Dos meses después.
En la noche.
El ambiente del bar mafioso rebosaba de lujuria y poder. Las luces rojas y doradas bañaban el lugar en una calidez peligrosa, mientras los mafiosos intercambiaban miradas y risas en sus rincones privados. Jungkook, el gran padrino del mundo de la mafia, estaba allí, irradiando la confianza que solo alguien con un imperio a sus pies podría tener. Junto a él, su omega, Taehyung, lo acompañaba esa noche, luciendo más encantador que nunca.
Taehyung, siempre elegante, intentaba ocultar el rastro de sus heridas invisibles. Había sido secuestrado dos veces, inyectado con drogas letales que casi lo habían quebrado, y sin embargo, se mantenía firme, tan hermoso como vulnerable. Su conexión con Jungkook era un lazo forjado en el fuego del sufrimiento y la pasión, y esa noche, ambos caminaban con una seguridad que no pasaba desapercibida.
Jungkook lo rodeaba con su brazo, su posesividad y devoción hacia Taehyung visibles en cada gesto, cada mirada protectora que lanzaba a los hombres a su alrededor. Taehyung era suyo, y esa noche en el bar mafioso lo haría saber a todos.
Todo parecía bajo control. Las conversaciones fluían con una fluidez engañosa, mientras Jungkook intercambiaba comentarios y sonrisas tensas con otros líderes del crimen. Taehyung, por su parte, se mantenía a su lado, ligeramente ansioso, pero confiado en la presencia imponente de su alfa.
Sin embargo, la atmósfera cambió abruptamente cuando las puertas del bar se abrieron y entró un hombre que irradiaba una oscuridad única: Mikhail Ivanov, el líder de la Bratva.
Los murmullos en el bar se apagaron lentamente cuando Mikhail cruzó la sala. Sus ojos fríos y calculadores se clavaron directamente en Taehyung desde el momento en que lo vio. No era la primera vez que alguien se quedaba encantado con la belleza etérea de Taehyung, pero había algo en la intensidad de Mikhail que lo hizo diferente. Jungkook lo notó de inmediato.
- Jeon - saludó Mikhail con una sonrisa ladeada, extendiendo la mano.
Jungkook la estrechó con frialdad, manteniendo su mirada fija.
- Ivanov - respondió Jungkook, su voz baja pero cargada de autoridad.
Los dos hombres intercambiaron formalidades, pero la atención de Mikhail no tardó en desviarse hacia Taehyung, quien trataba de evitar su mirada penetrante. A pesar de haber sido secuestrado dos veces, a pesar de los venenos que habían recorrido su cuerpo y la oscuridad que había conocido, aún no estaba preparado para lo que sentía en presencia de este hombre.
- ¿Y quién es este? - preguntó Mikhail, aunque sabía perfectamente quién era Taehyung.
Era una provocación, una que hizo que los dedos de Jungkook se apretaran ligeramente en el hombro de su omega.
- Jeon Taehyung -respondió Jungkook con frialdad-. Mi omega luna.
Mikhail sonrió, una sonrisa que no alcanzaba sus ojos. Su interés en Taehyung era obvio, y el aire se tensó peligrosamente.
- Es un placer conocerte, Taehyung - dijo Mikhail, inclinándose hacia él.
Taehyung sintió un escalofrío recorrer su cuerpo, y no pudo evitar mirar a Jungkook, buscando consuelo en su mirada.
Jungkook lo notó. Sintió la inquietud de su omega, y el simple hecho de que Mikhail estuviera tan cerca de él lo ponía en un estado de alerta máxima. Pero no podía causar una escena, no en ese momento. Lo que sí podía hacer era marcar su territorio.
-Es mejor que no te acerques demasiado -advirtió Jungkook con voz baja pero clara, una advertencia mortal escondida bajo su tono suave.
Mikhail levantó las manos, fingiendo inocencia.
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365 Days - KookTae (T1)
Fiksi PenggemarJeon Jungkook es el Alfa de la familia de la mafia siciliana y Kim Taehyung es un Omega director de ventas. En un viaje a Sicilia tratando de salvar su relación con su pareja Bogum que está pasando por momentos difíciles y después de una discusión...