Después de esa noche ambos formaron una amistad tan fuerte y cada día a esa misma hora hablaban y los jueves salían a algún lugar de la ciudad.Sebastian había decidido que fueran al museo de la ciudad, según él había algo que quería mostrarle a ella.
-Te lo juro que te va agradar- le decía el chico mientras caminaban por la gran plaza
-Yo lo sé, pero te notas muy nervioso.
-Me confesaste por llamada que te agrada ir a lugares tranquilos y me pone nervioso que hoy venga mucha gente.
Isabela sonrió con ternura, estos siguieron platicando hasta que llegaron a la taquilla del museo.
-Dos boletos por favor- le hablo Sebastian a la chica quien le atendía
-Dos boletos, serían 250- el chico le entregó el dinero y después tomó los boletos- que disfruten su experiencia.
-Muchas gracias.
Ambos entraron al museo y se sorprendió por la cantidad de gente.
-Perdoname Isi, no tenía idea de la cantidad de gente, si quieres nos vamos- esté iba a salir del museo y ella lo detuvo tomando su mano
-Esta bien, es perfecto- le sonrío y Sebastián le correspondió
Caminaron viendo primero la sesión de fotografías que algunos autores de la ciudad habían tomado encontrándose con muchos lugares turísticos del lugar.
-Me encanta el mirador- hablo Isabela después de estar en silencio por unos minutos
-Nunca he podido ir-confesó- ¿Enserio es muy lindo?
-Si, y más de noche cuando se logran ver las estrellas y la luna. Un dia te llevaré, lo prometo
Sebastian sonrió y siguieron caminando hasta entrar al pasillo de las pinturas y después él tomó la mano de ella guiandola hacia otro pasillo.
-¿A dónde vamos?- preguntó con confusión y esté le hizo una señal para que dirigiera su mirada hacía enfrente, y se encontró con el planetario- ¿Qué?
-Tu misma dijiste que te gusta mirar las estrellas, te fascina el cielo y quisieras describir qué hay del otro lado de la galaxia, y yo se que esto no es nada pero…
-Sebas para mi esto es todo, no sabía que el museo tenía un planetario
-Pensé que yo era el que no conocía nada, pero hace poco lo inauguraron
-Me encanta esta cita- dijo inconscientemente y cuando noto que dijo lo miro con miedo- No, no, no quise decir, es una salida…
-Si Isi, para mi también es una cita- le sonrío mientras estaban en medio del lugar, había poca luz pero lo que resaltaba eran las pocas luces que diferenciaban los planetas y las estrellas.
Sus ojos conectaron como no se imaginaban, su momento donde encontraron un lugar que les hacía sentir paz.
Y así se formó su rutina juntos, y sin olvidar los veintiséis porque bromeaban con ese apodo o decir que era su fecha especial, hasta que eso se volvió realidad gracias a Sebastián.
Una noche de los primeros días de noviembre, Sebastián se atrevió a hacerle una llamada una tarde a Isabela, era raro para ambos ya que ellos siempre hablaban por la noche para acompañarse quizás a leer o tal vez para que él le diera ideas para escribir a ella.
- ¿Porque una llamada tan temprano? - pregunto la chica cuando contesto la llamada
-Solo quería que me ayudaras a una cosita pequeñita.
- ¿Qué cosa?
-Estoy a punto de comprar un videojuego para por fin vencer a Geovani - Ella comenzó a reír- ¿de qué te ríes?
-No le puedes ganar en ninguno, es bastante bueno en todos
-Debe haber uno en específico que debo vencerlo.
-Bueno, creo que si hay uno- Sebastián rápidamente comenzó a insistir para saber el nombre- Left 4 dead, pero estoy segura de que Geo ya se lo descargo para ser el mejor.
-Te juro que si ese pendejo fuera de esos chicos gamers que hacen directos tuviera mucho pegue
- ¿Verdad que sí?
-Si, ¿crees que le guste esa idea?
-Ya se la había dicho yo, pero al parecer el niño quiere entrar a algún tipo de empresa de cine y literatura
- ¿Y porque no te unes tú también?
-Lo mío es distinto Seb.
-Pero imagínate que algunas de tus escrituras salgan en alguna película acá bien chingona, me encantaría verla
-Serias el primero
Sebastián al escuchar eso soltó una sonrisa tonta, mientras veía las flores que estaban en la florería junto a la tienda de juegos y ahí justamente se le ocurrió una gran idea.
- ¿Hablaremos esta noche?
-Si, como siempre. Tengo que mostrarte una película que encontré quizás podemos hablar por Discord y verla juntos.
-Me encantaría, te escucho en un rato. Te quiero. - después de soltar esa última frase, se golpeó mentalmente ya que sintió que fue muy apresurado
-Yo también te quiero, bye.
En ese momento de escuchar la voz de Isabela decir lo mismo que el, sonrió de nuevo y supo que su plan no se iba a ir a la basura.
Domingo 26 de noviembre, él se atrevió a invitarla al café donde se vieron por primera vez, ella aceptó, ya que desde hace dos semanas que no salían, ella al llegar noto que esté estaba vacío y solo estaba el mesero limpiando las mesas.
-Buenas tardes- le saludo -Buenas tardes, Isabela toma asiento en unos momentos te asiento-No te preocupes, estoy esperando a alguien
-Por esa misma razón, en unos momentos te atiendoIsabela lo miro confundida y tomo asiento en su lugar favorito y minutos después entro Sebastián sin saludarla, simplemente se sentó a lado del gran ventanal, ella iba a levantarse, pero el mesero grito
-Pedido VeintiséisElla se sorprendió y noto como Sebastián se acercaba al mesero y después la miro a ella.
- ¿No es el tuyo? - le sonrió, Isa negó con burla, se levantó de su asiento y se posicionó junto a él.
-Isabela, aquí tienes tu pedido veintiséis- el camarero acerco el café frío y después debajo de la mesa saco un ramo de flores de cerezo que estaban acompañadas de un libro- se lo manda el cliente veintiséis, espero lo disfrute- se fue dejándolos solos
Ella volteó a ver a su acompañante y este solo tenía una sonrisa tímida, ella tomó el libro y noto que era muy corto y al ver el nombre de este volteo a verlo
- ¿Y esto? - le pregunto sorprendida
-Feliz veintiséis, solo quería darte algo especial porque eso es en lo que te has convertido este tiempo que llevamos conociéndonos y no simplemente eso, abre el libro. - le pidió y esta lo abrió dándose cuenta de lo que decía el prólogo.
"Nadie nunca presta atención en los momentos que vive cada día, en cambio, yo perdí toda la atención que tenía al solo verte en ese café y me di cuenta de que todos debemos pensar siempre en las primeras veces que conocemos a las personas más especiales y tú eres una de ellas. Isabela, solo te pido que esta sea nuestra primera vez de muchas ¿Aceptarías ser mi veintiséis hasta que la casualidad de aquella noche que nos conocimos desaparezca?"
Lo miro a los ojos y con su cabeza asintió y después, como él lo deseó, fue la primera vez que un beso los hizo envolverse en un amor incondicional.
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Veintiséis || Roier
FanfictionExiste una canción, nuestra canción... Últimamente no he dormido bien, es la 1:23, ha pasado mucho tiempo desde aquella vez, Día 26... -R.