capítulo 7: Bebé

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Cualquier error de nombre háganmelo saber, el autor tiene en un dispositivo que no tiene autocorrector que sirva.
:( .
Cambia cosas que no debe.

Ochenta estrellas y próximo capítulo:
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Dos largos meses pasaron tan rápido, y fue un punto cálido de su vida. Ghidorah siempre estaba con él pero cuando se separaban en tres entes regularmente escuchaba historias de vida descubriendo así qué habían palabras que ambos comprendían de diferente forma y manera. Era lógico que los significados no serían los mismos.-Ignorando que dormían juntos-.

La serpiente dragón Tiamat llegaba ahí regularmente, únicamente para hablar con Ghidorah en un idioma que Rodan desconocía.

En una conversación en la que Rodan estaba presente, hace mucho tiempo que tampoco entendía, Tiamat sorprendida no dejó de mirarlo e inspeccionar lo de pies a cabeza cada que podía, preguntando siempre a Ghidorah cosas que no podía entender, pero era importante mencionarlo porque Tiamat estaba haciendo eso justo ahora.

No pudo evitar sentirse incómodo y más cuando estaba muy cerca del cuerpo de ella quién sin escrúpulos tanteo su espalda y la cintura. Ghidorah no estaba.

-¿Por qué haces eso?- intentó retirar las manos de su cintura, tratando de apartarse, como si realmente no le importara.

- No te incumbe-, respondió la mujer con un tono descarado, forzando su cuerpo a acostarse sobre la tierra. Su toque no era grosero, pero la incomodidad se hacía palpable en el aire.

- ¿Tengo algo mal?- preguntó, mirando a la curandera con una mezcla de confusión y desconfianza.

- No es eso-, dijo ella, manteniendo su mirada fija en él mientras comenzaba a examinar su cuerpo con manos expertas-. Solo tengo curiosidad.

- ¿De qué?- insistió, sintiéndose vulnerable bajo su mirada atenta.

- Tu cuerpo parece que es apto.

- ¿Para qué o qué?- preguntó, sintiendo una mezcla de curiosidad y escepticismo.

Tiamat se inclinó un poco más cerca, su expresión seria, apunto de decir algo.

- Hey. ¡Rodan adivina lo que te trajimos!- con entusiasmo un sonriente San le entregó un ¿Atún? con vida colgando y revoloteando por escapar.

Y los otros dos caminaban detrás de San.

- Mi alfa, me retiro, muchas gracias por dejarme compartir su gloriosa presencia.- hizo una reverencia hacia los tres hermanos, esperando una respuesta.

Ichi asintió mencionando un- Está bien.

Tiamat se marchó hacia la playa, pensante. Llevaría tiempo si iba a ese paso de humana.

- ¿Qué te parece?- San sonrió nuevamente y de un tirón le arranco las branquias del animal echando mucha sangre por ahí.- Es pequeño y perfecto para tí.

- Tragatelo ahora, sino sabrá feo después - mencionó Ni'h de brazos cruzados y con el entrecejo fruncido.

A Rodan le causó gracia ese comentario porque le habían hecho caso de lo que pasó el día de ayer.

- Ni'h lo capturó.- Ichi dijo robándose la atención.

-¿Hace falta decirlo?- sacudió su cabello innecesariamente, fastidiado.

El demonio sonrió, sin anhelo destripó al pez y sacó sus escamas violentamente, inspeccionó detenidamente la carne y la arranco , comió la carne sin pretexto.

No transcurrió mucho tiempo antes de que se tragara todo el pez a excepción del esqueleto, pero no le gustaba que su boca oliera mal así que fue hacia el pequeño bosque frondoso y agarró ciertas plantas que mastico disgustado escupiendo eso y volviendo a dónde Ghidorah estaba.

El Imperio Del Mounstro Que Devoró Una Estrella Donde viven las historias. Descúbrelo ahora