6. La orden del Dragón.

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Luego de que Severus le enviara un patronus a Remus, ambos acordaron encontrarse en el castillo de Hogwarts justo al medio día. Cuando todos almorzaban en el gran comedor, Severus se escapó y logró dejar a los niños al cuidado de Sirius. Casi corrió por los pasillos y llegó a la entrada. Ahí escucho la voz de Lupin, quien conversaba alegremente con Mc Gonagall. 

- Severus. 

- Minerva. Lupin, buen día.

- Ya estoy aquí, Snape, ¿Qué necesitas?

- Primero, necesito saber tu estado actual para hablar con Harry y Sirius, me ha costado mucho estabilizarlos con su situación actual. Si estás en buena situación, te haré pasar a tomar el té.

- ¿Y que es lo que debes saber?

- ¿Tienes la poción matalobos?

- No.

- Bien, yo te la fabricaré.

- ¿Lugar donde dormir?

- No.

- Eso se puede arreglar.

- ¿Psicológicamente bien para cuidar de un niño?

- Lo estoy.

- Muy bien. ¿Cuántas cucharadas de azúcar? Se que en el colegio te gustaba más el chocolate caliente que el café, pero no tenemos. Draco y Harry se lo han tomado todo.

Ambos se fueron conversando hasta las mazmorras y una vez llegado a la puerta del living. Severus dejo de avanzar.

- Espérame aquí. 

Severus entró y llamo con las manos a Sirius, para que se acercara.

- Te buscan, Black. Solo espero que esto te haga borrar ese rostro ceñudo que tienes.

Sirius salió dudando y no demoro mucho en escuchar risas y palabras. Se acercó a los niños y comenzó a jugar, pensando en que tal vez si Harry se quedaría con ellos, y Draco vendría seguido, necesitarían mejorar el cuarto y comprarle cosas. Harry no seguiría con esa ropa nunca más. 

Le pediría ayuda a Narcissa.

- La puerta se abrió y ambos adultos entraron, Remus se acercó lo suficiente para llamar la atención de Harry.

- Harry, cariño -llamo su atención Snape- Te presento a Remus, otro amigo de tus padres. No te veía desde que tenías un año.

- Hola -saludo con timidez.

- Hola Harry.

- Él es Draco, el hijo de los Malfoy -ambos se dieron la mano.

- Se llevarán bien, a ambos les gusta el chocolate y la lectura. 

- ¿Cuál es el mejor cuento de Beedle el bardo? 

- Las reliquias de la muerte.

Draco asintió complacido por la cultura que tenía el joven y siguió jugando con hurón.

- Ahora que están aquí, debo hablarles de algo, y también necesitaré ir a clases primero, debo ir a las clases de la tarde. Luego vendrán algunas personas y hablaremos. Cuiden a los chicos.

Camine por los pasillos hacia mi sala y me encontré a Percy, que estaba sentado en la entrada. Era el único que llegaba 10 minutos antes de la hora. 

- Percy.

- ¡Severus!

- ¿Qué tal tu fin de semana?

- Nada mal, pero extraño a mi familia.

- Hoy vendrán a conversar conmigo. Podrías ir conmigo a las mazmorras, y tus hermanos también. Además, quiero presentarte a alguien. 

Una oportunidad para Harry  |SeveritusDonde viven las historias. Descúbrelo ahora