Todo el mundo sabe que el Demonio Sparda tuvo hijos gemelos, Vergil y Dante. Sin embargo, sin que todos lo supieran, Sparda tuvo un tercer hijo con otra mujer. T/N T/A, un hombre que pasa sus días como cazador de demonios. ¿Qué pasará cuando su medi...
Entré a la torre y me encontré en una gran sala circular, había extraños trozos de hielo con marcas que mostraban signos de una batalla que había ocurrido aquí recientemente, sin embargo, no había nadie presente en ese momento.
(Esta es la habitación donde Dante lucha contra Cerberus, sin embargo, esa batalla ya terminó en este punto ya que T/N llegó a la torre unos minutos después de Dante.)
En el otro extremo de la habitación había otra puerta grande, para mí estaba claro que esa era la única manera de adentrarse más en la torre. Abrí la puerta y me encontré en otra habitación grande, ésta tenía escaleras de caracol, todas las cuales conducen hacia arriba.
Mirando alrededor de la habitación, murmuré para mis adentros.
T/N: ¿Qué es este lugar?
Continué mirando a mi alrededor en la misma habitación y agregué.
T/N: Supongo que simplemente subo desde aquí.
Sin embargo, antes de que pudiera moverme, de repente hice una voltereta frontal, esquivando por poco el movimiento de una guadaña.
Aterricé de pie y me giré para ver un Demonio parado detrás de mí, aunque este era mucho más grande que cualquiera de los que había enfrentado hasta ahora, aunque no parecía que fuera a ser un gran desafío.
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Saqué a Eclipse una vez más y hablé en un tono aburrido.
T/N: Terminemos con esto, ¿de acuerdo? No quiero perder demasiado tiempo contigo.
Con eso, corrí hacia adelante con Eclipse.
Levantó su guadaña para bloquear el ataque, sin embargo, rápidamente retrocedí y corté nuevamente con Eclipse y logré cortar al Demonio en el torso, lo que provocó que dejara escapar un grito ensordecedor. Le di una patada al pecho permitiéndome recuperar algo de distancia.
Rápidamente saqué a Cinder y disparé varios tiros al pecho del Demonio hasta que de repente desapareció en una voluta de humo negro. Se reformó a mi lado y de hecho logró cortar mi brazo causando que solo sangre un poco, levanté mi arma y dije
T/N: ¡El juego termina aquí!
Disparé varios tiros más a la cabeza del demonio hasta que finalmente, así, finalmente murió y se desintegró en la nada.
Mirando hacia donde el Demonio había estado anteriormente, contuve el aliento nuevamente por un momento. Debo admitir que me sentí bastante extraño en esta torre, había algo en ella que me ponía nervioso y que me parecía "extraño".
Simplemente descarté la idea, sin embargo, de repente, un COHETE vino hacia mí, falló por poco y golpeó una pared cercana, creando una gran explosión. Me di vuelta para ver quién era el responsable.
Una mujer estaba parada en lo alto de las escaleras en el lado opuesto de la habitación, sostenía un gran cohete en sus manos, del final tenía un rastro de humo que salía de él. Simplemente la señalé con enojo y le espeté:
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T/N: ¡LADY! ¡¿A quién crees que estás atacando?!"
(En esta historia, T/N será quien le dé su apodo a Lady).
La mujer no respondió, sin embargo, frunció el ceño y se colgó el lanzacohetes en la espalda, de repente sacó dos pistolas mientras yo sacaba a Cinder, ambos saltamos de las respectivas escaleras, disparándonos el uno al otro hasta que aterrizamos en el suelo opuesto. unos y otros.
Nos miramos fijamente hasta que noté sus ojos, uno era azul y el otro rojo, EXACTAMENTE igual que Arkham. Decidí preguntarle.
T/N: ¡Oye tú! No conocerás a un hombre que se hace llamar Arkham, ¿verdad?"
Noté una mirada de conocimiento en los ojos de la mujer antes de que fueran reemplazadas por odio y ella gritara.
Lady: ¡¿Qué te pasa a ti?!
Ella corrió hacia adelante, sacó su lanzacohetes e intentó apuñalarme con la bayoneta.
Logré bloquear el ataque.
Usando a Eclipse. Intente cortarla, pero ella logró esquivarlo.
T/N: ¡Responde mi pregunta!
Luego la golpeé de nuevo, aunque ella me pateó en el pecho y me hizo tambalear hacia atrás.
Ella fue por su pistola en una Ella fue por su pistola en una mano y una metralleta en la otra, simplemente disparó pero levanté sus brazos y la obligué a disparar hacia arriba, ella intentó volver a apuntar con su arma a mis costados pero los moví nuevamente. Ella siguió así pero yo seguí moviendo su puntería. Ella disparó en ráfagas cortas mientras yo esquivaba cada una.
Finalmente nos detuvimos y una vez más nos miramos fijamente el uno al otro. Levanté a Cinder por última vez antes de decirle.
T/N: Escuche Lady, no quiero lastimarla. Pero si me fuerza, le prometo que se arrepentirá, ¡ahora responda mi maldita pregunta!
La mujer siguió mirándome antes de arrojarme algo de repente. ¡Mis ojos se abrieron cuando me di cuenta de que era una GRANADA! Explotó y me vi obligado a protegerme de la explosión.
A través de mis brazos vi a la misteriosa mujer girar, apuntar su lanzacohetes a una de las repisas más altas y disparar su bayoneta como un gancho de agarre. La hoja se alojó en la cornisa y ella se alejó rápidamente.
Di un paso adelante y miré a la mujer mientras desaparecía en una de las repisas más altas y desaparecía de la vista. Seguí mirando con una mirada de ira y confusión.
