Especial

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En una mansion alejada de la ciudad se podía escuchar el llanto de un bebe, este pedía a gritos la presencia de sus padres los cuales salieron a una misión.

-Tranquilo Fumiya-kun- calmo la mujer de kimono a su pequeño nieto, pero a pesar de su presencia el pequeño sólo buscaba a sus padres en específico.
-No te preocupes regresaran muy pronto, pequeño Fumi-

Paso media hora hasta que la puerta se abrió,dejando pasar a las dos personas tan esperadas los cuales al escuchar el ahora suave llanto de su bebe fueron directamente a verlo.

-Ane-san, lamento tanto la demora, espero no te allá causado tantos problemas- dijo el pelinaranja acercándose a la cuna del pequeño, este extendió sus pequeñas y delicadas manitas queriendo que su madre lo cargara.

-No te preocupes Chuuya pero, debo irme ya, vendré mañana a verlos, nos vemos- y sin más salió dejando a las dos personas y al bebe ahí.

El castaño quien hasta ahora se mantuvo en silencio se acercó a su esposo abrazándolo por la cintura viendo a su hijo en los brazos del pelinaranja.

-Aun no entiendo por qué se tuvo que parecer a tí- dijo el pelinaranja rompiendo el silencio del lugar, a lo que Dazai río burlándose del pelinaranja.

-Es por que mis genes son más fuertes mi amor- dijo divertido al ver como el pelinaranja enojarse por lo antes dicho.
-Cállate maldita caballa- dijo intentando parecer enojado (algo que no parecía) ya que nunca admitiría que le encantaba el parecido de su bebe con el castaño.

El silencio volvió a reinar en el lugar pero no era incómodo, más bien era acogedor. Fumiya abrió sus ojitos para ver a sus dos padres y darles una sonrisa tan hermosa para empezar a balbucear cosas.

-Chuuya, tengamos otro bebe- el pelinaranja y el pequeño Fumiya lo voltearon a ver uno sonrojado y el otro con curiosidad todavía sonriendo y balbuceando.

–T-tu q-uieres o-tro bebe- (disculpen mi intento de tartamudez)
-Creo que deberíamos darle un hermanito a Fumiya-kun-acercó su dedo al bebe y al instante este lo agarro con su pequeña manita.
-¿Eso no podría interferir es tus planes?- pregunto preocupado Chuuya, no quería que sus bebe sufrieran una guerra que no era suya.
-No te preocupes yo me encargaré de que no les pase nada- dijo el castaño besando los labios de su omega dejando atras los pensamientos malos del otro.

–ma-ma, pa-a-pa– los adultos voltearon tan rápido  al pequeño el cuál les devolvió una sonrisa, el pelinaranja dejó caer algunas lagrimas por las primeras palabras de su pequeño bebe. Lo que les sorprendió a ambos ya que sólo tiene un año y las palabras se escucharon bastante claras para un bebe de su edad.
-Hasta la inteligencia sacó de tí, Osamu- Chuuya volteó a ver a su marido pero se topo con una imagen que la guardará en su memoria por toda la vida.

-Osamu


estás llorando.



Este es un especial como regalo para ustedes, les agradezco mucho su apoyo espero poder seguír escribiendo para ustedes. ❤️❤️❤️
Preparen todo por que se viene lo bueno.

The Boss Of The Port MafiaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora