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Narra Atsushi

 Caminaba por las calles de Yokohama, pero al voltear la vista pude ver una cabellera castaña a lo lejos que se perdía entre la multitud. Intenté seguirlo ya que tenía que entregarle algo pero no lo puede alcanzar, decepcionado seguí mi caminó todavía tenía cosas que hacer. 

Al terminar la última tarea que debía hacer, me dirigi hacia mi casa, en el camino me encontré con Kyoka-chan me dijo que también se dirigía al mismo destino, así que decidimos caminar juntos hablando de cualquier cosa, hasta que ella menciono algo que me dejó pensando. 

-No creés que Dazai-san se comporta extraño- dijo de la nada 

-A decir verdad el siempre se comporta extraño- no era mentira para nadie que el castaño era raro. 

-No me refiero a que ha estado más extraño de lo normal - eso llamo mi atención. 

- Como, a-a que te r-refieres- mencione entre tartamudeos. 

-Pues, se excusa para salir rápido de la agencia, por momentos sus ojos y actitud cambian por completo, esta más serio ahora y ya no molesta tanto a Kunikida-san- sus razones eran buenas, no me había dado cuenta de esos detalles. 

- Tienes razón, pero, no creó que sea algo de que preocuparse - quería creer que no era nada malo, pero no pude dejarlo pasar. Seguimos nuestro caminó dejando el tema de lado. 

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El primer paso del plan estaba hecho, pronto dejaría de ser un detective pero antes tenía que acabar con alguien. 

Tome mi teléfono, marcando a un número que había quedado en el olvido desde hace mucho. Al escuchar que contestaron la llamada  la misma sonrisa apareció en el rostro de las dos personas, así la conversación que marcaría un cambio en la ciudad de Yokohama empezó. 

- Estaba esperando tu llamada Dazai-kun, es un placer hablar contigo - menciono la voz del otro lado. 

- Quisiera decir lo mismo pero sería una mentira - 

- Tan amable como siempre, que es lo que necesitás de este pobre hombre - con sarcasmo y burla dijo aquello sabiendo exactamente que quería el castaño. 

- Que te mueras - sin duda hablar con me estaba molestando. -  en dos semanas estaré allá, espero no me des más molestias- y con eso la llamada término dejando el sonido del teléfono.

Al llegar a la mansión baje del auto y me adentro a la casa tras cerrar la puerta un olor muy conocido llegó hasta mi, sabía de memoria que fecha era la razón del por qué me apresure a llegar rápido, le di indicaciones a mis subordinados antes de subir y seguir ese olor tan adictivo que me hacía volverme loco, camine hasta la habitación de la cual provenía el aroma.

Al abrir la puerta el cuerpo desnudo de mi Omega llegó a mi vista, con la respiración agitada y sonrrojado a más no poder, al notar mi presencia volteó a verme, con sus ojos llenos de placer junto con algunas lagrimas.

Me acerque a la cama dejando en una silla mi abrigo, me posicione en la orilla de la cama,  se acercó dejando su cabeza en mi pecho.

- ~O-Osamu~- lo llamó tartamudeando.
-~Chuuya pero mira estashecho un desastre, llevas esperando mucho tiempo.- sin duda estaba con todo su autocontrol ahora mismo.

-~Ayu-dame...~ Porfavor~-

-Donde esta Fumiya- no podía cogerme lo ahora sin antes saber si Fumigación no estaba en casa, aunque ya lo sabía quería escuchar que Chuuya también.

-~Esta ~ ah~ con Ane-san y Akutagawa~- al oír ya no me pude contener.

-Chuuya ven- se acercó a mi sentándose en mi entrepierna moviendo sus caderas, podía sentir como mi miembro empezaba a doler, perdí completamente el control al oírlo soltar un gemido de placer.

Baje a Chuuya y lo posicione entre mis piernas, supo al instante que hacer y comenzó a desabrochar mi pantalón dejando mi polla a la vista, lo tomó del falo llevándolo a su boca dando besitos en la punta para meterlo en su cavidad, lo tome del cabello tirando de este hasta casí sacarlo por completo para volver a meterlo de golpe esta vez completo.
Pequeñas lágrimas escaparon de sus ojos, podía sentir su garganta seguí repitiendo esto sacando y metiendo mi miembro una y otra vez hasta correrme.

-Que pasa Omega ya no puedes- con un poco de burla en mis palabras.  Lo tire a la cama devuelta para posicionarme entre sus piernas, precionando mis labios a los suyos iniciando una pelea con nuestras lengua, pero nos tuvimos que separar por la falta de aire, dejando una línea de saliva en el proceso, lleve una mano hasta su entrada tentandola notando enseguida lo húmeda que estaba.

Conteniendo una sonrisa de satisfacción metí dos dedos de golpe, arqueo su espalda mientras de su boca salió un grito llenando la habitación de mucho sonidos obscenos después de este.
Sacaba y metía los dedos de su interior sintiendo como temblaba, saque los dedos luego de unos minutos obteniendo un gemido de reproche comenzando a quitarme la ropa de una vez. De un cajón junto a la cama saque un bote de lubricante untando un poco en  mi miembro volviendo a mi lugar en las piernas de mi Omega.

Subi sus piernas a mis hombros metiendo de una solo estocada mi miembro, el grito que soltó solo hizo que saliera casi por completo de el para volver a meterlo dentro.

-~O-samu~ es-pera ah~ más ~despacio~-
-~Ah Chuuya deja de apretar tanto- su voz ahora sólo hacia que el Omega debajo de el se exitara mas.

-~Ah~Osamu ~ ah~ más~más-

-~Ah voy a embarazarte Chuuya- y no era broma lo que decía de verdad lo haría, lo llenare tanto que mi semen caerá por sus muslos.
Acelere la velocidad de las embestidas cuando sentí que llegaría al orgasmo, derramando toda mi esencia en su interior soltando un gruñido de mi parte y un gemido-grito de Chuuya.

Pero aún no había acabado en un rápido movimiento me acosté y subí a Chuuya en mi miembro entrando de nuevo en el.

-~ah~ O~Osa-mu~- sin esperar a que terminará la oración, tome su cintura levantandolo para dejarlo caer en mi miembro el empezó a dar pequeños saltos que se convirtieron en grandes embestidas, el sonido obsceno de nuestros cuerpos solo hacía que quisieramos seguir más y más hasta que volví a derramar todo en su interior.


Perdon por mi intento de lemon espero les guste ya que es el primero que escribo tambien perdon por no actualizar. 

The Boss Of The Port MafiaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora