Capitulo 19.

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Luana se alejaba, cuando intentará acercarse él la atacaría, así que debía detenerlo.
Cuando avanza un paso adelante Luana baja y con su pierna golpeó la pierna de él desventajandolo, haciendo ceder su firmeza. Luana quería escapar. Lo golpea constantemente hasta hacerlo sangrar. Saca un arma de la rabia apuntando a su cabeza.
Será mejor que te detengas- murmuró-.
No hubo sayón prevaleciente, con diferente control de ella, con su brazo tomó el del arma para enviarlo preciso fue del alcance a ella e inclinó su cuerpo para mayor seguridad al contrario del arma como objetos que se repelan. El disparo dio al suelo. Luana en instantes movió su cadera y pies hacía el lado izquierdo, Luana con presión su pierna con potencia y firmeza la lleva adelante y muy pronto atrás para golpear la parte fosa poplítea de la pierna derecha de Kang-Dae. Al sentirse caer soltó el brazo derecho de Luana, ella lo utilizó, ejerció en su pecho rencoroso y él callo con mayor impacto.

En ese momento se lanzaron sobre ella los demás, sujetaron su cuerpo con fuerza, lo que la llevo a reconstruir antiguas fracturas y traumas musculares de grado uno, y la hace despabilarse pero, pronto la durmieron con hipnóticos, y no quería forzarse más porque estimula el dolor.

Mientras aún estaba consciente, Kang-Dae la golpea, incapaz de defenderse. Resentido la golpea con patadas en el vientre.

El teléfono de Luana suena desde hace treinta minutos a su undécima llamada Dak-ho "ya no quiso" preocupar a Hana.
Estaba fastidiado por la inconveniente insistencia que Hana ejercía en ese momento.

— ¿Luana llegó? - saliendo de la cocina pregunta Jiyu a Hana-.

Aun no llega- su preocupación no le permite pensar con claridad y la desintoniza de su entorno, por poco escucha con precisión a Jiyu-.

— ¿Vamos a cenar?- Lucas se veía feliz porque era la hora de cenar-. Venía junto a su padre para el comedor.

Hana estaba atenta la llamada contestada en ese instante.

— ¡Suni!, ¿Dónde estás?¿por qué aún no llegas?- Hana estaba esperando una respuesta consolante-.

Escucha lo que espera pero fue aún más desfavorable a su tranquilidad.

— No te preocupes, está conmigo, ahora que lo sabe deja de llamar la verás otro día, ella se quedará esta noche aquí. Cuida por ahora de tu otro hijo - con calma y serenidad habla-.

— ¡¿Qué?!, como si tú pudieras cuidarla, ¡devuélveme a mi hija!, tu no eres bueno para ella- Hana solloza preocupada-.

Todos intrigados observaban a Hana sin accionar movimiento.

— Quieras ser más pasiente, nunca debió alejarse de mi lado, mi hija- Dak-ho sentía que lo mejor para ella era él y estar allí-.

Llorando, busca contar la situación atroz que su corazón reprime.

¡Luana!. Dak-ho la llevó con él -.

Todos tenían la opción de lamentarse. Tomar en manos el raudo problema, arrastraría hasta la más pesada ballena.
Seung abraza para calmar a su esposa.

El exterior era inobservable, la iluminación era mínima como el oxígeno y aliento que ella logra conseguir luego de asimilar su entorno.

— ¿No me recuerdas?, no vino a visitarme ni un solo día- no le agradaba ese desinterés de su hija-.

— ¿Por qué no estás bien?- preguntó su papá luego de observarla muy lastimada. — Es porque eres desobediente y poco sabía, pero no tengo una hija tonta. - gritó y así se acercó a bofetearla — Espero que no creyera que no te encontraría-.

Pétalo Morado.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora