Todo el mundo sabe que el Demonio Sparda tuvo hijos gemelos, Vergil y Dante. Sin embargo, sin que todos lo supieran, Sparda tuvo un tercer hijo con otra mujer. T/N T/A, un hombre que pasa sus días como cazador de demonios. ¿Qué pasará cuando su medi...
"Bueno, parece que mi primera prueba fue demasiado fácil para ti. Estoy impresionado" Llegó una voz tranquila pero amenazadora. Tanto Lady como yo miramos hacia la fuente de dicha voz y notamos a un hombre parado en el balcón superior de la habitación, mirándonos.
Inmediatamente reconocí al hombre como el del retrato en el Castillo de Fortuna y, a juzgar tanto por su atuendo como por la forma en que se comportaba, era descaradamente obvio que era el líder de la Orden de la Espada.
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Ambos entrecerramos los ojos cuando le pregunté al hombre: "Entonces, ¿tú eres el que está a cargo por aquí?" Una sonrisa se dibujó en el rostro del anciano mientras respondía: "Prefiero términos como 'Sumo Sacerdote', 'Vicario' o 'Su Santidad'. Pero tienes razón. Mi nombre es Sanctus y de hecho estoy a cargo de la Orden de la Espada"
A pesar de que su tono y sus palabras sonaban tranquilos, claramente podía escuchar algo de veneno detrás de ellos. Incluso la forma en que enumeró sus títulos preferidos sonaba vanidosa y ensimismada. No es lo que uno esperaría del líder "benévolo" de una organización religiosa.
Sanctus instantáneamente volvió a hablar, interrumpiéndome antes de que pudiera preguntar más. "La verdadera pregunta es, ¿quién eres? Hasta ahora has demostrado ser una espina clavada en mi costado tanto como Nero y ese Dante. Sin embargo, no te conozco"
Respondí: "Si quieres saberlo, mi nombre es T/N, ella es Lady. Ambos somos cazadores de demonios que vinimos aquí debido a la actividad demoníaca que ha estado ocurriendo recientemente. Creo que tú y tu culto tienen algo que ver con eso"
Este comentario hizo que Sanctus frunciera el ceño por un momento mientras escupía: "No me importa en absoluto la mujer a la que llamas tu pareja o por qué estás aquí. Lo que quiero saber es ¿quién eres TÚ personalmente?"
Esta vez fui yo quien frunció el ceño mientras preguntaba: "¿Y por qué? Nunca te había conocido ni había tenido contacto con tu Orden hasta ahora. ¿Por qué ese interés repentino?" Una sonrisa se extendió por el rostro de Sanctus, cualquier parecido de calma y serenidad desapareció en el proceso.
"Desde que pusiste un pie en Fortuna, te has ganado una gran reputación. Primero venciste a Credo, no muchos humanos comunes y corrientes serían capaces de hacer eso. Pero no te detuviste ahí, ¿verdad?" Hizo una pausa por un momento, sus ojos mirando directamente a los míos.
"No, después de eso preparé tu primera prueba. Tú ibas a ser la prueba para mis propios caballeros Bianco Angelo. Seguramente habrían sido suficientes para librarnos de dos plagas humanas que se estaban acercando demasiado para estar cómodos. Pero no, según Según una fuente mía de confianza, no eran rival para ti. Primero cinco, luego tres. Los matabas con facilidad"
Nuevamente, hizo una pausa antes de agregar: "Después de eso decidí dejarte suelto, escaparías del castillo, llegarías al bosque y eventualmente llegarías hasta aquí. Y ahí es donde enfrentarías tu tercera prueba. Credo, no es que lo supiera, estaba allí preparándose para una batalla contra Nero, simplemente sucedió que ambos aparecían casi al mismo tiempo, lo que me impedía tener una buena perspectiva de su estilo de lucha. En este punto se hizo concreto que no eras un humano normal, ¡sino que en realidad eras un demonio! ¿Estoy en lo cierto?"
