Ei y Miko llegaron al hotel de alado, pidieron una habitación y entraron en un beso necesitado que las dos podían sentir con claridad.
— Espera .. — comentó Ei, separándose rápidamente del beso, jadeaba un poco por la falta de aire pero era importante lo que debía decir.
— ¿Otra vez? — frunció el ceño, volteó los ojos casi dando a entender que no le importaba lo que Ei dijera.
— Si, otra vez, quiero explicarte porqué me fui tanto tiempo. —
A decir verdad a Miko si le interesaba saber el porque la dejó sola, así que se sentó en la cama, le indicó a a Ei que se sentara alado de elma y se dispuso a escuchar.
— Bien, te voy a contar absolutamente todo. —
— Te escucho. —
— Después de marcarte yo sabía que mi familia tenía problemas con quien sabe quien, días después de eso encontré a mi hermana Makoto y a mi Madre muertas en la sala de estar, me cambié de escuela y me alejé un poco más de la sociedad alta. —
— ¿Y eso que tenía que ver con que me dejaste? — sonaba desinteresada.
— ¿No lo entiendes? Mataron a mi familia, de milagro no me mataron a mi, podrían matar a cualquier otra persona que se me acercara. —
— Pudiste mínimo darme explicaciones por mensaje, Ei. —
— ... — en alguna parte tenía razón y Ei no podía contradecirla ya que no podía y no tenía con que hacerlo.
— ¿te comió la lengua el ratón? — dijo sarcásticamente, levantandose de la cama y abriendo la puerta. — Puedo traer a una de mis mikos para que te sirva, pero yo aquí no me voy a quedar. —
— Yo.. — Ei había perdido su oportunidad con miko. — Puedo cancelar tu marca ahora mismo si quieres. — se había resignado, no iba a arreglar nada con ella ni aunque lo intentara.
— ... — Miko se quedó parada en la puerta viendo a Ei algo molesta, no quería eso pero tampoco iba a decirlo, frunció aún más el ceño y cerró la puerta de golpe, dejando a Ei sola en la habitación.
Tenía una sola cosa segura, no volvería a hablarle a Miko jamás.
Se levantó de la cama, agarró el pase para la habitación y cerro la puerta, fue a la recepción y entregó la llave, no sin antes agradecerle a la recepcionista por su atención.
Salió del hotel y fue por su carro, encontró a Itto algo desorientado, parece que estuviera buscando a alguien.— ¿Pasa algo itto? — Ei preguntó curiosa, agarrándole el hombro para que dejara de voltear a todos lados.
— AH! EI, RÁPIDO, VEN — tomó con fuerza la mano de Ei y corrió adentro de donde fue la fiesta, todos sollozaban y estaban asustados, ¿Qué carajo había pasado?
— Itto, qué pasó aquí? — volteó a verlo con susto, soltó su mano y caminó lentamente hacia enfrente.
— U-unos tipos vinieron y .. yo estaba afuera, no se qué pasó. — Lo único seguro es que habían matado a alguien, o a algunas personas.
Ei caminó por toda escena, su corazón iba a mil por minuto, como si hubieran matado nuevamente a sus familiares.
— (Sabia que no debía venir.) — se dijo internamente, buscó quien o que pudo dejar una pista para saber quien había provocado todo eso.
Encontró a un camarero en el suelo ya muerto, una tarjeta salía de la bolsa de su chaleco, Ei la tomó con cuidado y la vió de las 2 caras, reconocía esa tarjeta de algún lado..
— (Es .. es la misma tarjeta que los policías encontraron en el pantalón de mi mamá..) — bingo, dió con los asesinos de su familia después de tanto tiempo de buscar.
— Itto! Ven para acá! — gritó Ei, las demás personas se fueron en cuanto salieron del shock que habían pasado.
— S-si, voy! — Itto se acercó con mucho miedo a donde estaba Ei, caminó entre algunos cuerpos muertos que estaban en el suelo.
— ¿Reconoces esto? — preguntó Ei sin voltear a ver a Itto, simplemente le enseñó la tarjeta, esperando a que Itto la agarrara.
— Es ... eh- ¿De qué es? — quería fingir que sabía de que era o por lo menos recordar si alguna vez lo había visto, pero por más que se forzó no recordó absolutamente nada.
— Esta es la tarjeta que encontraron en el pantalón de mi mamá. — Ei se levantó con la cabeza baja, volteó a otro lado intentando olvidar todo eso, se aguantó las ganas de llorar como si le pagaran por eso.
— Oh.. — Itto soltó inmediatamente la tarjeta, una miko entró corriendo a aquel lugar en busca de Ei
— SEÑORITA EI, SEÑORITA EI! — se quedó parada atrás de ella, suspirando un poco pesado por el cansancio.
— Digame, ¿Se le ofrece algo a Miko? — volteó sin mucho interés, tapó con su pie la tarjeta y se le quedó viendo a la miko
— NO ES ESO, LA SEÑORITA MIKO FUE SECUESTRADA.. — dijo gritando en todo el lugar, Ei se levantó de ahí inmediatamente, no debió dejar que Miko se fuera del hotel.
— Pero .. ¿Cómo puedo ayudar en eso? — era obvio que no podía hacer mucho, ni siquiera entendía porque se lo había dicho a ella
La miko se le quedó viendo, bajó la mirada y comenzó a caminar a la salida.
— Espera! — dijo Itto — Quiero ayudar, puedo mandar a mis chicos a buscar y todo eso! —
— De verdad señor Itto? — Itto dijo que si con la cabeza, formandose una pequeña sonrisa en su cara.
— En ese caso, yo también quiero ayudar — Ayato había vuelto — Tengo contactos y poder, puedo hacer algo para que la busquen —
— Yo .. volveré a mi puesto para mover todo y encontrarla lo más rápido posible. — habló Ei un poco insegura de sus palabras pero determinada a hacerlo, volver al rango de "arconte" podía conllevar mucho riesgo, pero estaba dispuesta a pasarlo por Miko.
— Muchas gracias a los 3, de verdad les agradezco — en los ojos de la Miko se formó un brillo en sus ojos e indicó que los 3 fueran con ella.
Al llegar a la salida, una muchacha con un sombrero café con una flor en su sombrero iba entrando con muchos hombres de negro detrás de ella, estos, llevaban ataúdes para los muertos de ahí, esperarían a los forenses y luego se los llevarían.
Ei quería compensar su error salvándola, mínimo algo bueno debía hacer después de tanto tiempo de cortar el contacto con ella. Solo de una cosa era muy segura, arriesgaría todo de ella para salvarla.
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I still remember you. [Yae Miko x Ei modern AU]
Fanfic[Eimiko fanfic 2023] | [ESP] • la famosa kitsune Yae Miko es la omega más anhelada por la mayoría de Inazuma hasta la fecha, pero lo que nadie sabe es que ella ya le había entregado su corazón a alguien que ni siquiera la recuerda. • - C O N T E N...