Aclaración que en el sueño de los demás son mayores de edad.
En el Omegaverse, "cachorros" se refieren a hijos.
Yo para referirme a un Alfa o una Alfa mujer q tienen hijos uso el término "papá". Y en el Omega uso el "mamá", sé que a algunas personas les molesta que usen pronombres femeninos con los Omegas hombres. Lo siento si les molesta, no lo hago con la intención de feminizarlos, sólo que para mi tiene más sentido llamarlos así.
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Todos dormían pacíficamente, soltando leves ronquidos, soñando.
Por el lado de Tanjiro, soñaba con su familia.
#1 - Tanjiro Kamado
Hacía un terrible frio, toda la montaña estaba cubierta de nieve. Tanjiro jadeaba, con un notable cansancio. Caminando sin rumbo alguno, perdido.
De un momento a otro, reaccionó. Sacando su katana.
- ¿En dónde estoy? ¿Qué fue lo que ocurrió? - mirando a todos lados. - Cálmate, tranquilízate. Sólo respira - pensó.
Escuchó pasos detrás suyo, alerta volteó rápidamente. Pero vió a... Sus hermanos?
- ¿Oh? ¡Mira! - dijo el pequeño niño.
- ¡Nuestro hermano volvió! - habló la niña.
- Hermano mayor, ¡bienvenido! - dijo el pequeño con felicidad.
- ¿Vendiste el carbón? - preguntó la pequeña.
Tanjiro se relajó, bajando su katana. Miró a sus hermanos por unos segundos, soltó un suspiro, dejando caer por completo su katana. Corrió hacía sus hermanos rápidamente, casí tropezando. Los abrazó mientras comenzaba llorar, cayendo los tres al suelo.
- ¿Hermano estas bien? -
Tanjiro no respondió, abrazaba con fuerza a sus pequeños hermanos. Los había extrañado, mucho.
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Por el lado del demonio de nombre Enmu, se encontraba parado arriba del tren.
- Morir mientras duermen en un bello y plácido sueño, es algo tan espléndido. No importa que tan poderosos sean esos cazadores de demonios. Lo que impulsa a todos los seres vivos, es su corazón, y su alma - su mano regresó a él. - Lo único que tengo que hacer es destruir su núcleo espiritual, y luego matar sus cuerpos vacíos, a excepción de ella, claro. El corazón de todos los humanos funciona igual, es como una hermosa esfera de cristal. Algo lastimosamente quebradizo - decía mientras sonreía.
Por el lado de los niños, amarraban a los cuatro Omegas, dejando que la Alfa sola, para que durmiera.
- ¿Lo único que tenemos que atarle, es la muñeca? -
