Capítulo 12

163 12 5
                                    

(Si no has leído el capítulo once vuelve atrás mi amor)

Capítulo doceavo

Always an angel never a god

Ana

Sobrevivir no es lo mismo que vivir. Y yo toda la vida he estado sobreviviendo, no viviendo, así que es momento de comenzar a vivir.

Así que hice una lista de todas las cosas que quiero hacer antes de morir, porque la vida es muy corta y de un segundo a otro, se acaba. Además de hacer la lista, puse un par de palabras que describían lo que quería hacer.

• Un beso bajo la lluvia y bailar bajo ella —Bonito.

• Tirarme de un paracaídas —Peligroso pero divertido.

• Hacerme una escritora conocida —Complicado.

Seguí escribiendo la lista y añadiendo tonterías, pero que serían divertidas hacer y nunca haría por miedo o vergüenza.

Mi teléfono sonó distrayéndome de mi lista, miré el contacto, "madre"

—¿Si?

—Hola, hija —dijo ella y yo tragué saliva pues me costaba hablar con ella. Dentro de mí, la culpaba un poco de todo lo que me había pasado, si me hubiera dado un poco más de atención, de amor...

—Hola mamá.

—¿Quieres venir a comer a casa? Hace mucho que no vienes.

—Yo... tengo muchos exámenes y estoy muy ocupada escribiendo mi nuevo libro.

—¿Sigues con esas tonterías? —me aguanté las ganas de llorar al escuchar a mi madre decirme eso. No eran tonterías, era mi sueño.

—No son tonterías mamá.

—Llevas desde los trece años con eso y no has conseguido nada, mejor céntrate en estudiar y ser algo en la vida.

—Una editorial lo ha publicado, y hoy sale en librerías.

—¿Y qué? No importa cuando nadie te conoce —sus palabras eran como dagas clavándose en mi corazón, era mi madre, y no me apoyaba como yo quería. No me quería como yo lo necesitaba—. En fin, ven a comer conmigo.

—Bien —terminé por aceptar para que no me diera más la lata.

*❥:・゚*❥:・゚*❥:・゚*❥:・゚*❥:・゚*❥:・゚

Comenzamos a comer, totalmente en silencio, sin hablar tan solo una palabra. Hasta que mi madre rompió el silencio.

—¿Qué tal con tu nuevo novio? Ese tal Aiden.

—Bien, todo bien.

—¿Cómo lo conociste? —preguntó.

—En clases.

Yo apenas soltaba un par de palabras, no frases enteras, porque no me sentía demasiado cómoda hablando con ella, no después de que toda mi vida me hubiera sentido tan abandonada por su parte.

Con amor; Ana | DISPONIBLE EN FÍSICO Donde viven las historias. Descúbrelo ahora