•★𝐉𝐔𝐆𝐀𝐍𝐃𝐎★•

Capítulo 6.

-- Tranquila mujer -- murmura James sorprendido.

Lo ignoro olímpicamente mientras sigo tecleando con una velocidad inhumana en el ordenador que no uso desde que se terminaron las clases.

-- No hay tiempo -- susurro concentrada en mi objetivo.

-- Bueno, si tú lo dices -- James suspira fastidiado con la situación -- No entiendo porque de la nada insistes con esto.

Y otra vez con el tema, que tonto es si cree que solo es un repentino capricho.

-- Ser Idol es mi sueño desde pequeña -- explico mientras espero a que me llegue una solicitud -- Y ahora tengo la oportunidad de ello.

James rueda los ojos ante lo que dije, es obvio que para él es algo infantil pero para mí no lo es.

Se trata de que ganaré dinero, mucho dinero mientras hago algo que me gusta.

-- Me parece una tontería, aparte de que todo lo que has puesto en tu carta de solicitud es mentira.

Un pequeño tic me da en el ojo izquierdo al escuchar aquello.

-- ¿Y qué si es mentira? Con solo verme estoy muy segura que me aceptarán -- aseguró mientras me miro en el espejo.

Soy una chica demasiado hermosa, para ser idol es importante ser una persona muy guapa y yo lo soy.

Veo en el espejo la mueca de horror de James haciendo que me enfurezca por completo.

-- ¡Estás muy ciego como para negarlo!  -- grito de brazos cruzados mientras sigo viéndolo en el espejo.

-- O tú muy ciega como para decir que eres muy hermosa -- rueda los ojos con burla.

Me muerdo el labio apunto de soltar una tormenta de insultos pero mejor me los guardo.

De nada me sirve discutir con un insolente, idiota, estúpido, vulgar, sin vergüenza, maleducado, tonto chico como lo es James.

-- Tú no vas arruinar mis planes -- lo señalo con mi dedo -- Seré la estrella más famosa en la industria musical.

-- Soñar es gratis ~

-- Odio tu voz -- confieso con asco.

-- Y yo te odio a tí.

-- Pues vete de aquí -- respondo con obviedad.

-- Estoy aquí por tu madre, ella si es una mujer con la que no puedo actuar de manera irrespetuosa.

¿Por qué carajos mete a mi madre cada vez que le echo en cara que se largue?

Suspiro rendida ante la discusión.

Como dije antes de nada me sirve discutir con un insolente, idiota, estúpido, vulgar, sin vergüenza, maleducado, tonto chico como lo es James.

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-- ¡Niña, ven! -- grita mi madre desde el salón.

Con prisa entro a la sala para ver qué quiere.

-- ¿Qué pasa?

-- Tú padre vendrá a recogerte dentro de poco, prepárate que quiere pasar la tarde contigo.

-- ¿En serio? -- pregunta sintiendo los nervios subir desde los dedos de mis pies hasta el estómago.

-- Claro y rápido antes de que llegue.

Sin esperar más me voy corriendo a mi habitación a vestirme.