-𝟎𝟏𝟐

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Me saltare algunas partes del anime, para no hacer ni tan aburrido, ni tan largo la historia.

Pequeña alerta de una escena subida de tono en el sueño de Zenitsu, no es larga, ni tan explícita.

Capítulo largo, en forma de pedirles perdón por haber desaparecido.

"El mundo de los sueños en el que los jovenes estaban, no es infinito

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"El mundo de los sueños en el que los jovenes estaban, no es infinito. Es un círculo que parte del soñador quien se encuentra en el centro. Afuera de ese círculo, está la zona del inconsciente, y es ahí donde se localiza su núcleo espiritual. Si destruyen el núcleo del soñador, él dejará de existir. "

Esas fueron las palabras dichas por Enmu hacía los niños.

Por parte de la joven de haori verde, buscaba con algo de prisa aquel dichoso núcleo. En sólo unos minutos, lo encontró.

– Aquí está. Aunque el paisaje continúa más allá, no puedo seguir avanzando. – sacó un pequeño cuchillo. – Tengo que destruir el núcleo espiritual de ese sujeto rápidamente – y sin pensarlo dos veces, comenzó ha abrir el lugar que la llevaría al núcleo espiritual. – ¡Yo también, quiero que el señor me haga soñar cosas hermosas! – y logró abrirlo por completo.

En ese lugar habían llamas por doquier. La joven comenzó a caminar por ese lugar, viendo cuidadosamente sus alrededores.

Que área de inconsciencia tan extraña. Que calor – pensó. – Todo esta en llamas. Debo apresurarme. – comenzó a correr.

Corrió y corrió hasta que por fin encontró lo que buscaba.

Lo encontré, el núcleo espiritual. Es la primera vez que veo uno rojo. Si ahora mismo lo destruyo... ¡Podré soñar! –

Cuando estaba por apuñalar el núcleo, fue detenida por el pilar de la flama. El Omega la tomó del cuello a la joven, impidiéndole respirar.

Creí que ningún ser humano se movía si estaba bajo la técnica del demonio – repentinamente cayó al piso. – Sintió mi presencia con su instinto

Tanjiro Kamado

– Muy bien. Tanjiro, hoy voy a preparar tus galletas de arroz favoritas, ¿quieres? – preguntó su madre.

Tanjiro quien se encontraba jugando con su hermano menor respondió de inmediato.

– Ah, ¿sí? – con una sonrisa.

– Es que, ayer sobraron muchos pasteles de arroz – dijo su madre.

– ¿Oíste eso, Rokuta? ¡Galletas de arroz! – tomó de las manos a su pequeño hermanito.

– ¡No es justo! Mamá, Tanjiro no es el unico al que le gustan las galletas – dijo su hermano algo indignado.

– ¡A mi también me gustan! – levantó su mano su hermana pequeña.

𝐃𝐄𝐌𝐎𝐍𝐈𝐎 𝐃𝐈𝐅𝐄𝐑𝐄𝐍𝐓𝐄 | KNY Donde viven las historias. Descúbrelo ahora