¿pequeñín?♣︎

219 22 3
                                    

Los rayos del sol se asomaban por la gran ventana del cuarto del pequeño, quien aún no se a levantado aunque eso fuera raro ya que el pequeño siempre es quien se levanta primero que todos y no solo eso también los levanta.

Cosa que no paso hoy.

Eso extraño bastante a los altos mandos de Bonten, así que mandaron a sanzu a que fuera a ver si el pequeño estaba enfermo o algo.

Este sin quejas fue al cuarto del niño para ver que sucedió con el niño y si estaba enfermo.

Sanzu entro al cuarto del pequeño de forma silenciosa por si el niño aún dormía y al parecer si, el bulto en la cama dejaba claro que el pequeño seguía dormido.

oe —soltó mientras se acerca a la cama del pequeño—ya es hora que te despiertes —movió un como al niño.

Se escucho un gruñido proveniente de aquel bulto, aquello sorprendió y extraño al pelirosa. 1 porque el niño le gruñó y este nunca hace tal cosa.

¡mocoso levántate! —movió al niño de manera más brusca.

¡deja de joder! —las cobijas se removieron dejando ver no al pequeño si no aún adolescente.

Los ojos de Sanzu se abrieron en grande mientras miraba fijamente al chico frente a él, en las mismas se encontraba el chico que no paraba de mirar a sanzu.

que mierd—no pudo seguir hablando cuando sanzu lo tomo por el cuello y lo tumbo.

El chico comenzó a forsajear para sacarse de encima a sanzu quien tenía intenciones de matarlo. En el momento preciso el chico tumbo a sanzu asiendo que cambien posiciones quedando el sobre el pelirosa.


¡sanzu cálmate Dios! —dice aún afirmando su agarre.

¡quien coños eres! ¡como putas entrantes! y más importante ¡que haces en el cuarto del niño! —le gritaba mientras se
zafaba.

no es obvio Chiyo ¡por que soy ___ sano! —bufa con molestia.

si claro y yo el rey de España —escupe con enojo.

De una patada tumba al chico y lo termina acorralado.

¡que soy yo joder! —gruñe—mírame bien Chiyo —toma el rostro del pelirosa y lo acerca al suyo.

Sanzu estaba a nada de golpearlo pero se quedó mirándolo a los ojos, el conocía ese extraño brillo que emitían esos ojos.

El chico al notar eso sonrió feliz mientras sus mejillas se tornaba un rojo leve.

veo que ya me crees —suelta una risa.

¿pero que demonios?

—¿pero que demonios?

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
𝘕𝘶𝘦𝘴𝘵𝘳𝘰 𝘱𝘦𝘲𝘶𝘦ñ𝘰 𝘭𝘶𝘤𝘦𝘳𝘰 -bonten Donde viven las historias. Descúbrelo ahora