capítulo 3: Síntomas

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y al menos unos diez o quince votos

y sigo

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El tiempo pasó y con ello, también los meses, la temporada de encontrar pareja llegó.

Una época satisfactoria para algunos y de soledad para otros.

Más para quienes se encontraban solos y distanciados, quienes eran los últimos de su especie. Y para ellos era simple, pero para las hembras que no buscaban pareja era difícil mantenerlos alejados, aunque eso pasó con especies de menor rango.

Hablando de Rodan, él la había pasado mal, todo el tiempo tuvo que esconderse, y ahuyentar a algunos bobos confundidos quienes intuyó eran jóvenes todavía. Sin quitar el hecho de que el dolor en su estómago crecía y se volvieron más frecuentes con el paso del tiempo.

Tiamat no había llegado desde la última vez.

- Tiamat...

Cómo era de esperarse en la isla Mara, alejada de humanos y tierra, con climas torrenciales llegó la esperada Tiamat.

- No viniste los últimos meses.

- mucho trabajo, Godzilla me tiene de buscadora de anomalías - Tiamat explicó brevemente, no era una persona de muchas palabras.

Aunque era imposible no sentir que podía hablar con ella a pesar de no ser amigos cercanos.

- debió ser cansado para tí.

- lo sé, he hecho varias expediciones a la tierra hueca y a la dimensión del tiempo... Ya sé porque se llamaba así.... pasó mucho tiempo cuando estaba ahí unos cinco minutos.

- que suerte... yo no puedo salir de aquí - Rodan dijo indiferente.

-¿Cómo está tu hombro?

- u.... Bien - sonrió- en realidad bien, ya se cerró, nada de que preocuparse.

De repente sintió un escarmiento en su estómago, sin remedio se retorció del dolor, incado en el suelo sosteniendo su estómago. Su cabello cayó por un lado hasta suspenderse en la arena.

- no ha dado resultados desde la última vez.

-....- Rodan no respondió nada, mientras el dolor se entendía hasta el vientre bajo.

Tiamat sin avisó y con fuerza le quitó la camisa y lo acostó en el piso, presionando sin reparo la zona de dolor, arrancándole un quejido fuerte y doloroso al señor de los cielos. Las manos encima brillaron en un rosa intenso para sorpresa, eso detuvo el dolor.

Nunca fue suficiente para calmarlo porque al pasar diez segundos el dolor volvió y Tiamat lo acostó al reverso sin cuidado; fue ahí donde presionó las costillas del moreno.

El tiempo pasó y el dolor fue amedrentando de vuelta pero simplemente se fue así cómo vino.

- ninguna de mis curaciones ha funcionado en tu débil cuerpo, utilice las más fuertes pero ni siquiera eso sirve -dijo abrumada.

- todos los días pasó esto, a veces me duele un poco pero la mayor parte es insoportable - Rodan mencionó cansado, con la vista borrosa pues eso le costaba mucha energía.

Tiamat lo levanto de un brazo y lo agarró por debajo de las axilas sacudiendo al otro.

- no sé cura con nada - Tiamat dijo serena, bajó a Rodan.

-.... - la mirada cayó en una completamente enferma.

- oinek'to fxafaw fpxäkìm, nada funciona, mi conocimiento no puede darle razón, pero los síntomas que tienes pueden ser.

El Imperio Del Mounstro Que Devoró Una Estrella Donde viven las historias. Descúbrelo ahora