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Martes 26 de septiembre la chica había ido por su libro a la biblioteca aquella mañana para después ir al leerlo en aquella cafetería que le encantaba, percatándose que estaba un poco lleno, al entrar noto los carteles de promoción y noto el 2x1 del ese día.

-Hola Veintiséis- la voz de Sebastián llego a sus oídos mientras este se posicionaba junto a ella

-Hola- le sonrió- ¿Cómo estás?

-Muy bien, ¿y tú?

-Bien, ¿acabas de llegar?

-Sí, ¿ya ordenaste?

-Estaba en eso, pero no sé si quedarme a tomarlo aquí

-Quédate- le dijo y la chica lo miro con confusión- sí, mira, ve y busca un lugar para los dos y yo pido los cafés, al final somos los veintiséis, ¿no?

Ella ríe y asiente- Ok, te esperoIsabela se sentó en unos sillones que justamente una pareja había desocupado, miro su libro y noto que no había dejado el que ya había terminado, quizás por la prisa se le olvidó completamente; minutos después Sebastián tomo asiento frente a ella dejando dos cafés frío en la mesa.

-No sé qué pasó, pero de nuevo fui el pedido veintiséis- le dijo

-Qué extraño, mucha gente y te volvieron a dar ese número

-Ya sabes el trabajador, está pendejo, se confunde con todo- Isabela se burló por lo que había dicho haciéndolo reír a él también- Pensé que no nos íbamos a volver a ver

-Tú mismo lo dijiste, quién sabe si las casualidades existen, pero está de nuevo, es una de ella

-Tienes razón, me caíste muy bien en la fiesta, espero que podamos ser amigos

-Claro, a mí también me agradaste. Tienes buenos gustos

-¿Verdad? Mis sentidos nunca fallan y menos el de la vista- dijo y ella lo miró
extrañada- por las películas- le aclaro

Ambos continuaron disfrutando de su café y de aquella plática que tenían. Sebastián le contó un poco de su vida haciendo que Isabela repasara lo importante en su mente para que no se le olvidara; su apellido era Gómez, tenía 22 años y no era de esa ciudad, se había mudado por la universidad dejando a sus padres y hermano en
Sinaloa, le encantan los videojuegos y cantar, vivía solo y era vecino de Geovani y algo más resaltable es que unos meses atrás había tenido una cirugía.
 
-¿Cómo que te quitaron una tripa?- pregunto Isabela sorprendida

-¡No!- comienza a reír- Me internaron porque tenía una piedrita, pero a mis amigos
les gusta decir que ya no tengo tripa.
 
La chica lo miro con duda- A mí no me mientas, si te quitaron la tripa.

-No, te lo juro que no. Pero eso sí, tuve que cuidarme mucho esos meses, no podía comer cualquier cosa
 
-Qué especial
 
-Obvio, así debe de ser- le dijo y ambos rieron

-Oye- llamo la atención de Sebastián- Y cuando tienes hambre ¿Cómo lo sabes? Es que bueno, a uno le truenan las tripas

Isabela comenzó a reír y Sebastián se hizo el ofendido por unos segundos, ya que no aguantó la risa, continuaron hablando y ahora era el turno de ella para contar algunas cosas de su vida, haciendo que volviera a explicar lo de la universidad, le hablo sobre sus amigos y su familia.
 
-¿Eres hija única?- le pregunto
 
-No, mi hermana Hope está trabajando en otra ciudad, no somos muy unidas, pero no quiere decir que no la quiero.

-Entiendo, y ese tal Félix, ¿es tu novio?
 
-Es un amigo de la universidad, no es mi novio. La mayoría piensa eso, hasta mis padres, pero nada que ver- le explica- ¿Y tú, tienes novia?
 
-No, hace unos meses que termine una relación, pero ahora estoy bien, al final no podemos obligar a las personas quedarse en donde ellos no lo quieren.
 
-Perdon.
 
-No te preocupes, estamos en la sesión de preguntas y respuesta

La mañana había pasado y cuando Isabela se dio cuenta de la hora que era, decidió despedirse de él, no sin antes de haber intercambiado números para poder seguir hablando.

Se quedó sorprendida por las horas que paso hablando con él, ni se había dado cuenta de lo rápido que paso todo, pero sabía que su mañana había valido la pena; en cambio, Sebastián se había quedado fascinado con la plática y con la chica, sabía perfectamente que las palabras que su amigo Geovani le dijo al final de la fiesta eran ciertas -"Wey, no es pinchi casualidad cuando la vuelvas a ver te vas a dar cuenta de que Isabela es especial y me vas a agradecer por haberte obligado a venir a mi fiesta, vas a ver"- él tomó su celular sonrió y le envió un mensaje a su amigo.

 
Para Geovani:
Gracias, al final siempre tienes la razón.

Enviado

 
Miraba el contacto de Isabela y se decidió por fin en enviarle en mensaje las palabras que no le pudo decir al despedirse.

 
Para Veintiséis:
Me alegra haberte visto otra vez y que hayamos intercambiado números, me la pase muy bien esta mañana, espero y se repita.

 
Enviado
Visto a las 2:26

 
Mensaje de texto de Veintiséis:
Igual yo me la he pasado muy bien, quizás podamos poner fecha y hora para la próxima. Te invito al cine, la película que deseas ver se estrena el jueves ¿Qué te parece?

 
Para Veintiséis:
Me parece perfecto, más tarde te llamo para ponernos de acuerdo, con cuidado:)


Enviado
Visto a las 2:28

 
Esa noche Sebastián se había animado a llamarle, ambos conversaban tranquilamente donde planeaban su salida al cine y después de eso la plática cambio donde Isabela le explicaba que debía colgar porque tenía que escribir algunas cosas para un proyecto que ese día le habían pedido a lo que él dijo que estaría acompañándola toda la madrugada hasta que ella terminara, iniciaron una Playlist compartida para escucharla en ese momento; mientras Isabela escribía y Sebastián leía el libro que ese día fue a pedir a la biblioteca.
Las horas pasaban y de fondo comenzó a sonar una canción haciendo que ambos tararearan la melodía.

-¿Te gusta Morat?- pregunto Sebastián de repente

-No soy tan fan, pero sus canciones son muy buenas

-Estoy de acuerdo contigo, sus letras siempre transmiten lo que uno desea decir-soltó un pequeño suspiro

-No sé nada de tu historia, ni de tu filosofía- canto ella y después ambos comenzaron a cantar- hoy te escribo sin pensar y sin ortografía.

La canción seguía sonando de fondo y sin pensar y procesar sus palabras, él le dijo-Esta es para ti- ella se paralizó al escucharlo decir eso y que continuara cantando Aprender a Quererte de Morat; ella ya no podía procesar más cosas para escribir y después de la canción decidiría ir a dormir, todo quedo en silencio y Sebastián
rompió el hielo.

-¿Te gusto?- le pregunto

-Sí, muchas gracias y justamente es mi canción favorita de ellos-le respondió la chica, y Sebastián sonrío aliviado

-Qué bueno que te gusto, espero que sea nuestra canción.

Y desde ese día Aprender a Quererte iba a ser su top 1 siempre, no solo porque es su canción favorita si no porqué él la habia hecho sentir algo especial.







Veintiséis || RoierDonde viven las historias. Descúbrelo ahora