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Capitulo 4.- [Parte II]
— Sí, me doy cuenta. Cometes un error estúpido te pescan, y después todos te toman por un ladron. Debe de haberte afectado, ¿no?

Jungkook asintió. Así se sentía exactamente.

— Cuando me dijiste que preparar un resumen sobre un libro que ya había leído era hacer trampa… bueno, supongo que se acercó bastante a…

— Robar — terminó por el, con tono comprensivo.

Jungkook volvió a asentir con la cabeza; estaba demasiado avergonzado como para hablar.

— De acuerdo — dijo él, con tomo áspero —. ¿Qué quieres que te preste?

— ¿Tienes otros libros de ciencia ficción?

— Es como preguntarle al Papa si tiene agua bendita. — Se puso de pie. Jungkook notó que tuvo que apoyarse en la mesa para levantarse del banco y no supo si debía ayudarlo. El instinto le indicó que no. Tal vez sería capaz de darle un coñazo en medio de la nariz si se atrevía a tocarlo.

— Vamos –gruñó —, busquemos en mi biblioteca.

Llegar al cuarto de Jimin les demandó uno diez minutos. No bien entraron, se dejó caer pesadamente sobre la cama, con la respiración agitada. No tenía buen aspecto. En esa oportunidad, a jungkook le importó muy poco si se sentiría o no herido en su orgullo masculino.

— ¿Estás bien?

— Por supuesto que no — rezongó, y tosió —. Si estuviera bien, no me habrían internado en este lugar. — Señaló la biblioteca. — Busca allí. Yo voy a descansar.

Jungkook se quedó mirándolo un instante y, al ver cómo apretaba las mandíbulas, decidió apartarse. Tenía un botón de llamado junto a su cama. Esperaba que llamase a la enfermera, si necesitaba ayuda de verdad. El no podía hacer mucho por él; en esas circunstancias, sus conocimientos le habrían sido tan útiles como los de un niñito de jardín de infantes. Se hincó frente a los libros y lamentó no saber practicar la resucitación cardiopulmonar. Por primera vez en su vida, se arrepintió de no haber hecho ese curso. ¿Y si le daba un ataque al corazón?  Los títulos de los libros se presentaban como un manchón confuso frente a sus ojos; estaba tan concentrado escuchando la respiración de jimin que no distinguía la diferencia entre Asimoy y una novela de Viaje a las Estrellas. Después de unos minutos, lo oyó suspirar y respirar con más lentitud. Por fin, pareció volver a la normalidad.

Jungkook se sintió aliviado. Vio un libro de John Wyndham, uno de sus autores favoritos, que todavía no había leído. Lo tomó y se puso de pie.

— ¿Me prestas éste?

Jimin asintió.

— Pero acuérdate de devolvérmelo.

— ¿Te gusta Wyndham?

— ¿Lo tendría en mi biblioteca si no me gustara? — Otra vez se hundió en las almohadas. — ¿Cuáles son tus otros autores favoritos?

— Me gustan casi todos menos Heinlein y los que escriben fantasía.

— Aj, ese género es espantoso — coincidió jimin  —, pero Heinlein me gusta. ¿Leíste Stranger in a Strange Land?

Jungkook hizo una mueca.

— No me gusto. Más bien me resultó bastante aburrido.

— ¿Estas bromeando? Se puso furioso. Es uno de los mejores libros de ciencia ficción que se haya escrito jamás. Es un clásico, como la trilogía Foundation o la serie Dunes.

— Pon los pies en la tierra, ¿quieres? — Protestó jungkook —. A nadie se le ocurriría relacionarlos uno con el otro. — Pocos segundos más, y estaba sentado en la cama de jimin, sosteniendo una encarnizada y maravillosa discusión que sólo los amantes de la literatura podían entender.

▪︎Nunca me olvides▪︎ [Terminada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora