Capitulo 66

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Li Meng se bajó del avión, tomó un taxi y fue directamente a la casa de sus abuelos. El padre Jiang y la madre Jiang estaban felices cuando vieron a su hermoso nieto y no pararon de darle muchos dulces y el padre Jiang lo llevó a visitar a todas partes, deseando contarle al mundo entero sobre sus gloriosas hazañas como subcampeón de la Copa Huashuo.

Jiang Que y Jin Yan llegaron tarde esa noche, después de aterrizar, fueron silenciosamente al hotel para reservar una habitación sin molestar a los ancianos.

Jin Yan apretó los dientes de Fang Yuan e incluso odiaba este lugar de la ciudad S.

- En su opinión, el comportamiento de Jiang Que de visitar a Fang Yuan en el hospital era simplemente ponerle un sombrero verde. Para expresar su enojo hacia el tramposo, Jin Yan arrastró irracionalmente a Jiang Que para que rodara en la gran cama del hotel toda la noche y lo obligó a decir muchas cosas desagradables en la cama.

Como resultado, cuando Jiang Que pensó en eso a la mañana siguiente mientras se cepillaba los dientes, su ira subió desde su corazón hasta su vesícula biliar, arrastró a Jin Yan de la mesa del desayuno al baño y lo golpeó. Esto causó directamente que Jin Yan tuviera un vendaje en la frente cuando partieron hacia la casa de la familia Jiang, y había una marca roja sospechosa debajo de la nariz.

La última vez que dispararon a Jiang Que y lo hospitalizaron, se apresuró a regresar a la Ciudad H desde el hospital y la madre Jiang ya estaba molesta por eso. En ese momento, Jiang Que prometió volver a verla pronto, pero después de que arrestaron a Jin Yan, ingresó al centro de detención, dando vueltas al asunto durante mucho tiempo hasta que terminó el verano.

La ira de la madre Jiang se había convertido en un profundo resentimiento:—¿Qué estás haciendo aquí? ¡Solo finge que no tienes padres! De todos modos, ¡Es lo mismo, estés vivo o no!

Jiang Que se puso de pie obedientemente y fue regañado, como un estudiante de primaria con buen comportamiento.

Jin Yan sonrió cálidamente y movió las bolsas grandes y pequeñas a las casa.

El padre Jiang vio que Jin Yan no era agradable a la vista, y antes de que pudiera reprenderlo, Jin Yan lo llenó con dos grandes bolsas que contenía abanicos chinos y luego hizo todo lo posible por guiñarle un ojo para indicarle a Li Meng que actuara coquetamente para desviar su atención.

Inesperadamente, en el momento en que Li Meng lo vio, los genes arrogantes heredado de Jiang Que en sus huesos explotó de inmediato, colgó sus dos pantorrillas y resopló con frialdad y fingió no verlo.

Jin Yan se puso furioso de inmediato y pensó en su corazón: Es una pena. ¡Si no puedo curar a tu madre, entonces no puedo curarte a ti!

¡El dinero de bolsillo doble del mes se cancelará de inmediato!

¡También hay dinero para refrigerios y para criar a la ovejita. ¡Espera a que cancele todo!

¡Yo soy el proveedor del dinero! ¡Tu madre no te dará ni un centavo!

Pero era muy imprudente golpear al niño ahora mismo. Después de todo, necesita usar las habilidades de Li Meng para desatar un movimiento asesino impactante hacia el suegro y la suegra .

Entonces Jin Yan sonrió amablemente, sacó una enorme bola de chocolate de la bolsa de regalo e hizo señas tentadoras a Li Meng.

Los ojos de Li Meng no se movían en el acto.

Su cabeza giró con la enorme bola con un diámetro de unos diez centímetros, tragó, y de repente se levantó y dijo enojado:—¡Abuelo!

Padre Jiang: —¿Eh?

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