Izuku Midoriya, el niño del infinito

El héroe del infinito, Izuku Midoriya

D: 

Tanto tiempo sin verte

Querido, amigo

Bakugo- ¿Qué mierda haces aquí?

Izuku- Puaj –asqueado- ¿Es enserio? Lo primero que veo al llegar aquí es tu fea cara

Bakugo- ¡¿Qué has dicho?! –reclamo- ¿Quieres pelea?

Camie- ¿Ya empiezan? –interrumpió- Es que ni aquí podrán comportarse, por favor. ¡Ya no son niños!

Bakugo- Tsk... -cabreado- Él empezó

Izuku- Lo que digas musulmana –burlesco- No se supone que la muerte es solitaria... ¿Esto es mi imaginación?

Bakugo- ¿Importa si lo es?

Izuku- Para nada –respondió al acomodarse en el asiento y observar la pista de aterrizaje de un aeropuerto- No hay mejor vista que la de un lugar que te abre las puertas hacia lo desconocido... Nueva York... Paris... Roma... Madrid... ¡El mundo es precioso y cruel!

Camie- Y que lo digas –concordó- Hay personas buenas, malas y luego están los demonios... Como Hajime Kaminari, la vieja de la comisión, Shigaraki Tomura o el imbécil que tomó tu cuerpo, Katsuki

Bakugo- Ese infeliz –mantuvo su enojo- Gracias a que tiene mi kosei, uso mi alma para confabular en tu contra... ¡Perdón, idiota!

Izuku- Jaja –agraciado- ¿Te disculpas por eso? Más bien hazlo por perder ante la hermana de Ochaco

Bakugo- ¡¿HAH?! –salto de furia- Esa perra me agarró por sorpresa, además, ella no me mato... La hermana de pelos de zanahoria lo hizo

Izuku- ¿Así?

Camie- Le atinó justo en el corazón –comento con disgusto- Lo demás ya lo sabes, hasta el final no paró de usar a Katsuki en tu contra y como si no fuera suficiente, también uso a Kota

Reunidos

Los amigos conversan a la espera del vuelo 104

Bakugo- Cambiando el tema –comento con interés- ¿Qué se sintió perder?