𝘕𝘶𝘦𝘴𝘵𝘳𝘰 𝘱𝘦𝘲𝘶𝘦ñ𝘰 𝘭𝘶𝘤𝘦𝘳𝘰 -bonten

guardería ♣︎

Era un día soliado y bastante lindo en tokyo. Nada podría arruinar un día así.

A excepción que sea un lunes, como no odiar los lunes ¿ y sabes quien odia los lunes? El más joven de todo bonten, quien se negaba a ir a la guardería.

– pequeño ven aquí! –grita el mayor de los Haitani.

– no! –Corre a las escaleras a todo lo que le dan sus pequeñas piernas– ¡no pienso ir! –grita desde arriba de las escaleras.

– ven aquí en este instante jovensito –Regaño Rindo.

El menor volteo a verlo solo para sacarle la lengua y salir corriendo.
Esto iba a ser una mañana larga, por alguna razón el pequeño no quería ir al colegio y eso era raro para los mayores, ya que siempre se mostró emocionado por ir .

– ese niño me va a sacar las canas que no me sacaste tu –Soltó mientras se soba la frente.

– yo de pequeño no era problemático –Bufó mirando a su hermano con indignación.

– eso dices tu. –dicho eso se alejó de su hermano y comenzó a subir las escaleras para ir tras el pequeño.

Rindo no se quedo a tras y subió también las escaleras para buscar al menor para así irse ya a la guardería.

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Tras unos minutos buscándolo, Ran encontró al menor escondido en el cuarto de los empleados.

Este se acercó al pequeño a paso lento para que este no lo notará.

– no quiero ir a la guardería –Su objetivo de no ser notado fue descubierto.

– ¿ porqué no quieres ir ? –pregunto mientras se sentaba al lado del pequeño.

El pequeño se quedó en silencio.

El mayor miro  al pequeño para tratar de descifrar el porqué no quería ir.

– ¿hay algo que no quieres decirme?–Volvió a preguntar.

El menor volvió a quedar en silencio.

Ran solo soltó un suspiro, acaricio el cabello del pequeño para que este colocará su atención en él.

– bien. –le sonrió al pequeño al tener su atención– dejemos de caras largas y vamos a la guardería –removió sus cabellos.

– te llevaremos nosotros –sonríe.

– ¿de verdad? –lo miro con los ojos llenos de brillos.

– ¡ claro que si ! –lo abraza– hasta iremos a buscarte –le asegura.

Apenas decir eso el niño se levanta alegre y va por su mochila para ir a la guardería.

– Jajajaja –suelta una risa.

Había conseguido que el pequeño quisiera ir a la guardería.

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– listo para la guardería?–pregunto Rindo.

– sii! –Soltó con emoción.

Ya se encontraban en el auto conduciendo a la guardería del menor quien estaba todo emocionado, no por ir a la guardería, sino porque porque lo llevaban sus chicos favoritos aunque no lo decía porque no quería hacer sentir mal a los demás chicos.

– ya casi llegamos –Soltó Ran quien era el que conducía.

El pequeño solo asintió para seguir moviendo su cabezita mientras tarareaba una canción

– ya llegamos –Comentó Ran deteniendo el auto al frente de la guardería.

Rindo se bajo para luego abrir la puerta donde se encontraba el pequeño para cargarlo.

Detrás de él estaba Ran quien los seguía por detrás.

Las señoras murmurando no hicieron falta, ya que casi nunca habían visto a aquellos hombres y menos con el pequeño.

– usted es la maestra de nuestro pequeño? –pregunto Ran.

La mujer volteo encontrándose con aquellos hombres, solo pudo temblar en su lugar.

– s-si –Comentó entre nervios.

– cuídalo bien –Soltó Rindo bajando al menor de sus brazos.

La mujer sólo volvió a asentir con algo de miedo.

– tu cuídate bien mi niño –dijo mientras acariciaba la cabeza del pequeño.

– adios mi niño –Soltó Ran jalando su mejilla– vendremos por ti más tarde –le aseguro.

El menor asintió con una sonría

– adiós pequeño –.

– adio! –abrazo de la pierna a ambos chicos– los quiero mucho! –sonríe.

Ambos chicos se les derritió el corazón al escucharlo .

– nosotros también te queremos –ambos le besan la mejilla y lo dejan con su profesora.

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Ya era hora de recoger a los pequeños de la guardería.

El pequeño se encontraba jugando con uno de los peluches que había traído, mientras que la mayoría de los niños ya sus padres le habían buscado.

– hola disculpe –un hombre había llegado a la guardería.

– si dígame? –se asomo la mujer para ver de quien se trataba– oh! Señor Takeomi –íso una reverencia.

El pequeño volteo al escuchar el nombre de "Takeomi".

– vine por el pequeño –comenta.

– claro ! –asiente– pequeño sano vinieron por ti –Soltó la mujer acercándose al pequeño.

El menor asiente y va por sus cosas, sus peluches y su bolso de ranita. El menor llega al lado de Takeomi y extiende sus brazos para que lo cargue.

–que les vaya bien –desea la mujer.

El mayor asiente y se va con el menor.

El menor se quedo callado hasta llegar al auto y ser sentado en su haciendo .

– porque no vino Randi o RinRin –murmuró el menor.

– lo siento nene pero están ocupados con el trabajo que les dejo mickey –comenta– por eso vine yo por ti –miro de reojo al pequeño.

–esta bien–dijo en un murmullo.

Los ánimos del pequeño bajaron rápidamente y paso a estar desanimado, había esperado que ambos hermanos lo fueran a buscar y así poder pasar un rato con ellos.
Pero lamentablemente no se pudo.

Takeomi no le gustaba verlo desanimado así que lo llevaría al restauran que le guata

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