El Arte de Fingir Amor

Capítulo 4:Una noche Fría

Todavía no podía creer lo que había hecho.
Le había dicho que sí a Lian.
Y ahora no sabía cómo salir de este lío. Pero, ¿sería tan malo ser su novia? Quiero decir, sé que es de mentira, pero la duda me carcomía el alma entera.
Si por algo se caracteriza mi colegio es por el hecho de que los chismes se van más rápido que el pan caliente.
Ya había aceptado el trato y no podía echarme para atrás. Salí de mi salón y me dirigí a tomar mi autobús cuando una Ford Raptor color negro se aparcó. Bajando el vidrio, vi que el conductor era ahora mi novio Lian. Giré los ojos y me metí en el carro.

—Tengo una buena y una mala noticia —me dijo él, con una sonrisa traviesa.

—¿Qué sucede? —le pregunté, curiosa.

—La mala noticia es que, como lo esperaba, Regina está furiosa y te quiere matar —me informó, sin perder el buen humor.

—¿Y la buena? —insistí, esperando algo mejor.

—La buena es que papá te invitó a un viaje familiar a las afueras, en nuestra cabaña de vacaciones. Hay un lago muy lindo, seguro te gustará —me reveló, con entusiasmo.

Me quedé boquiabierta. —¿Y me lo dices así como si nada? —exclamé, incrédula.

—¿Qué esperabas? ¿Flores? —bromeó él, guiñándome un ojo.

—No, pero… —balbuceé, sin saber qué decir.

—Papá sospecha un poco de mi repentina relación, pero está contento. Dice que quiere conocerte mejor y que te trataremos como una más de la familia —me explicó, con ternura.

—¿Cuándo es el viaje? —pregunté, nerviosa.

—Mañana paso a dejarte a tu casa para que hagas las maletas y te espero a las seis de la tarde. Tenemos que manejar desde esa hora si queremos llegar a eso de las doce de la noche a la cabaña —me dijo, con firmeza.

—Pero, ¿qué le diré a mi madre? —cuestioné, preocupada.

—Es cierto, ¿qué te parece si hablo con ella? —se ofreció él, generoso.

—¿Seguro? —dudé, temiendo su reacción.

—Sí, no te preocupes. Yo me encargo. Tú solo encárgate de ser bonita . Y ya eres lo primero —me halagó, acariciando mi mejilla.

Estaba haciendo mi maleta y extrañamente todo salió de acuerdo al plan de Lian. Todavía había cosas que no asimilaba y estaba muy nerviosa. Lian pasó por mí a la hora acordada, me despedí con un abrazo de mi mamá y me subí en la parte delantera del automóvil.

Estaba a punto de pasar el fin de semana en una cabaña con la familia de Lian, fingiendo ser su novia. No sabía qué esperar. ¿Cómo serían los padres de Lian? ¿Qué pensarían de mí? ¿Qué harían si descubrían la verdad?

Lian colocó su mano en mi rodilla. Su tacto se sintió cálido y reconfortante.
Mi pierna no dejaba de temblar.
Sorprendentemente, eso hizo que me calmara.

El viaje estuvo duro. Unas cuatro horas y eso nos dio tiempo de armar una buena historia que sonara creíble.
Sus padres y su hermana pequeña vendrían en otra camioneta aparte.
Pasábamos por una montaña cuando la camioneta de mi ahora suegro nos alcanzó y no pude hacer más que saludar con la mano y una sonrisa por los vidrios.
Lo poco que pude observar es el gran parecido de Kylian con su madre. Son como dos gotas de agua.
El viaje hizo que conociera aspectos que me hacían creer que éramos polos completamente opuestos, llegando a coincidir en muy pocas cosas.
La música era algo en lo que extrañamente coincidíamos.

—¿Escuchas a Taylor? No te creo —dije.
—No luces como alguien que escuche a Taylor.
—Tú escuchas a Green Day. Es algo que yo tampoco puedo creer.
—Comienzas a agradarme, Lian.
—¿Lian?
—Me gusta cómo suena. ¿Puedo llamarte así?
—Llámame como quieras, bonita. Lian es como me llama mi padre.
—Pero como eres mi novio, puedes llamarme como quieras.
—Entiendo. ¿Falta mucho para llegar? Me pone nerviosa tanta oscuridad.
—¿Le temes a la oscuridad?
—No le temo a la oscuridad.
—Le temo a lo que hay dentro de ella —dijimos al unísono.
—Ya ves, después de todo creo que tenemos algo en común.
—¿Te parece si colocamos una canción tuya y luego una mía mientras llegamos?
—Va, te pondré mi favorita
—¿Qué canción es esta? —preguntó Lian, mientras sonaba una melodía dulce y encantadora.
—Es "Enchanted" de Taylor Swift. Me encanta esta parte —dije, cantando con voz baja—: "Este soy yo rezando para que
This is me praying that
Esta fue la primera página.
This was the very first page
No donde termina la historia
Not where the story line ends
Mis pensamientos harán eco de tu nombre, hasta que te vuelva a ver
My thoughts will echo your name, until I see you again
Estas son las palabras que reprimí porque me iba demasiado pronto.
These are the words I held back, as I was leaving too soon
estuve encantado de conocerte
I was enchanted to meet you
Por favor no te enamores de otra persona
Please don't be in love with someone else
Por favor, no tengas a nadie esperándote.
Please don't have somebody waiting on you
—Wow, qué lindo cantas —dijo Lian, con una sonrisa irónica—. ¿Así me quieres a mí?
—Esa canción no se le dedica a cualquiera pero...
—Claro, eres el amor de mi vida
—respondí, siguiéndole el juego—. Por eso acepté este viaje loco contigo.
—Sí, claro. Y yo soy el príncipe azul que te rescató de tu aburrida existencia.
—Oye, no te burles. Mi vida no es aburrida. Solo que... bueno, tú sabes. Necesitaba un cambio de aires.
—Ya, ya. Y yo necesitaba una novia falsa para que mis padres dejaran de presionarme con el matrimonio.
—¿Y cómo se te ocurrió pedirme a mí? Podrías haber elegido a cualquier otra chica. Una más guapa, más simpática, más... no sé, más tu tipo.
—¿Y cuál es mi tipo, según tú?
—Pues... no lo sé. Alguien que sea más parecido a ti. Que le guste el deporte, la aventura, la diversión. Que sea extrovertido, sociable, carismático. Que tenga el pelo rubio, los ojos azules, el cuerpo perfecto...
—Vaya, parece que me conoces muy bien —dijo Lian, acercándose más a mí—. Pero te equivocas. Ese no es mi tipo. Mi tipo es alguien que sea diferente a mí. Que me sorprenda, que me desafíe, que me haga reír. Que tenga el pelo castaño, los ojos verdes, el cuerpo... bueno, el cuerpo no importa tanto.