Noveno latido

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Miércoles, 11 de diciembre.

Querido Beat, Tommy no está muy bien. Desde esa noche en la que papá lo pateó, no se ha levantado ni ha mostrado interés por comer. Mamá asegura que papá no lo golpeó con intención, que simplemente se defendió. Dice que papá no es alguien malo y que no exagere, que Tommy se pondrá bien. Tan solo debo darle un poco de tiempo y se recuperará. 

No la entiendo. Es como si le hubiera perdonado todo. ¿Acaso eso significa el amor? Sé que es una idea muy loca, pero lo he visto en la televisión y realmente empiezo a considerarlo por su ceguedad tan severa. No digo que esté mal; daría lo que fuera porque las cosas entre ellos se arreglen, es simplemente que no me gusta que lo haya defendido por lo que le hizo a Tommy.

Últimamente, sueño con Lacey, que mi papá se la lleva sobre el hombro fuera de su habitación. Ella patalea y estira sus bracitos hacia mí mientras me grita con desesperación: «¡No me dejes, por favor! ¡Te necesito!» Y Tommy al final también se marcha con ellos. 

Es horrible el sentimiento de impotencia que me invade, porque no puedo moverme ni decir nada. Tan solo permanezco ahí, de pie, a mitad de la habitación, viendo cómo se la lleva, y a mi poodle también. Ahora, cada vez que miro a Tommy, suena en mi cabeza la canción "Make You Feel My Love" de Sleeping At Last, y eso me hace sentir más triste y sola que nunca.


«Pasaría hambre, estaría sombrío y triste. 

Me arrastraría por la avenida. 

No, no hay nada que no haría, 

para hacerte sentir mi amor». 


Y es que tengo miedo, Beat. No quiero que Tommy también vaya a dejarme.

P.D. He arreglado el peluche bien parecido a Tommy, pero cada vez que veo sus costuras, mis ojos se llenan de lágrimas. Él también está condenado a llevar las secuelas de lo que trajo este divorcio y por el resto de su existencia. Nada más que, al contrario que las mías, sus heridas ya han cicatrizado y, además, pueden verse a simple vista.

El deseo de Navidad ✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora