Todo el mundo sabe que el Demonio Sparda tuvo hijos gemelos, Vergil y Dante. Sin embargo, sin que todos lo supieran, Sparda tuvo un tercer hijo con otra mujer. T/N T/A, un hombre que pasa sus días como cazador de demonios. ¿Qué pasará cuando su medi...
¡¿Qué demonios estaba pasando aquí?! ¡Desde que llegué a esta isla, mi mente estuvo constantemente alterada! Esperaba un contrato sencillo, pero lo que obtuve fue una confusión total y absoluta, ¡y nada de eso tenía sentido!
Ni siquiera me importaba haber permitido que Lucía se fuera, tenía algo más importante en mente en ese momento, lo cual era bastante raro porque normalmente mi trabajo casi siempre tenía prioridad, y nunca había habido un momento hasta que Lucía se fuera. ahora donde cancelé rotundamente un trabajo por otro asunto.
El problema en este caso era que yo, o mi madre para ser más específico, parecíamos tener algún vínculo con esta vieja isla, una isla de la que sólo había escuchado breves historias hasta ahora. Primero fue el comentario de Arius y estoy bastante seguro de que Lucía TAMBIÉN estaba a punto de decir algo durante su batalla, mencionó que mis ojos se parecían a alguien, sin embargo, la había interrumpido, eso fue un error, tal vez ella también sabía algo. Ya era demasiado tarde para volver y preguntarle ahora.
En este punto, hacía mucho que había dejado atrás esa aldea aparentemente abandonada y ahora me dirigí hacia un bosque, a poca distancia de la aldea. Sé que accidentalmente olvidé mi bicicleta, pero volvería a buscarla después.
De repente dejé de caminar cuando escuché unos pasos débiles. Escuché, tratando de identificar de dónde venían exactamente. Mis ojos se abrieron un poco cuando noté que los arbustos delante de mí comenzaron a temblar.
Del follaje, emergió una horda de demonios, que se parecían a esqueletos que llevaban armaduras con púas y empuñaban armas. Simplemente sonreí y saqué Eclipse, diciendo: "Entonces, esta es la población nativa de la isla, ¿hmm? Muy bien"
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Corrí hacia adelante, Eclipse en mano, apuñalándolo directamente en uno de los pechos del Demonio Finis, corté hacia arriba y efectivamente corté a dicho demonio por la mitad, ¡justo por la mitad! Luego centré mi atención en otro, cortándolo por los residuos.
Un tercero intentó apresurarme, pero bloqueé su espada con Eclipse, saqué a Cinder y disparé múltiples tiros a su torso y finalmente terminé realizando una serie de ataques cortantes contra el último demonio con forma de esqueleto, causando que los cuatro cayeran en un montón de huesos antes de disolverse, al igual que cualquier otro demonio que había encontrado aparte de ese incidente desconocido con King hace unos años.
Con todos los demonios desaparecidos, miré a mi alrededor. En los años transcurridos desde que me convertí por primera vez en cazador de demonios, ciertamente me había vuelto más eficiente matando demonios menores. Sin embargo, con todo el estrés mental que padecía en ese momento, me sentía cansado.
Me recosté contra un árbol, recuperando el aliento cuando una vez más escuché pasos, asumiendo que era otro demonio, instantáneamente saqué a Cinder y apunté en la dirección de los pasos. Sin embargo, bajé el brazo cuando vi a una anciana con un bastón parada allí.
