mejillas.
— los chefs usan los delantales —se excusó.
— ¿enserió? —
— enserió —ni él lo sabía pero si así se colocaba el delantal todo funcionaban.
Y así el pequeño se colocó el delantal, porque el quería ser un chefs profesional.
— ¡listo! —sonrió feliz— oh, Kaku podrías ayudarme —.
— claro —se acerca al pequeño y le hace un nudo al delantal— listo ya está—.
— gracias! —.
— de nada Chisāi.—desordena los cabellos del ya mencionado— ¿qué vamos a preparar? —pregunta mientras acomoda las cosas.
— vamos a hacer galletas —sonríe para luego borrarla— no, galletas ya hice...—.
El pequeño se coloco a pensar en que hacer, para luego dar un saltito de alegría.
— ¿ya lo tienes? —pregunta.
— ¡si! —sonríe—¡Haremos ponquesitos!—mira al mayor quien asiente.
— perfecto.—desordena los cabellos del pequeño.
\ ♪ ♩
*: (=*:*) :* ♫ ♪
•.. (,(”)(”)¤°.¸¸.•´¯'»
((((|̲̅̅●̲̅̅|̲̅̅=̲̅̅|̲̅̅●̲̅̅|)))) ...........No tardo mucho en que la cocina se volvió un desastre.
— ¡Chisāi deja la harina! —exclamó mientras le quedaba la dichosa harina.
— pero—
— nada de peros —colocó la harina en otro lado— tienes que leer las instrucciones antes de preparar algo —.
El pequeño infló sus mejillas en queja.
— pero si leí las instrucciones!—se quejo.
— ¿así? —el pequeño asiente— ¿cuando había que echar de harina?—.
— 350 gr de harina —dice— o media taza según la otra receta—.
ESTÁS LEYENDO
𝘕𝘶𝘦𝘴𝘵𝘳𝘰 𝘱𝘦𝘲𝘶𝘦ñ𝘰 𝘭𝘶𝘤𝘦𝘳𝘰 -bonten
Fanfictionquien diría que personas tan crueles como son los altos mandos de bonten se encariñarian con un pequeño niño .