Capítulo 4

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Hola a todos!! Como había pedido una lectora les traigo un maratón navideño que constara de cuatro capítulos. Espero que les agrade el curso que esta llevando la historia, dejenme sus comentarios y votos para saber que piensan. Los quiero!!!

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Capítulo 4

>>Priscila<<

En cuanto Valentina salió de mi departamento fui a llevar a Luna a su cama, luego fui a darme una ducha sin dejar de pensar en lo fácil que había parecido para ella el contarle a una desconocida algo tan importante de su vida como su divorcio. Por unos minutos sentí la necesidad de abrirme, soltar un poco de eso que llenaba mi pecho de angustia pero por alguna razón no había podido hacerlo y al notarlo prefirió irse para no hacerme sentir obligada. Una vez en mi cuarto me vestí con mi ropa de cama para luego acostarme y como cada noche me fue difícil poder dormir por lo que tomé el libro que estaba en mi buró hasta que unas horas más tarde terminó ganándome el sueño.

A las 7 am sonó mi alarma, me levanté sintiendo mi cuerpo pesado por las pocas horas de dormidas pero debía hacerle frente a nuevo día así que una vez vestida fui a la cocina para preparar el desayuno y media hora más tarde estaba junto a mi hija consumiéndolo

- Anoche Valentina trajo los libros que te regaló – sonrió emocionada – Me contó que te preocupaba que me enojara – bajó la mirada apenada – Jamás me molesté por cosas así – puse mi mano en su mentón para hacer que me mirara – Me da mucho gusto que te haya hecho un regalo

- Es que a veces no te gusta que las tías o los abuelos me compren cosas – murmuró cabizbaja

- Amor, no es que no me guste – acerqué mi silla a la suya – Solo que a veces se exceden – sonreí haciendo que ella también lo hiciera – Pero me encanta que te consientan – besé su frente - ¿Te gustaría que en la tarde vayamos al parque con la tía Gaby?

- ¡Si! – exclamó contenta

Nos fuimos a la escuela, luego de dejarla pasé por el supermercado para comprar algunas cosas que faltaban, al regresar me dediqué a limpiar y finalmente preparé el almuerzo para luego llamar a mi hermana para que viniera a comer con nosotras. Pasado el mediodía fui en busca de mi pequeña, a mitad de camino nos encontramos con Gabriela que llevó a Luna cargada en sus hombros y justo cuando llegamos al primer piso nos encontramos con Valentina acompañada de una chica

- Hola vecina – saludé llamando su atención

- ¡Hola chicas! – se acercó a nosotras - ¿Vienen de la escuela?

- ¡Valen! – mi hija se lanzó a sus brazos – Hoy la maestra me felicito por hacer un trabajo en clase

- La niña de ojitos bonitos es muy inteligente – besó reiteradas veces sus mejillas – Déjenme presentarles a mi hermana – señaló a la chica que nos miraba sonriendo – Se llama Lucía

- Mucho gusto – le tendí mi mano y ella la tomó – Me llamo Priscila, mi hija es Luna y esta jovencita se llama Gabriela, es mi hermana

- Hola Lucía – saludó Gaby – Tenés los mismo ojos que Valentina

- Los míos son más lindos – bromeó ganándose un golpe suave de su hermana – Al fin tengo el gusto de conocer a la niña que cautivó a esta mujer – acarició con ternura la mejilla de mi pequeña – Son impresionantes esos ojos

- Gracias – contestó con timidez – Después de almorzar vamos a ir al parque – contuve la risa al darme cuenta de lo que estaba haciendo - ¿Quieren venir a jugar?

Dulce AmorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora