Harry ha muerto en la batalla contra Voldemort. Severus vaga por Hogwarts tras la guerra y encuentra la piedra de la resurrección. ¿Qué hará con la piedra y un gira tiempos en mano?
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- Harry, te he traído comida del castillo, algo ligero -dejé la sopa sobre su mesa de noche y me senté en la cama a observarlo- con el tiempo te acostumbrarás, puedes salir con un elfo o con Sirius si yo no estoy, hay lugares peligrosos y mucha gente que no conocemos. ¿Necesitas algo mas?
- No, señor.
- No, "Severus" -sonreí en una rara mueca por la falta de costumbre- aún no eres mi estudiante como para que me digas 'señor¨o ¨profesor¨ Buenas noches.
- Buenas noches.
Salí de ahí y camine hacia la sala de estar. Ahí estaba Black, tomando su café.
- ¿Cómo está?
- Bien, le dejé la comida, en un rato volveré a verlo, es importante que no lo presionemos.
- Bien.
- Debemos llevarnos bien.
- ¿Disculpa? -dejo su tasa sobre la mesa y el periódico igual, parecía confundido, como si no esperara eso, menos de mí.
- Vamos a criar a Harry, no nos puede ver desunidos.
- ¨Vamos¨ suena a muchos.
- Tengo un juramento inquebrantable, prometí cuidar y salvar a Harry de lo que sea. No puedo estar lejos, además, es como si fuera mi sobrino. Lily era prácticamente una hermana para mí.
- Está bien, pero no te propases, solo un tío.
- Ni que quisiera jugar a la familia contigo, Black.
Volví a la habitación de Harry y vi que se había comido todo. Al menos el no complicaba las cosas.
- Muy bien, ¿Te ha gustado?
- Estaba bueno, señor... Severus.
- A dormir entonces -le revolví el cabello y me despedí apagando las luces. Pero deje la puerta entreabierta para que llegara la luz del salón.
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