Capítulo 5

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segundo capítulo del maratón! Déjenme en comentarios si les interesa que haga algún capítulo contando sobre las hermanas de Priscila con Bella y Lucía.

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Capítulo 5

>>Valentina<<

La primera semana de estar cuidando a Luna pasó demasiado rápido aunque el fin de semana fueron sus abuelos y tías quienes se encargaron de ella por lo que al iniciar la nueva semana me sentía ansiosa por volver a ver a mis vecinas. Cuando amaneció no tardé en levantarme, después de ducharme horneé una pastafrola y luego de un delicioso desayuno sonó el timbre así que me apresuré en ir a abrir

- Tengo una entrega para Valentina Ortega – asentí confirmando que era yo - ¿Puede firmar donde está la cruz? – hice lo que pidió - ¿Dónde dejó las cajas?

- Al lado del sillón, por favor – señalé entusiasmada sabiendo lo que era

Cuando las seis cajas estuvieron acomodadas despedí al repartidor, corrí a la cocina en busca de un cuchillo y no demoré en abrirla para ver el contenido. Le envié una foto a Bella para que supiera que ya estaban los libros en mi departamento, acomodé un poco y justo cuando iba a salir en busca de la pequeña recibí una llamada que no esperaba

- Hola Valentina – saludó Jonathan – Se que dieron un plazo de dos meses pero ya tengo el dinero que pediste

- No lo pedí, me correspondía por tus infidelidades – remarqué molesta - ¿Podes depositármelo?

- Necesito que firmes un documento en el que confirmes que te estoy entregando la totalidad de lo que se acordó – resoplé - ¿Puedo pasar por tu departamento esta tarde?

- Tengo cosas que hacer... - me interrumpió

- Mañana salgo de viaje, si no es hoy será en quince días – soltó con firmeza

- ¿Puede ser después de las 7 pm? – interrogué esperanzada

- Está bien – suspiró largamente - ¿Me podes enviar por mensaje la dirección?

- En un rato te la envió – finalicé la llamada

Al ver la hora salí a toda prisa, se me había hecho tarde para pasar por Luna y eso me preocupaba bastante porque no quería que pensara que me había olvidado de ella. Al llegar a la escuela me tranquilicé al ver que aún había padres recogiendo a sus niños, cuando me acerqué a la puerta la encargada de la salida de inmediato supo por quién venía y no demoró en llamar a la pequeña

- Hola Valen – saludó cabizbaja

- ¿Qué pasa, ojitos bonitos? – la cargué en mis brazos - ¿Tuviste problemas en la escuela? – negó para luego recargar su cabeza en mi hombro - ¿No queres contarme?

- Me duele la panza – susurró

- Oh pequeña... – besé su cabecita – En un momento llegamos a casa y vemos como solucionamos eso

Traté de ir lo más rápido posible, al llegar la recosté en el sillón y le envié un mensaje a Priscila para que supiera lo que estaba ocurriendo y me dijera que era lo que debía hacer ya que no tenía conocimiento. Cuando me dijo que le diera un jarabe que tenía en su mesa de noche supuse que no había pasado un buen fin de semana y lo confirmé cuando la pequeña me contó que sus abuelos la llevaron con un doctor motivo por el cual no había podido ir al cumpleaños de su amiguita. Luego de comer lo que había dejado su mamá me pidió que viéramos una película pero por más que traté de evitarlo terminó quedándose dormida y cuando faltaba poco para que llegara Priscila me llegó un mensaje de Jonathan avisándome que estaba afuera de mi departamento pero que no había nadie así que decidí salir para terminar finalmente con esa situación

Dulce AmorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora