El caballero escarlata iba caminando rumbo al lugar donde se habían asentado, para su suerte estaba muy cerca de la casa del pequeño Izuku.
-Hola, Kats – Saludo un pelinegro - ¿Tuviste suerte?
El cenizo suspiro – Si, tuve suerte lo encontré, pero en una situación muy complicada – respondió tomando asiento
-¿Qué situación? – pregunto el pelinegro acercándole una botella de agua
-Se lanzo de un edificio, si no hubiera llegado a tiempo el hubiera muerto – confeso de manera frustrada pasando una mano por su cabello – estuve a punto de morir con él en ese momento, si situación es muy critica
-¿Crees que sea culpa del hechizo? – pregunto nuevamente
-No lo se, supongo que si, Toru dijo que debíamos venir aquí para intentar cambiar el destino de nuestros omegas – comentó – no se ni siquiera que es lo que debemos cambiar en este lugar.
-Lo que he investigado gracias a los libros e información en estas cosas – comento señalando un computador – es que en ese mundo no existen las castas – respondió
-Todo esto es una mierda
-Lo sé Kats, pero tenemos que hacer lo que este en nuestras manos para salvar a los nuestros – agrego – por cierto no puedes seguir saliendo vestido de esa manera, llamas mucho la atención – El cenizo le miró con enojo a lo que le pelinegro solo levanto las manos en son de paz – es la verdad Kats, he estado estudiando la vestimenta del lugar y es necesario que no llames mas la atención.
-Eijiro, Shoto y Tenya se visten conforme a la época y usan algunos disfraces para pasar desapercibidos, sabes que seria un desastre alguno de nosotros se encuentra con su yo de este mundo.
-Lo se pero no me siento cómodo con lo que ellos usan
-Tendras que hacer un esfuerzo hermano, buscare algo que te quede y no te sientas incomodo, mientras intenta no llamar tanto la atención.
El cenizo gruño en respuesta pero no replico ni dijo nada más, al poco rato entraron los demás.
-¿Cómo les fue? – pregunto el pelinegro saludando a los otros tres
-Eijiro bien encontró a Denki pero, en una situación complicada, Shoto no tuvo tanta suerte y yo no pude localizar a Ochaco.
-Hermano esto es demasiado complicado, este mundo es muy diferente a lo que conocemos – comento Eijiro quitándose el disfraz te traía y sentándose a lado del cenizo
-Al menos tu no tienes que batallar con tu color de cabello como yo – respondió resginado Shoto.
-Chicos se que esto es frustrante y estoy seguro que será mas frustrante conforme pase el tiempo pero debemos asegurar el futuro de nuestros omegas si pretendemos lograr que en nuestro mundo se salven.
Los cinco suspiraron su misión era muy complicada y debian actuar con precaución, el no saber muchos datos de ese mundo era frustrante, y debian actuar con precaución.
- Vayan a dormir mañana tendrán que volver a sus misiones – ordenó el pelinegro
A la mañana siguiente Izuku se levanto con ánimos renovados, aun estaba dolido por las palabras de Kacchan y el actuar de sus compañeros de clase, pero la platica que tuvo con el caballero escarlata le brindaba esperanza de seguir adelante.
De camino a la escuela, Izuku notó que el ambiente a su alrededor parecía diferente. La carga emocional que solía llevar sobre sus hombros se sentía un poco más liviana. Incluso se atrevió a saludar a algunos compañeros de clase, sorprendiéndolos con su cambio repentino de actitud.
Durante las clases, Izuku se esforzó por prestar atención y participar activamente. Se veía feliz y eso parecía molestar a su acosador numero uno.
-Hey estúpido nerd, ¿Por qué estas tan alegre? – Pregunto Kacchan al terminar las clases con su tono intimidante
-No hay razón para dejar que las palabras de alguien me afecten tanto. Estoy decidido a seguir adelante y trabajar en mí mismo. No voy a dejar que tu actitud negativa me detenga.
-¿Acaso piensas que eres mejor que yo? – reto el cenizo mostrando ligeras explosiones en su mano
Izuku se sintió intimidado comenzó a ponerse nervioso pues no tenia nada de como defenderse en ese momento y se encogió en su asiento
-Vaya, entonces son palabrerías de un estúpido nerd, espero que aceptes cual es tu lugar – comento saliendo del aula dejando al peliverde solo.
Izuku se negaba a llorar pero le dolía no poder hacer nada y aunque el caballero escarlata lo alentó un día anterior comenzó a decaerse nuevamente, cuando ya no hubo nadie a la vista tomo sus cosas y corrió a su refugio, la azotea, no se quiso acercar al barandal pues tenia miedo y su corazón se congelo al pensar en la locura que hizo el día anterior.
El viento soplaba suavemente mientras Izuku se encontraba solo en la azotea, sus pensamientos revoloteaban en su cabeza, y el peso de la situación volvía a apretar su pecho. Miró hacia abajo, recordando la sensación de caer libremente, y una oleada de miedo le recorrió el cuerpo.
En ese momento, la puerta de acceso a la azotea se abrió lentamente, y una figura conocida entró en escena. Era el Caballero Escarlata, vestido con su distintiva indumentaria medieval. Izuku se sorprendió al verlo, pero una pequeña chispa de esperanza brilló en sus ojos.
-Izuku, ¿estás bien? - preguntó el héroe con preocupación, acercándose al chico.
Izuku asintió, pero su expresión revelaba la tormenta de emociones que estaba experimentando.
-¿Pasó algo hoy? - preguntó el Caballero Escarlata, sentándose a su lado.
Izuku le contó sobre el encuentro con Kacchan, cómo intentó mantenerse fuerte pero se sintió abrumado por la intimidación. El héroe escuchaba con atención, asintiendo de vez en cuando para mostrar que estaba allí para él.
-A veces, enfrentar a quienes nos menosprecian es una batalla más difícil que cualquier otra - comentó el Caballero Escarlata, colocando una mano en el hombro de Izuku. - Pero recuerda, eres más fuerte de lo que crees. No estás solo en esto.
- Pero no sé qué hacer, no puedo enfrentar a Kacchan, no puedo hacer nada - murmuró Izuku con lágrimas en los ojos.
-Por el momento trabajaremos en tu autoestima - El Caballero Escarlata miró fijamente al peliverde. -Izuku, la verdadera fuerza no siempre se muestra en la confrontación física. A veces, enfrentar a tus demonios internos y superar tus miedos requiere más valentía. No estás solo en esto, y estoy aquí para ayudarte a encontrar esa fuerza dentro de ti.
El héroe se puso de pie y extendió la mano hacia Izuku. -Ven, hay algo que quiero mostrarte.
Intrigado, Izuku aceptó la mano del Caballero Escarlata y se levantó. Ambos se dirigieron hacia el borde de la azotea, donde el héroe señaló hacia el horizonte.
-Mira, Izuku. ¿Ves esa ciudad llena de luces? Cada luz representa a alguien que ha enfrentado desafíos, ha caído y se ha levantado. Todos tienen su propia historia de lucha, pero han encontrado la fuerza para seguir adelante.
Izuku observó la ciudad con atención, dejando que las palabras del héroe se hundieran en su corazón.
-Tú también puedes ser una de esas luces brillantes. No dejes que las sombras de los demás oscurezcan tu luz interior. Eres valioso, tienes potencial y la capacidad de superar cualquier adversidad. Pero primero, debes creer en ti mismo.
Las palabras del Caballero Escarlata resonaron en el corazón de Izuku, encendiendo una llama de esperanza.
-Gracias, Caballero Escarlata. Aprecio tus palabras y tu apoyo. Voy a esforzarme por encontrar esa fuerza dentro de mí.
El héroe sonrió y le dio un firme apretón de manos. -Estoy seguro de que lo lograrás, Izuku. Y recuerda, estoy aquí para guiarte en cada paso del camino.
-Vamos a casa Izuku, debes descansar
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Cambiando el destino
FantasyIzuku tenia un sueño que era imposible de cumplir, ser un heroe profesional, solo que habia un problema, el era un sin don, las cosas cambian cuando alguien lo salva de una locura y todo comienza a tomar el rumbo que el deseaba, pero... ese misterio...