III

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Las miradas siempre se cruzan de vez en cuando, pero lo que a nosotros nos sucedió fue que nuestras almas se encontraron y nos volvimos inseparables

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Las miradas siempre se cruzan de vez en cuando, pero lo que a nosotros nos sucedió fue que nuestras almas se encontraron y nos volvimos inseparables.

Isabela caminaba por los grandes pasillos de la biblioteca en busca de unos libros, desde pequeña amaba la pelicula de Matilda y siempre le pareció algo magnífico e identificable que ella tenga la misma pasión y el amor por los libros como aquella niña del listón rojo lo tenía.

Entró a la sección I19 y al fondo estaba un chico, esté también en busca quizás del mismo libro pero a Isa le dio igual, la recepcionista le comentó que había algunos libros de sobra y asi fue, el libro que buscaba estaba frente a sus ojos y antes de tomarlo una mano se adelantó a tomarlo.

-Disculpa, yo iba a tomar ése- le dijo dirigiéndose al chico

-¿Neta?- la miro- me vale madres

Esté caminó lejos de ella y está se fastidió por la actitud que le había presentado aquél chico de lentes.

Isabela tomó el otro libro y siguió en busca de los demás que tenía en su lista, encontrándose en el otro pasillo al mismo chico.

-¿Me estás siguiendo?

Isabela no le prestó atención y tomó su segundo libro y siguió caminando hacia el pasillo E6.

-Neta pinchi morra, deja de seguirme

-No te estoy siguiendo, pendejo.

Ambos se miraron y notaron que llevaban los mismos libros.

-¿Estudias Filosofía?

-Casi le atinas, pero a ti que te importa

-Te puedo ayudar con tu trabajo

-¿Eres de un grado mayor, verdad?- le preguntó y esté asintió- Entonces no.

-Pero… pinchi morra.

-Deja de decirme esas cosas, no te conozco y no tienes el derecho de hablarme así.

-Yo puedo hablarte como quiera, pero jamás, pero jamás faltarle el respetó

-Literal hablando así me estás faltando el respeto

-Tienes razón, una disculpa- le dijo y sonrío- Soy Geovani

-Isabela.

-Que lindo nombre Isabela, al parecer vamos en la misma universidad. 

-Quizás- le sonrió- ¿estás preparando tu trabajo final?

-No, la verdad me gusta leer y pues vine en busca de literatura pura.

-¿Titanic?- miro el libro que traía aparté, era el único diferente entre ellos

-Si, es lo mejor y más cuando tenemos que aceptar que Jack merecía morir y solo fue una alucinación de Rose.

-¿Como? Espera ¿Neta dijiste eso?- le preguntó y esté asintió- eres un pendejo.

En ese momento ambos comenzaron una discusión sobre ese tema y desde ese día se volvieron digamos que amigos.

En la mañana siguiente Isabela tuvo que ir a clase de Lingüística para entregar el ensayo que le habían encargado desde hace un mes, al pasar por los pasillos de la universidad noto a Geovani viéndola desde lejos así que se acercó.

-¿Me estás acosando?- le pregunto y esté nego

-No, te dije que íbamos a la misma universidad. Pensé que ya lo sabías al preguntarme si estaba preparando mi trabajo final

-No, no lo sabía pero ahora lo sé

-¿A qué hora sales?

-A las 12:30 ¿tu?

-A las 11:40, ¿vamos por un cafe?

-¿Me estás invitando a salir?

-Quizás pero, prefiero ir a tener una plática sobre libros y videojuegos

-Sigo sin creerte que eres bueno en ellos

-Te lo juro Isa, luego te arrepentirás y diras que soy una pinchi maquina para los videojuegos

-Bueno, entonces hay que ir mejor al café internet saliendo, escuche que tienen diferentes consolas- dijo mientras se alejaba de él y caminaba hacía su aula de clases

-¡Te espero a las 12 pues mi Isabela!

Geovani sonreía mientras veía como la chica se alejaba, nunca imaginó que tuviera esa conexión específicamente con ella.

Veintiséis || RoierDonde viven las historias. Descúbrelo ahora