Cuando Kageyama entró a la universidad, no iba buscando nada en particular, solamente graduarse en administración turística y nada más, pero cuando en su primera clase se sentó a su lado Kokomi, su plan se fue al carajo.
Kokomi Yamada.
Ella tenía diecinueve y estaba recursando esa materia. Tenía unos profundos ojos ámbar y su cabello castaño claro caía como cascada por su espalda. Para el recién entrado Alfa, parecía una muñeca de porcelana, hipnotozante, y cuando ella le respondió la mirada llena de coquetería, el azabache se enamoró de la Omega.
Más pronto que tarde, ya estaban en una relación. Tobio conoció a los padres y tres hermanos de la Omega y ella conoció a los padres y hermana del Alfa.
-¡¿Quieres casarte conmigo?!- Preguntó nerviosamente esa tarde. Tobio y Kokomi tenían veinticuatro y veintitrés años respectivamente, la mayor no pudo resistirse y, con los ojos completamente aguados, aceptó la propuesta de Tobio. Fue en los preparativos de la boda que lograron conocer a los amigos del otro. Ella estaba bastante cómoda con su grupo de amigos, eran todos Alfas y Betas.
O eso pensó, hasta que llegó Shoyo.
-¡Tobio, felicidades por tu boda!- El pelirrojo era un Omega. Un Omega bellísimo. Tenía un eléctrico pelo anaranjado, ojos grandes de un tono similar al de ella, tenía la piel ligeramente bronceada y era relativamente alto. Era más bajo que los demás amigos de Tobio, pero definitivamente era más alto que ella.
-Gracias, Sho.- Le respondió él. Ambos se abrazaron de manera superficial y rápida.-Koko, te presento a Shoyo, es mi mejor amigo desde... ¿Desde cuando?-
-Desde los trece.-
-Ah, sí, los trece.- El pelirrojo extendió su mano a la prometida de su amigo, quien la recibió amablemente.-Un gusto, soy Hinata Shoyo, estudiante de medicina. Me estoy especializando en pediatría, por si llegan a necesitar mis servicios.- Le sonrió y el corazón de ella se aceleró. Shoyo era muy dulce y amable.
-G-gracias, el gusto es mío... M-me llamo Yamada Kokomi...- Acomodó su pelo detrás de su oreja, visiblemente avergonzada. No solo era amable, dulce y bello, si no que también tenía unas feromonas dulces e inocentes que todos los Alfas deseaban en sus Omegas, sintió que por un momento, Tobio había escogido al Omega equivocado.Dos líneas.
Dos líneas rojas.Era positiva.
Kokomi estaba estática, ¡Llevaban tres meses casados y ella ya estaba embarazada! ¡Aún quería seguir de romántica con su esposo!
Por su parte, Tobio estaba feliz, demasiado. Su prioridad nunca fue tener hijos, pero siempre se pudo ver a sí mismo cuidando a un mini Tobio.
Si el embarazo unía a parejas, en este caso había sido inverso.
El azabache estaba emocionado por ser padre y la castaña estaba apática respecto al tema. Tal vez ella no tenía ese instinto maternal, tal vez ella no estaba hecha para ser mamá.
Siguiendo el consejo de Hinata, él apenas se graduó se volvió su pediatra de cabecera, cuidando en todo momento a la mujer en cinta.
Incluso después del parto.
-No quiero cargarlo.- Dijo ella ante la invitación de Tobio a cargar a su recién nacido. Hajin era la viva imagen de Tobio, con el cabello y los ojos oscuros, al igual que la misma fisionomía facial que él tenía al nacer.
-P-pero...- Insistió el Alfa. Le empezó a preocupar, ¿Qué tal si Kokomi no reconocía a Hajin como su bebé? ¿Qué tal si su lobo estaba rechazando a su hijo?
-No quiero, Tobio... Déjame descansar, estoy cansada.- Dijo ella evitando la mirada de su esposo, él solo acarició el tabique de la nariz del bebé.
-Está bien, Koko... Me voy a llevar a Hajin para que descanses.- Se levantó de su asiento, cargando en sus brazos a su mini clon.Kokomi no quería nada que ver con él. Ni con Hajin ni con Tobio.
Se negaba a sostenerlo, cambiar su pañal, amamantarlo, incluso entrar a la habitación del pequeño.
-Kokomi, no quiero ser un inconveniente, pero... Es peligroso que no reconozcas a Hajin... Shoyo dice que es muy importante que tengo a su madre o al menos las feromonas de un Omega para un desarrollo saludable y-.-
-¿Ah sí? ¿Porque no contratamos una niñera Omega y ya?- Exclamó en respuesta ella mientras terminaba de ponerse labial.
-¿A dónde vas?- Le dijo al ver como ella sujetaba su pelo en una coleta alta.
-A trabajar. No sabes lo mucho que extraño la recepción.-
-¡¿P-pero quién va a cuidar a Hajin?!- Dijo nervioso ante las acciones de su esposa. Yamada se puso unos tacones y se apresuró a salir.
-Quédate tú con él. De todos modos, este mes has sido tú quien lo ha cuidado.- Le sonrió a su esposo antes de cerrar la puerta detrás de ella.El azabache estaba bastante confundido. Miró su playera, una camiseta sucia, llena de vómito y orina de bebé. No había podido bañarse desde hace tres días, porque su esposa no soportaba ver a su hijo. Suspiró. Esa no era la mujer con la que se había casado y menos la mujer de la que se había enamorado.
Subió a la habitación de su hijo, Hajin estaba dormido en su vientre, Tobio acarició su cabellera negra y suspiró antes de llamar a Shoyo.
-¿Puedes venir a ayudarme con Hajin?-
-¡Claro que sí, Tobio! Dame unos minutos, estoy atendiendo a un niño con paperas.- El Omega colgó el teléfono y el Alfa solo se dispuso a esperarlo.Esperaba que esta fuera la única vez que necesitara de Hinata para cuidar a Hajin.
ESTÁS LEYENDO
Father! [KageHina Omegaverse]
FanfictionKageyama Tobio acaba de recibir a su primer hijo, y ahora su pequeña familia está completa, su esposa Kokomi, su hijo Hajin y él. O eso pensó, hasta que, después del parto, Kokomi se mostró estática sobre su hijo. No mostraba interés, no lo cuidaba...