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Todo estaba en silencio, solo se escuchaba la brisa del viento mover algunas hojas de los árboles. Todo estaba tan en paz, era extraño que en ese lugar hubiera al menos un momento en silencio, luego de tantos gritos de horror y muerte.
Los tres estaban en frente de aquella tumba, mientras la miraban en silencio. Uno que otros se culpaban dentro suyo de que hubieran podido hacer más y que todo hubiera sido diferente.
Tomeo observó entre lagrimas aquella abundante tierra, dónde estaba su difunto amigo.
Kenji negaba con su cabeza mientras de sus caían algunas lágrimas, todavía sin poder creer lo que había pasado. Por otro lado Akiro tenía una expresión de tristeza en su rostro mientras seguía observando la pequeña tumba que le había hecho a Kai.
—No puede ser...—Dijo Kenji casi en un susurró. Mientras su mirada estaba perdida en aquella pequeña montaña de tierra.
Akiro con tristeza miro a Tomeo y a Kenji.
Tomeo negó mientras sollozaba y con cuidado saco un pequeño collar que Kai llevaba desde que lo había conocido. Recuerda que el jamás se lo había quitado, con cuidado se acercó al tronco que habían puesto sobre dónde estaba Kai. Y dejo el pequeño colgante con cuidado de que no se cayera.
—Lo siento, Kai..
Se disculpó en un susurró mientras dejo allí si collar y se alejo sin dejar de mirar la pequeña letra que decía el nombre «Kai».
Kenji seguía con su expresión rota mientras se sostenía de sus cabellos.
—Espero que ya puedas descansar, Kai.—Se despidió Kenji casi en un hilo de voz y se contuvo.—Merecias más...eras la mejor persona que conocí en mi vida. Y fue un honor haber compartido todo esté tiempo contigo.—Exclamo Kenji con voz temblorosa.
No pudo evitarlo y pateó con fuerza un tronco mientras se alejaba. Tomeo y Akiro lo observaron en silencio, viendo como todo estaba afectando a Kenji.
—Gracias Kai, espero que algún día nos encontremos de nuevo..
Dijo Akiro en voz suave mientras sonrió leve y sus ojos se llenaron de lágrimas, pero las contuvo y suspiro mientras se cubrió su rostro.
Tomeo por otro lado negó con su cabeza mientras escuchaba y su mirada se desvió hacia el suelo. No podía evitar todo el dolor que sentía dentro suyo y la culpa.
—¡Lo siento mucho¡ ¡Kai!
Gritó Tomeo de forma desesperada, mientras se arrodilló en el suelo y comenzaba a llorar de nuevo pero está vez con más fuerzas, sin dejar de repetir la palabra «Lo siento».
Akiro al ver eso se acercó rápido hacia el tratando de consolarlo.
Kenji se volteo mientras observaba con su ceño fruncido a Tomeo pedir perdón casi a gritos. Y seco sus lágrimas mientras se acercó hacia el.
