Capitulo 23

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Era curioso tanto para Kats como rey de los dragones, pues él entendía perfectamente el vínculo jinete-dragón, incluso aunque él no formara un vínculo con todos los dragones, podía ver claramente esa conexión, y notó ese destello dorado entre Solaris y Bakugo, sus corazones era uno, solo pocos lograban ese grado de conexión tan profunda, como si realmente Solaris y Saki no debían ser compañeros, si no que su verdadero compañero siempre fue el Bakugo de la otra dimensión.

Por el momento no iba a pensar en eso, porque dentro de ese destello dorado aun podía ver aquel destello plateado que era la conexión con su hermana, lo que quería decir que aún había esperanzas para ella.

El hechicero/Manticora se sorprendió con la fuerza del ataque de Solaris, pues este rugía y atacaba sin titubeos, en un momento de desesperación lanzo nuevamente sus afiladas púas intentando herir al jinete, Bakugo dio un brinco al tiempo que lo hacía Kats, como si ambos estuvieran conectados de alguna manera.

Su deseo por, por fin ponerle un alto a todo lo que había pasado estaba brillando, ambos cenizos comenzaron a crear explosiones con las palmas de sus manos, creando un vórtice, Izuku reconoció el ataque especial de su Kacchan.

Era su oportunidad así que con otra ráfaga de explosiones una nube enorme se levantó a su alrededor - ¡Howitzer Impact! – Gritaron ambos cenizos al unisonó su ataque fue un golpe directo a la mantícora que no tuvo tiempo de reaccionar, el impacto fue tan brutal que la mantícora se golpeó fuertemente contra lo que quedaba de una montaña desecha por las peleas.

Solaris y Fafnir volaron en picada para alcanzar a sus jinetes antes que tocaran el piso, los demás habían terminado de pelear con las sombras y se colocaron alrededor de los peliverdes que intentaban mantener con vida a Saki.

La mantícora emitió un fuerte gruñido de dolor, mientras intentaba ponerse de pie, la magia oscura que sostenía la fusión de ambos hechiceros se estaba desvaneciendo, y luego de un rato el cuerpo mallugado de Chizaki apareció frente a ellos, al igual que el otro hechicero.

-Debí suponer que desde un inicio tu estabas detrás de esto – Hablo Kats quien se había bajado de fafnir y tenía una imponente aura a su alrededor, su mirada era la de un digno soberano que había ganado la guerra.

-¡Esto no puede terminar así! ¡Yo no puedo ser derrotado! – gritó con desesperación – ¡Esa maldita mocosa arruino todo!

El sonido sordo de un fuerte golpe se escuchó, el hechicero caía en cámara lenta, pues el rey de los dragones arto de todo le soltó un fuerte puñetazo en la cara que lo mando al suelo

-NO TE ATREVAS A MENCIONAR SI QUIERA A MI HERMANA – Amenazo Kats con furia - Si no fuera por ustedes ella no estaría en esta situación

El hechicero a pesar de su estado soltó una risa sin gracia – Aun sigo aquí majestad, y algo te aseguro mientras yo esté vivo este mundo no tendrá paz, no habrá nadie que me lo impida, solo había una persona que podía detenerme, y que ¿crees? Esa persona está en el sueño eterno con los demás omegas.

-¡Eres un miserable! – grito Bakugo dispuesto a usar su AP shot nuevamente pero dos potentes rugidos y un relinchar de un caballo se escucharon a la distancia.

Los presentes dirigieron su mirada a la fuente del sonido, en el cielo venían dos dragones más, uno amarillo y uno rosa, en medio de ellos un Pegaso.

-¡Imposible! – el terror en el hechicero era evidente – ¡NO ustedes no pueden estar despiertos, el gran maestro se aseguró de que jamás lo hicieran!

De los dos dragones descendieron Denki, Momo y Toru bajaron del dragón amarillo, Ochaco, Iida y Yagi del rosa, y por último del Pegaso descendió Shinso.

-Perdonen la tardanza, el señor Yagi se negaba a dejarnos venir – hablo un sonriente Denki acercándose, sacando chispas eléctricas de sus manos.

Los ojos emocionados y sorprendidos de todos era más que evidente, el ambiente se volvió cálido al ver a sus amigos despiertos luego de tanto sacrificio.

-Hola, Alfa – saludo de manera sarcástica Shinso bajando del Pegaso - De haber sabido que me habías utilizado para los planes que tenías con nuestro enemigo hubiera acabado contigo hace tiempo.

-Perdón Toshi, pero sabes porque preferí tomar este camino – comentó el hechicero intentando ponerse de pie sin mucho éxito

-Si fuera tu no me movería – hablo esta vez Momo quien con su magia había creado una especie de jaula con runas que evitaban que el hechicero se moviera – si te mueves o das un movimiento en falso activaras las funciones de los barrotes – sonrió al tiempo que se veía las uñas como si no le importara en lo más mínimo.

Toru y Yagi corrieron a donde estaba Izuku y el principe, y este último les informaba lo que había sucedido.

-No, todos mis esfuerzos no serán en vano, llegue demasiado lejos para ahora perder – grito frustrado – aún tengo un haz bajo la manga

De la chamuscada manga saco un pequeño circulo que lanzo al suelo, una nube negra de humo se formó y los barrotes de Momo se quebraron.

-No te dejaremos salirte con la tuya – Grito Ochaco – ya has causado mucho daño es tiempo que pagues por tus crímenes.

Ochaco la segunda hechicera más poderosa de toda Draconia, extendió su báculo concentrando su magia lanzando un rayo blanco que atravesaba la nube negra – ¡AHORA DENKI!

El rubio no tardo en lanzar una descarga eléctrica al mismo tiempo que su dragón Chargebolt lanzaba también una fuerte descarga, iluminando la nube negra, el impacto dio de lleno al hechicero, la nube se disipo en ese momento revelando al hechicero en el suelo casi sin poder moverse luego de los ataques.

Shinso se acercó a él a paso lento y con superioridad – Es tiempo de terminar esto Alfa

El hechicero escupió sangre, pero aun así sonrió – Tu mejor que nadie sabe que si yo muero tu mueres, no es así mi omega

-No, si yo como omega rompe el lazo que nos une, así que nuestro lazo del destino jamás existirá nuevamente – Shinso le respondió – es cierto que tal vez me duela y sufra un tiempo, pero es un precio que estoy dispuesto a pagar, es lo mínimo luego de tantas vidas sacrificadas por tu culpa.

-Si me hubieras elegido a mi antes Toshi, ahorita estaríamos disfrutando del trono de los draconianos

-No te equivoques, eras mi Alfa, me enamore de ti y nuestro lazo era algo hermoso, pero solo para mí, el amor unilateral se terminó, luego de todo el daño que has causado, tu reinado llega hoy a su fin, Neito Monoma

-No tu me... - la mente del hechicero quedo en blanco, Shinso había utilizado su magia que solo funcionaba si la persona a la que nombraba respondía, por lo que su control mental fue efectivo en ese momento.

-Ya no serás un peligro para nadie, Ochaco drenara tu magia en este momento y solo serás un cascaron vacío – agrego Shinso – Yo Hitoshi Shinso principe del reino de las nubes niego mi destino con Neito Monoma.

Monoma no podía hablar, pero eso no le evitaba no poder sentir, algo dentro de él se rompió y no podía hacer nada para evitarlo, Ochaco utilizo su magia y comenzó a drenar toda la magia que quedaba dentro del hechicero.

Shinso al romper el lazo comenzó a sentirse mareado y casi cae al piso si no fuera porque Denki lo sostuvo en ese momento.

-Todo ha terminado por fin - susurro Shinso sosteniéndose de Denki

Cuando Ochaco sello toda la magia de Neito este cayo inconsciente, ya no era un peligro era un simple humano más sin ningún tipo de habilidad mágica ni nada.

El ambiente cambio en ese momento, los alfas se acercaron a sus respectivos omegas.

Eijiro abrazo con fuerza a Denki – No sabes cuanto te extrañe mi rayito

Shoto se acercó a Momo – Me alegro verte despierta amor.

Al final todos se abrazaron saludándose luego de tanto tiempo separados. En un momento la atención se centró en el principe y de Izuku quienes seguían intentando reanimar a Saki.


Cambiando el destinoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora