Capítulo VII

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Calendario Imperial: Año 18 DFI- 1 Año ABY

16 de Diciembre de 2565

12:15 PM

"Punto de lanzamiento terrestre Ukuelig"

-Alerta, alerta, alerta-

-Naves enemigas han cruzado el perímetro orbital. Todos los pilotos aborden sus cazas-

Durante la Gran Guerra, la fe de los creyentes fue puesta a prueba. Con el apocalipsis cernido sobre sus hombros, la humanidad se encontró con la triste realidad de que no podría confiar en ningún Dios para sobrevivir. Pues fue ese mismo Dios quien los había abandonado a su suerte para enfrentarse a una genocida alianza de fanáticos religiosos.

Era difícil discernir exactamente en qué estaba pensando el Capitán cuando fundó este escuadrón. ¿Quizás algún tipo de venganza personal? ¿Era esta su propia manera de oponerse al inevitable destino de la humanidad?

Dado que Dios había decidido la extinción de la humanidad, ellos, como buenos herejes, serían los que se opondrían a su juicio. 

Si acaso proteger a la humanidad implicaba enfrentarse incluso contra su mismo creador, ellos lo harían gustosamente. 

Si para que la humanidad viviera acaso Dios debía morir, serían ellos quienes se encargarían de darle muerte.

No... no valía la pena desgastarse intentando entender a quienes ya no estaban con nosotros, pues ese hombre, el Capitán Harlock, había fallecido hace mucho tiempo durante la batalla por la Tierra.

Sí, aquel hombre había muerto, pero su voluntad perduraba en las vidas de aquellos hombres y mujeres que habían sido tocados por él.

Esa voluntad perduraría en tanto nosotros sigamos respirando.

La voluntad para seguir luchando sin importar cuán abrumadoras sean las posibilidades.

Pues eso somos.

Somos quienes portan el número de la bestia.

Somos nosotros quienes propagaremos el mal sobre los enemigos de la humanidad.

Somos nosotros los que plantaremos la resistencia final contra ese Dios que desea nuestra exterminación.

Somos el Escuadrón 666º Schwarzesmarken.

Los mejores pilotos que Alemania haya concebido jamás.

El orgullo de la Unión Europea

El escuadrón de defensa planetario más poderoso de la UNSC.

"Mierda, ¿por qué? ¿por qué tenían que llegar a este mundo?" dijo con frustración Schwarzes-04.

La orden de salida estaba dada y los pilotos que llevaban tiempo aguardando en su cabina, completamente a solas con sus pensamientos, se mantuvieron expectantes, simplemente observando el temporizador en su HUD.

-T-3 minutos para iniciar la operación-

La encerraron durante años.

Descartaron continuar con su producción en una multitud de ocasiones.

Pero con la tenacidad propia de una nave digna de pertenecer al escuadrón más letal, se encontraba aquí hoy, lista para retribuir a aquellos que habían depositado su confianza en ella. Por la oportunidad que le habían dado, se pondría en primera línea y protegería a la humanidad.

El S-930 Pegasus.

El S-930 Pegasus

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