Prólogo

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Está historia transcurre en un tiempo presente y sucede como en La película solo que aquí los Titanes tienen poderes y toda la cosa.

Después de Godzilla y Kong, el nuevo imperio. Y Scylla y Tiamat están vivos.

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Rodan el rey de los cielos, a decir verdad estaba aburrido en su nombrada isla mara. No estaba muy bien del todo, pero podía vivir así.

Después de todo el rey, su Rey es decir: Godzilla hizo que se quedará apartado de todos, y bueno también le prohibió salir de la isla.

Los humanos normales no eran una peste por ahora, y nunca llegaban a la isla pues creyó que le temían. Oh bueno tal vez era culpa suya porque siempre era el causante de asustarlos quemando sus barcos y naves o simplemente creando remolinos invisibles en el aire y no llegaban.

Aunque últimamente se encontraba un poco mal. Godzilla se enfrentó a alguien pero al no poder salir no podía enterarse, Mosura seguramente estaba naciendo de nuevo, y él, bueno él estaba ahí.

Salió desde su cueva (no volcán) para ir hacia la playa, creando sus alas de fuego con una brisa.

Llegó a la playa en corto tiempo, no más de díez minutos, al tocar el suelo sus alas se escondieron de nuevo en su espalda, se sentó y se acostó para esperar el atardecer cerró los ojos y le dolió el estómago.

Estaba sintiendo cierto dolor en el vientre que a veces no le dejaba dormir pero él era fuerte. Y recientemente estaba deshaciéndose de esos dolores por las curaciones que Tiamat le otorgó, más que eso energía vital.

Y hablando de...

— estoy aquí.

Una mujer bella con vestimentas coloridas y luminiscentes salió del agua, sin dejar su encanto utilizó sus poderes para quitarse el agua por un momento. Pero su cara de odió al verlo y le dió escalofríos.

— te tardaste un poco — dijo Rodan levantándose del suelo.

— si, si me di cuenta— respondió mirando los ojos vivos del fuego del otro— hagámoslo rápido para largarme de aquí.

— oh claro lo entiendo, lo siento por decirlo— sonrió incómodo por la mirada de la mujer sobre él.

— ¿Deseas que tu curación la realice aquí?— preguntó sin apartar la vista de él, y literalmente lo forzó a que se acostará. Quiso arrancarle la ropa para acelerar el proceso pero Rodan no se lo permitió.

— creo que sí, aquí está bien.

Una vez hecho esto Tiamat se arrodilló para comenzar con su sesión curativa.

Realizó masajes leves desde el pecho de esté hasta el vientre. Continúo así mientras apretaba las costillas de él.

Mientras lo hacía comenzó decir — estúpida raza, son tan inútiles qué no se pueden curar solos, patéticos.

— tragas demasiado — Tiamat dijo mirando a Rodan con una expresión seria.

Rodan quiso preguntar pero sabía lo que podía llegar a hacer Tiamat si le interrumpieran, aunque ella estaba esperando qué Rodan preguntara pero decidió continuar.

— jajaj solo parece que estás preñado — apretó el vientre con un dedo por debajo del ombligo, burlándose — o estás comiendo más.

Rodan se dolió de ello y gimió de dolor. Y Tiamat retiraba las manos

— ¿Ya terminaste?

De nuevo los dedos volvieron a pulsar.

— alimentate con menos regularidad estás más gordo, tu cuerpo está curado y debería de dejar de doler — se elevó y dejó a qué Rodan se levantará del suelo.

El Imperio Del Mounstro Que Devoró Una Estrella Donde viven las historias. Descúbrelo ahora