Todo el mundo sabe que el Demonio Sparda tuvo hijos gemelos, Vergil y Dante. Sin embargo, sin que todos lo supieran, Sparda tuvo un tercer hijo con otra mujer. T/N T/A, un hombre que pasa sus días como cazador de demonios. ¿Qué pasará cuando su medi...
La ilusión que nos rodeaba se rompió por completo revelando el mismo entorno oscuro que esperarías del Qliphoth. Yo, Dante y Nero mantuvimos nuestros ojos en el hombre familiar que estaba frente a nosotros.
Se giró y nos miró con la misma expresión fría y sin emociones que ya esperaba de Vergil, incluso si habían pasado décadas desde la última vez que lo vi y ni siquiera estoy contando cuando estuvo bajo el control de Mundus.
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Seré completamente honesto, esta fue una de las pocas veces que sentí miedo genuino hacia alguien. Tenga en cuenta que Vergil fue el primer adversario con el que luché para superarme en combate y si no fuera por mi sangre diabólica, seguramente me habría matado. Es cierto que finalmente cerré la brecha entre nosotros como lo hizo Dante, pero había pasado mucho tiempo desde entonces y dada su obsesión por el poder, no había forma de saber cuánto más fuerte se había vuelto.
Incluso con ese miedo, me mantuve firme, con los ojos muy abiertos pero con el arma lista. Los ojos de Vergil se movieron entre cada uno de nosotros antes de mirar al suelo. A sus pies estaba el libro de V que siempre sostenía y leía al azar. Cogió el libro por un momento y lo analizó.
Al principio permanecí inmóvil, sin embargo escuché a Dante decir abruptamente: "Tienes unos cojones bastante grandes para volver. Simplemente no sabes cuándo rendirte, ¿verdad?" Corrió hacia adelante con su arma lista.
Sin embargo, mientras intentaba golpear, Vergil simplemente se giró hacia él y sin siquiera desenfundar a Yamato, rechazó el ataque antes de clavar la empuñadura en el torso de Dante, cuyo impacto lo derribó hacia atrás.
Dante pronto se recuperó y golpeó la empuñadura, derribando también a Vergil. Los dos hermanos estaban uno frente al otro. Dante nos miró y espetó "¡Apártense de mi camino ustedes dos!" Corrió hacia adelante de nuevo, sin embargo, en un instante, Vergil estaba frente a él y los dos quedaron atrapados en un choque viscoso.
Y por primera vez desde su renacimiento, escuché hablar a Vergil, su tono era tan tranquilo pero desconcertante como lo recuerdo. "Derrotarte así no tiene sentido" A pesar de estar claramente cansado de nuestra batalla con Urizen, Dante comentó con confianza: "¡Vamos Vergil, hagamos esto!"
Vergil mantuvo la calma y dijo: "Cura tus heridas, Dante. Hazte más fuerte. Después de eso, arreglaremos el asunto" En un solo movimiento rápido, derribó a Dante con un mínimo esfuerzo. Y fue entonces cuando mí mente entró en acción.
Pensé en el enfrentamiento final que tuvimos con Vergil hace años cuando éramos mucho más jóvenes. Recordé estar entre los gemelos y tratar de hacerles entrar en razón sin éxito y fue este recuerdo el que impulsó mi siguiente acción.
Impulsado por pura adrenalina, mi mente racional aparentemente se desvaneció cuando grité "¡VERGIL!" Esto hizo que su atención se centrara en mí mientras saltaba en el aire y lanzaba a Eclipse hacia abajo, Vergil se giró para mirarme, con una sonrisa en su rostro. Se agachó y levantó la vaina de Yamato para contrarrestar mi ataque con tan poco esfuerzo como el que usó con Dante.
